María Luisa Moreno Cortés, coordinadora del Área de Biomedicina del Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB) de la Universidad Veracruzana (UV), dio a conocer que existen factores de riesgo modificables que vuelven vulnerables a las personas a padecer diabetes mellitus, propiciando que los índices de la enfermedad se disparen y ubiquen a México en el quinto lugar en el ámbito internacional, y a Veracruz por arriba de la media nacional.
La investigadora ofreció la conferencia “Diabetes mellitus, reflexiones de los genes a los estilos de vida”, como parte del seminario que ofrece el IIB para la divulgación de los trabajos de investigación que allí se realizan.
En su charla, que fue de información y reflexión, dijo que mucho se habla de la enfermedad y de su origen por múltiples factores no modificables, entre los que se encuentra la carga genética; “es decir, lo que está en nuestros genes ya nos predispone de entrada a padecerla”.
Sin embargo, existen otros factores de riesgo modificables que hacen vulnerables a las personas al padecimiento: dormir menos de ocho horas, tener prolongados periodos de ayuno, el sedentarismo, y el consumo de dietas hipercalóricas o ultralipídicas y ricas en sales.
Refirió que el consumo de alimentos procesados y la comida rápida, “que es lo más económico y fácil de adquirir por nuestro estilo de vida acelerado”, es otro factor de riesgo que contribuye al desarrollo de la enfermedad.
También el consumo de productos light (bajos en calorías) y edulcorantes –que están de moda– propician padecer diabetes pues contienen índices glucémicos que al ingerirlos aumentan los niveles de azúcar, lo cual provoca que el páncreas deje de funcionar “ante el bombardeo con azúcar hacia el cuerpo”.
Asimismo, los malos hábitos de alimentación provocan la aparición de cuadros de polidipsia (necesidad de tomar líquidos con frecuencia), poliuria (excreción abundante de orina), polifagia (necesidad de consumir alimentos) y pérdida de peso, siendo estas cuatro manifestaciones las que avisan que la diabetes está clínicamente presente; cuando esto sucede difícilmente se puede revertir los valores de glucosa normal.
Para evitar este problema, se trabaja en alternativas que logren un cambio para lograr estilos de vida saludable.
José Luis Couttolenc Soto/Prensa UV