En apenas una semana de campaña, José Yunes Zorrilla levanta en las encuestas y pone en predicamentos a los jefes de campaña de Cuitláhuac García (Andrés Manuel López Obrador) y de Miguel Ángel Yunes Márquez (su papá el gobernador), que ven como sus candidatos ni suben ni bajan, simplemente se estancan.
De gira por Veracruz, López Obrador tuvo una encerrona con Cuitláhuac y su equipo cercano para darles un jalón de orejas. Entre lo que les dijo fue que pusieran de su parte y no le dejaran a él todo el paquete. “Si nos dormimos nos van a ganar el mandado, no sólo el hijo de Miguel Ángel, sino hasta Pepe (Yunes Zorrilla) que ya se anda moviendo”.
En el patio de a lado, preocupa el hecho de que en siete días de campaña Miguel Ángel Yunes Márquez no haya subido ni medio punto porcentual a pesar del apoyo de su papá.
Yunes Linares ordenó “mucha gente” para el arranque de campaña de su hijo en Boca del Río, y las dependencias estatales y los ayuntamientos cumplieron a cabalidad hasta juntarle 15 mil acarreados.
Pero esa demostración del músculo yunista y otras en diferentes puntos de Veracruz, no se han visto reflejadas en las encuestas ni en las redes sociales donde están tundiendo al joven junior por su Plan de Seguridad.
Su gira de este domingo por el norte de la entidad incluyó una visita a Pánuco donde la violencia es la reina, y donde su papá prometió como candidato que acabaría con la inseguridad y metería a la cárcel al panuquense ex contralor de Duarte, Ricardo García Guzmán y a sus hijos. Y terminó siendo su gran cuate.
A la hora de escribir estas líneas no tenía información sobre esa visita, pero casi puedo asegurar que no tuvo un recibimiento afectuoso.
La publicidad en televisión tampoco le ayuda mucho. En uno de los promocionales Yunes Márquez remata con la frase: “Lo mejor está por venir” que es una copia del “Vamos bien y viene lo mejor” repetida hasta el pecado por Fidel Herrera en apoyo a su discípulo Javier Duarte.
Como mensaje la frase es pésima porque quienes la escuchan la relacionan de inmediato con los ex gobernadores más odiados de Veracruz y con el saqueo que perpetraron.
Todo esto le impide a MAYM seguir sumando y eso trae bien asoleado a su jefe de campaña.
Cuitláhuac está peor; de plano no se mueve, no genera, no emociona. Y comienza a bajar en las encuestas.
Y hablando de encuestas, Pepe Yunes no se fía mucho de ellas porque sabe que están hechas a la medida del cliente. Pero llamó su atención la realizada por Massive Caller empresa contratada por el PAN que le dio 10 puntos en los últimos 21 días.
Un miembro del equipo de campaña del peroteño me comentó que Massive Caller sabe que son más puntos, pero darlos a conocer sería malísimo para el ánimo de Yunes Márquez. “De acuerdo con nuestros sondeos son 14 puntos los que subió Pepe”, me dijo.
Diez o catorce puntos en un lapso relativamente corto, no son números nada malos para un aspirante a quien tanto AMLO como el gobernador Yunes Linares veían fuera de la competencia. Por el contrario, son números formidables.
“Políticamente hablando, Pepe Yunes está muerto y enterrado”, habría dicho en corto el Peje al que la soberbia le sigue jugando malas pasadas. Pero ni muerto ni enterrado. José Yunes Zorrilla está lejos incluso de padecer alguna enfermedad que lo aleje de la contienda “por motivos de salud”.
Si cuando surgió su candidatura era en efecto el rival aparentemente más débil, en las últimas tres semanas le está dando vuelta a la tortilla. Se sobrepuso al efecto Duarte, al desencanto por el PRI, al rechazo ciudadano por todo lo que oliera a ese partido, y de ribete, se ha ido sacudiendo a los priistas indeseables que en un principio se le pegaron como lapas.
Como candidato, Pepe se ha mostrado como es; sin poses retóricas y sin afeites, con un discurso sencillo donde no caben las promesas estrambóticas e imposibles y con una humildad de la que carecen sus contrincantes.
Su proyecto para Veracruz y su persona, son la dupla que lo está haciendo sumar voluntades y subir en las encuestas.
Tiene razón Andrés Manuel cuando dice que “Hasta Pepe se anda moviendo”.
En efecto, Pepe Yunes se está moviendo hacia arriba… y de qué forma.