El monumento a la madre localizado en la avenida Ávila Camacho fue el espacio para que se unieran los Colectivos “Por la Paz Xalapa” y “Familias Enlaces Xalapa” para gritar “Este 10 de Mayo quiero un abrazo de mi hijo desaparecido” y fue aquí donde extendieron decenas de lonas con fotografías, nombres de mujeres, hombres, y las fechas que los vieron por última vez.
Todas tienen una Carpeta de Investigación iniciada en la desaparecida Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), otros en la Procuraduría General de la República (PGR) y ahora en la Fiscalía General del Estado (FGE) y en todos los casos la respuesta es la misma “no hay avances, si sabemos de algo nosotros les llamamos”.
En este monumento a la madre, extendieron sus lonas con las imágenes de sus hijos e hijas, colocaron un altar a la madre tierra y encendieron incienso y velas, así también con gises pintaron los nombres de las personas que buscan.
A este lugar primero llegaron las familias integradas en el Colectivo por La Paz Xalapa, que salieron alrededor de las 10.30 horas de la avenida Xalapa, su punto de reunión fue en la Benemérita Escuela Normal Veracruzana (BENV) “Enrique C. Rébsamen” y posterior arribaron los del colectivo “Familias Enlace Xalapa”, que marcharon desde el panteón Palo Verde, en la avenida 20 de Noviembre.
Eran alrededor de 80 padres y madres que llevaban colgadas lonas con las fotografías del ser querido que dejaron de ver un día o puestas camisetas con las imágenes, y otros más llevaban cartulinas y ahí escribieron los datos, fechas, nombre, edad, lugar de desaparición.
Las madres reclamaron a las autoridades su insensibilidad porque los años corren, se van unos, llegan otros a ocupar los puestos de la Fiscalía General del Estado (FGE) sin que se den los avances de saber dónde están sus desaparecidos.
Lloraban y se abrazaban unos a otros, para tratar de consolarse y se decían “estamos en el mismo dolor, estamos en la lucha, aquí estamos y no nos vamos a rendir”.
En la manifestación los acompaño la diputada local, Cinthya Lobato Calderón, que apoyó con agua y refrescos, mientras que los padres y madres se sentaban para tomar un descanso después de la larga caminata que habían realizado.
Verónica Huerta/Avc