El final a 193 días. Tanto luchar por el poder, para no poder; para continuar con más de lo mismo y peor.
Para la población, crecen corrupción e inseguridad en Veracruz y el país. Según INEGI, se perciben y padecen más, ante insuficiencia y fracaso de políticas y programas gubernamentales. Tema sobre el que hay que abundar, por lo pronto puede consultarse en:
http://www.beta.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2018/EstSegPub/encig2018_03.pdf
Cierto, muy cierto: dinero, estupidez, corrupción e incapacidad son inocultables.
Cleptócratas intocables
Responsables y culpables ahí están y siguen, asociados y encubiertos por autoritarismo, arbitrariedad y nepotismo; imponiendo y sosteniendo sucesores encubridores, confiados en que, como siempre, no pasa nada y viene lo mejor. Total la ley es letra muerta.
Intocables y reciclables, bajo el amparo de una cultura o costumbre de impunidad efectiva; caracterizada por evidente acción y dominio, que trasciende en tiempo y espacio, de un multisistema de innumerables formas de operación y reproducción, que se extiende a todos los ámbitos de gobierno.
Lo más efectivo, es Justicia a modo, simulación y entretenimiento, Crimen sin castigo, que es ejemplo a seguir. Para ello, nada raro, propiciar y aprovechar pasividad, desinterés y enajenación ciudadana y social.
De principio a fin, en México y en Veracruz, excepciones aparte, tanto al PRIANRD y su hampa electoral, como a sus gobernantes, políticos y cómplices, poco o nada les importa crisis económica y falta de bienestar social. Solo les interesa ganar gobiernos, sostenerse o imponer socios, familiares y cómplices.
Ahí están, en toda elección, descaradamente dedicados a la compra o condicionamiento de votos, actas y sentencias, con clientelismo de acciones y programas de desarrollo social, y la operación de una costosa partidocracia con cargo al presupuesto.
Poco o nada les importan limitaciones y sacrificios que padecen millones y millones de seres humanos.
Cuando gobiernan, sobresalen en ineficiencia, corrupción e inseguridad; nulos o pobres resultados, con abundantes justificaciones y pretextos Eso sí, usan y abusan de los recursos públicos, de las atribuciones de las instituciones.
Y desde luego, son presuntos responsables y prófugos potenciales, por la creciente fractura y debilitamiento de finanzas y administraciones públicas, así como la inocultable ineficiencia y delincuencia gubernamental.
Gastar mal y endeudar más, es su característica y fuente de beneficios y ventajas.
Más información oportuna y confiable
Delincuente es el que no cumple con la ley, como la que los obliga a informar y no lo hacen, o lo hacen a su conveniencia.
Delincuente es el que viola el derecho a saber de la población, cuando engaña, distorsiona, entretiene y manipula.
En su mayoría, es insuficiente, cómplice y simulador el trabajo de quienes están supuestamente a cargo, de que todo servidor público cumpla con su obligación.
¿Cómo reconocer esfuerzo, avance y logro? ¿Cómo identificar lo bien o mal hecho y lo pendiente por hacer? ¿Cómo defender o condenar, sin información?
Lamentable hablar de lo que no se sabe, defender lo que se ignora, y criticar lo que se desconoce.
Peor sentirse obligados a confiar y aceptar ciegamente, lo que dicen quienes gobiernan, acostumbrados a mentir, a decir medias verdades, a inventar y manipular para evadir responsabilidades.
No es suficiente ni aceptable la comunicación faraónica, de la entrevista, el discurso y el boletín oficial. Lo que difunde el gobierno no es dogma, ni acto de fe.
Hecho comprobable, la opacidad y falta de acceso a información oficial. Por lo que, a unos meses de que concluya el gobierno estatal, hay que insistir, exigir y denunciar.
Hasta hoy, no se sabe ¿De qué tamaño es el daño recibido y cuál es ya, el acumulado por el gobierno actual?
Imprescindible saberlo para valorar el esfuerzo y no dar lugar a pensar o suponer, que hay arreglos, encubrimiento y Justicia a modo.
Concretamente, en muchas formas, a estas alturas y después de la manipulación e inconsistencia contable y de registros oficiales; por encima de las múltiples declaraciones que aseguraban no endeudar más, es notorio que lo que se debe sigue aumentando, en muchas formas. Y sigue sin informarse oportuna y correctamente. ¿A cuánto asciende el total-total de deuda pública estatal y municipal? ¿Dónde están los miles de millones de pesos presupuestados y desaparecidos?
Está por terminar la administración y pronto debe anunciarse, la trasmisión al nuevo gobierno. Sin embargo, muchas preguntas siguen sin responderse. Entre otras:
¿Y los resultados de la entrega recepción? ¿Cuántos despedidos y nuevos contratados van? ¿Renovar o autorizar más concesiones y privatizaciones, para beneficiar a quienes? ¿Cuál es el costo de la reestructuración de la deuda? ¿Es obligatorio sostener a funcionarios ineptos o mediocres con ofensivos y exagerados sueldos y beneficios especiales?
Demasiados asuntos públicos, siguen en opacidad y nulo acceso a información oficial actualizada y confiable. Sin verdaderas fiscalización evaluación social.
La ignorancia no es la madre de la felicidad responsable. Ineficiencia y corrupción, inician y se fortalecen con falta de información; y su manipulación causa entretenimiento y enajenación.
Imprescindible que, sin excepciones, se responsabilice y sancione.
Hacer realidad, prohibir y penalizar opacidad y desinformación oficial. Este y otros temas deben incluirse en las propuestas y debates electorales. .
Ineludible gobernar al gobierno, someterlo a la ley, para enfrentar estos colosales y nuevos desafíos. ¿Cuál diferencia, si imperan muchas de las mismas fórmulas y medidas experimentadas?
Urgen verdaderos gobiernos del cambio. La diferencia se nota, porque ahora se conocen y difunden más rápidamente fracasos, abusos, daños y pérdidas.
Prioridad gubernamental y objetivo general, propiciar e intensificar participación ciudadana y social; presentación y análisis permanente de acciones y programas, propuestas de continuidad o cambio en estructuras y funciones de las instituciones.
Representación pública y fortalecimiento institucional. Participación ciudadana y evaluación social. Tanto consolidación y transformación, como actualización y modernización, resultan incompletas o distorsionadas sin información y participación reales.
Lecciones presentes, ante aprendizajes ausentes. Decía Víctor Hugo que:
“La aceptación de la opresión por parte del oprimido acaba por ser complicidad; la cobardía es un consentimiento; existe solidaridad y participación vergonzosa entre el gobierno que hace el mal y el pueblo que lo deja hacer.”
. -Academico.IIESESUV@RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH