Dos temas han atraído la atención del candidato panista a gobernador, Miguel Ángel Yunes Márquez en lo que va de su campaña: primero, el de seguridad pública, cuyas propuestas se han enfocado en infraestructura y tecnología, creación de una policía estatal única y centros de inteligencia en el norte y sur de la entidad, y en las últimas fechas, sus programas sociales, sobre los que ha reiterado en acciones meramente asistencialistas para superar la pobreza, que no incluyen acciones de apoyo a la producción y el empleo.
De manera paralela a lo que ha estado anunciando el gobernador, su padre, quien este año multiplicó discursivamente el número de beneficiarios de su programa “Veracruz Comienza Contigo” (rebautizado como “Veracruz comienza con m’ijo”) e hizo crecer desmesuradamente el presupuesto de la Sedesol estatal, en detrimento por ejemplo de inversiones en proyectos para el campo, el candidato Yunes Márquez ha prodigado cifras de incremento en el número de beneficiarios además de acciones meramente asistencialistas que, ya sabemos, en caso de ganar podría postergar u olvidar.
Dice el dicho que prometer no empobrece, es el dar el que aniquila. Por eso, en tiempos de campaña, el hijo del gobernador de Veracruz anda ofreciendo el sol y las estrellas a los veracruzanos con ánimo de conseguir su voto, engañando como su padre, sin que haya una muestra de que cumplirá.
Las cifras alegres de Yunes Márquez
El 7 de mayo, en Boca del Río, Yunes Márquez presentó su estrategia asistencialista “Veracruz Porvenir”, enfocada al desarrollo social, y en subsecuentes actos de campaña ha ido desgranando paulatinamente las acciones de esta estrategia que tiene como base el programa insignia de su padre, “Veracruz Comienza Contigo”.
En la que podría ser la nueva capital de Veracruz en caso de que el PAN gane la gubernatura, Yunes Márquez dijo que esta estrategia constará de tres ejes: Ampliar a un millón de familias el programa «Veracruz Comienza Contigo»; Vivienda y acceso a los servicios básicos, e Impulso a la economía familiar.
El incremento de un plumazo en el número de beneficiarios de este programa, de 700 mil en que supuestamente lo ha puesto el actual gobierno como estrategia electoral, a un millón, es decir, 300 mil familias más, ha sido la primera de las cifras alegres del pretendido sucesor al trono. Pero vinieron más y es posible que en estos días se acumulen otras parecidas.
Se supone que la estrategia busca asegurar las necesidades básicas de todas las personas, en particular la alimentación; mejorar las condiciones de vivienda y acceso a servicios básicos, y el apoyo para que los beneficiarios, supuestamente, lleguen a la autosuficiencia.
También anunció la ampliación del Programa “Veracruz Comienza con las Mujeres”, pasando de 150 mil a 300 mil beneficiarias, además de que crearía el Fondo Porvenir, en el que las mujeres podrán acceder a créditos a la palabra para iniciar algún negocio y, con ello, contribuir al gasto familiar. “Nosotros les vamos a prestar el dinero a intereses muy bajitos, y los intereses que se cobren van ir a becas para los niños de esa comunidad”.
Habrá más coordinación entre las secretarías de Desarrollo Social, Salud, Educación y el Sistema Estatal DIF; se contará con asesoría de instancias nacionales e internacionales expertas, y se harán convenios de colaboración con los municipios, con el fin de complementar acciones de mejora en la vivienda y servicios básicos.
En otro evento de campaña, Yunes Márquez anunció el programa “1000 Días”, con el que apoyaría a familias de escasos recursos con esquemas de nutrición, salud, protección, cuidado y estimulación temprana para sus recién nacidos. Dijo que se ayudaría con el suministro de ácido fólico y una sana alimentación a las mujeres embarazadas.
Una promesa más: aumentar la cobertura de los desayunos escolares en municipios de más alta marginación, y que todos los niños de escuelas primarias públicas tengan uniformes, útiles y zapatos con cargo al gobierno.
Ya veremos qué más agrega al carrito en los próximos días.
Las coincidencias con “Veracruz Adelante”, de Duarte
Si se analiza a fondo la propuesta, no podemos sino recordar el programa “Veracruz Adelante”, presentado por el entonces gobernador Javier Duarte de Ochoa el 1 de diciembre de 2010, en el Museo de Antropología de Xalapa, al menos en lo que buscan ambas propuestas en materia de indicadores de pobreza.
Tanto el programa de Duarte en su momento, como el de Yunes Márquez ahora, buscan impactar en los criterios de medición de la pobreza del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), y con ello tratar de reducir las cifras de la población en pobreza y en pobreza extrema.
Lo buscan lograr sin resolver el problema de fondo, mediante apoyos económicos a adultos, personas de la tercera edad y madres solteras para incrementar el ingreso corriente per cápita; el apoyo con becas a estudiantes para reducir aunque sea marginalmente el rezago educativo promedio en el hogar; acceso a los servicios de salud básicos, apoyar para mejorar algunos aspectos de la vivienda, mediante programas de piso firme, techo seguro, dotación de servicios básicos como agua, electricidad y drenaje, y acceso a la alimentación.
¿Qué logró Duarte durante su administración? Absolutamente nada. Lo mismo ocurrirá con propuestas similares que hoy enarbola el candidato panista.
De los 4 millones 448 mil personas en pobreza que se registraban en 2010, y que representaban el 57.6 por ciento de la población, en 2016 se había incrementado en 9 por ciento, al llegar a 5 millones 49 mil 500 personas, un incremento de 415 mil 300 personas en esa condición, para representar el 62.2% de los veracruzanos.
En el caso de la población en pobreza extrema, los datos apuntan a una reducción. De 1 millón 449 mil personas (que representaban el 18.8% de la población), pasamos en 2016 a 1 millón 332 mil 500 (16.4%), una reducción marginal de casi 38 mil personas y de menos 2.8 por ciento. Todo ello, según datos oficiales del Coneval.
Es cierto que Duarte abandonó todo ejercicio presupuestal honesto casi de inmediato, y que ello pudo significar que los recursos etiquetados a los programas sociales se fueron al bolsillo de los funcionarios en lugar de sacar de la pobreza y la pobreza extrema a la población.
Sin embargo, ese es el destino manifiesto de políticas asistencialistas enfocadas solo en modificar artificialmente los indicadores de pobreza. Y eso parece ser el destino de las propuestas de Yunes Márquez, en caso de que gobierno y cumpla lo prometido.
Comentarios: belin.alvaro@nullgmail.com | www.alvarobelin.com | Twitter: AlvaroBelinA | Facebook | Google+ | Linkedin | Instagram