Mientras el proyecto del virreinato de la Nueva España fue evangelizar, el del México independiente consistió en castellanizar y marginar las lenguas originarias
El lingüista Andrés Hasler recurrió al ex rector de la Universidad Veracruzana (UV), Gonzalo Aguirre Beltrán, para destacar que en el país la prioridad debería ser la integración de la lengua y la cultura, con la finalidad de preservar las lenguas originarias, las cuales desde el México independiente han sido marginadas y en consecuencia algunas han desaparecido y de otras más día con día decrece el número de hablantes.
Como parte del Foro Académico “El lenguaje en la construcción de la identidad”, que se desarrolla en el marco de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2018, el 2 de mayo tuvo lugar la Mesa 6 “La preservación de las lenguas indígenas”, en el Salón “Emilio Carballido” del Complejo Deportivo Omega.
En ella participaron tres académicos dedicados principalmente a la lingüística y preservación de lenguas originarias: Andrés Hasler, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), Unidad Golfo, y académico de la UV; Héctor Muñoz Cruz, de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, y Carlos Octavio Sandoval Arenas, docente de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI) sede Grandes Montañas; así como Rafael Nava Vite, en calidad de moderador.
De acuerdo con Hasler, “la prioridad para los hablantes de las lenguas indígenas, tal como Aguirre Beltrán lo vio, es la integración, no la conservación de su lengua y cultura. Si su lengua y cultura es compatible con la integración, se conserva, si están en disyuntiva y hay que elegir, se elige la integración no la lengua. Ése es el problema”.
Insistió en decir que las personas hablantes de una lengua materna han optado por la “integración”, pues el preservarla les implicaría ser vulnerables a la exclusión, marginación y discriminación. “Ellos lo que quieren es integrarse en condiciones de igualdad ciudadana y dicen ‘la cultura y la lengua me estorba’; entonces, nuestra tarea es desechar ese mito. No estorba”.
El investigador del Ciesas-Golfo subrayó que integrar significa formar parte del mosaico intercultural, tener un proyecto multicultural y multilingüístico de nación; “es lo que Aguirre Beltrán siempre dijo y que ha sido completamente calumniado en discursos posteriores que lo han vetado”.
Asimismo, los académicos explicaron que mientras el proyecto del virreinato de la Nueva España fue evangelizar, el del México independiente consistió en castellanizar y marginar las lenguas originarias.
Como muestra, Carlos Octavio Sandoval precisó que hasta 1900 más del 80 por ciento de la población mexicana era hablante de una lengua originaria y en 2010 el porcentaje bajó al seis por ciento, según instituciones oficiales. “Cifras que indican un alarmante decrecimiento”.
El académico de la UVI-Grandes Montañas criticó el “discurso triunfalista” de las instituciones gubernamentales que versa sobre la preservación, rescate y difusión de las lenguas indígenas, y se escuda, por ejemplo, en destacar la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali) y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas; no obstante, el panorama es “alarmante”.
Al respecto, Héctor Muñoz Cruz citó: “La problemática formulada para esta mesa redonda corresponde, en realidad, a un nuevo campo profesional de los estudiosos del lenguaje y la cultura; lo podríamos llamar provisoriamente ‘diseñador de políticas del lenguaje’. Eso nos está haciendo falta aquí, en Inali, en la Secretaría de Educación Pública, en todas partes”.