El programa Sábados en la Ciencia invita al público en general a que el próximo 26 de mayo, a partir de las 11:00 horas, asista a la plática “Los hongos también pueden combatir la contaminación”, que impartirá Gerardo Díaz Godínez, investigador de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATX), en el Auditorio “Alfonso Medellín Zenil” del Museo de Antropología de Xalapa (MAX).
Invitado por la Universidad Veracruzana, a través de la Dirección General de Investigaciones (DGI), el docente de nivel licenciatura, maestría y doctorado, explicará a niños y adultos que los hongos aparte de ser una fuente rica de alimento también nos ayudan a degradar muchos compuestos tóxicos.
En entrevista, el investigador dio a conocer que los hongos son el segundo grupo de organismos más grande que existe en el planeta –después de los insectos– pues tienen diferentes características de crecimiento dependiendo del hábitat en que se encuentren.
En México se ubican más de 200 mil especies de hongos, pero sólo entre 200 y 300 se estudian a nivel biotecnológico. En el ámbito mundial, únicamente se conoce el 35 por ciento de las especies que realmente existen.
Algunos son patógenos de plantas y animales, otros hacen evidente el equilibrio en los bosques y ecosistemas, ya que degradan materia orgánica y la reintegran para que las plantas la vuelvan a utilizar.
También están los que establecen asociaciones con plantas para obtener beneficio mutuo; unos más cuentan con un alto grado de nivel nutrimental, como el champiñón, seta y shiitake.
“Nosotros estamos trabajando con un hongo llamado seta, el cual tiene la propiedad de degradar madera, crece sobre troncos muertos o sobre desechos agroindustriales”, y agregó que estos hongos pueden desgastar otros compuestos de estructuras similares.
Se trata de compuestos cancerígenos de tipo fenólico, muchos de ellos descargados en aguas residuales de las industrias química, papelera y textil.
“Estos hongos son capaces de degradar dichos compuestos coloridos devolviéndole de cierta manera una calidad al agua y recuperarla como potable.”
Al respecto, manifestó que el color de esas descargas es muy fuerte y no sólo daña al ecosistema acuático, sino a todos los organismos de esos mantos acuíferos.
A nivel de recuperación del medio ambiente, los más importantes que se han estudiado son: ganoderma, fanerquete y setas.
Gerardo Díaz resaltó que a través del Laboratorio de Biotecnología, adscrito al Centro de Investigación en Ciencias Biológicas de la UATX, fue publicado un estudio sobre la capacidad del hongo para degradar compuestos fenólicos, decolorar ciertos tintes en la industria textil, principalmente colorantes empleados en la industria de la mezclilla.
“Trabajamos específicamente con los hongos seta, de los cuales hemos obtenido resultados importantes a nivel de recuperación del medio ambiente, nutrimental y nutracéutico.”
Por esta razón, extendió la invitación a la comunidad en general para que asistan el próximo sábado a esta plática gratuita, pues es importante conocer que los hongos son seres vivos que merecen ser cuidados y protegidos por su gran papel dentro de los equilibrios ecológicos.
“Es una buena oportunidad para que los niños se acerquen a la ciencia, conozcan que los hongos existen, cuáles son beneficios y aplicaciones y cuáles de ellos pueden consumir.”
Asimismo, dio a conocer que después de la ponencia impartirá un taller de gastronomía de hongos, donde orientará a los asistentes sobre cómo preparar un rico coctel de hongo seta, considerado uno de los alimentos nutritivos equilibrados pues tiene un alto nivel de proteína equiparable con el contenido de la carne, leche y huevo.
Es mucho mejor la calidad de los hongos setas que de la proteína de origen vegetal. “Consideramos que es una proteína de mucho valor nutritivo a bajo costo, porque un kilo de setas es más barato que la carne”.
Además, está equilibrado en ácidos grasos Omega, contiene vitaminas, minerales, bajo contenido de ácidos grasos saturados y propiedad nutracéutica, pues además de ser un alimento nutritivo también es viable para la salud.
Claudia Peralta Vázquez/Prensa UV