El sistema de justicia oral adversarial llegó para quedarse y se requiere una gran voluntad política y ética para fortalecerlo no sólo por parte de los tres órdenes de gobierno en el área de sus competencias, sino de policías, fiscales y jueces, aseguró la doctora Patricia Lucila González Rodríguez.
Al dictar la conferencia “La prisión preventiva en México” en la Ciudad Judicial de Xalapa, la investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y ex procuradora de Justicia del Estado de Chihuahua, planteó además la necesidad de contar con un Código Nacional Penal único, dar una mayor atención al desarrollo profesional de policías y evitar criminalizar la pobreza.
Durante su ponencia, le dio la bienvenida en nombre del Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Edel Humberto Álvarez Peña, el Magistrado y Director del Instituto de Capacitación, Marco Antonio Lezama Moo.
La doctora González Rodríguez expuso que el sistema penal acusatorio en el país es de enorme relevancia porque fue producto de muchas gestiones valiosas en el ámbito interno y externo, ante la vulnerabilidad de los derechos humanos.
“Se ha avanzado mucho y falta mucho por hacer, es una tarea que toca consolidar a todos: sociedad, autoridades, policías, fiscales y por supuesto a los jueces”, explicó.
En cuanto a su disertación, expuso que la prisión preventiva será solicitada por el ministerio público exclusivamente en los siguientes supuestos:
Cuando otras medidas cautelares no sean suficientes para garantizar la comparecencia del imputado en el juicio; b) el desarrollo de la investigación se vea obstaculizado; c) La víctima o la comunidad esté en riesgo de sufrir un daño.
También manifestó: ”Soy una convencida de que la mediación y la negociación resuelven gran parte de los conflictos penales que tenemos en este país, excepto aquellos que son los delitos muy graves como el homicidio, el secuestro, la trata de personas; esos asuntos tienen que dejarse finalmente para trabajarse cuando la persona ya ha sido sentenciada, cuando haya un culpable y las víctimas estén dispuestas a una justicia restaurativa; no hay que confundir la justicia alternativa con la justicia restaurativa”.
Estuvieron presentes también el Magistrado Raúl Pimentel Murrieta; el doctor Francisco Berlín Valenzuela, director de la Casa de la Cultura Jurídica de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; servidores públicos, profesionales, académicos y estudiantes.