En su afán por presumir su visión cosmopolita, el candidato del frente PAN-PRD-MC a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Márquez, abrió esta semana con un espectacular anuncio: dijo que contratará los servicios del ex alcalde republicano de Nueva York, Rudolph Giuliani, para que lo asesore en materia de seguridad pública, lo que no sólo pone en entredicho los supuestos logros que el día anterior acababa de reconocerle ante miles de simpatizantes en Boca del Río el abanderado presidencial Ricardo Anaya a su padre, el gobernador en funciones Miguel Ángel Yunes Linares, en su lucha contra la delincuencia, sino que además el primogénito del mandatario panista se ha puesto de pechito para que sus adversarios lo vapuleen con esta polémica ocurrencia, si es que decidieran recurrir a los mismos argumentos que en su momento expuso el entonces dirigente nacional del partido blanquiazul, Gustavo Madero, para cuestionar a Enrique Peña Nieto cuando hace seis años, en su campaña presidencial, el priista presentó al afamado general colombiano Oscar Naranjo Trujillo como “asesor externo” para “redefinir la Estrategia de Seguridad Nacional”.

Al explicar su invitación al general Naranjo –considerado como el “mejor policía del mundo” por haber desarticulado en su país natal los cárteles de Cali y Medellín, y por dirigir en 1993 la operación que terminó con la vida del capo Pablo Escobar–, el mexiquense dijo en conferencia de prensa a mediados de junio de 2012, casi tres semanas antes de la elección presidencial: “Sin duda, el tema de preocupación entre los mexicanos, de mayor angustia y que sin duda hoy nos genera este ambiente de miedo entre la sociedad mexicana, es por la ausencia de seguridad.”

Sin embargo, al final de su sexenio, Peña Nieto está dejando al país sumido en la peor crisis de violencia, con más muertos y desaparecidos de los contabilizados oficialmente en la administración del presidente Felipe Calderón.

Naranjo sólo estuvo en México alrededor de año y medio, pues retornó a Colombia en enero de 2014.

Sin embargo, uno de los primeros en protestar por este nombramiento fue el presidente del CEN del PAN, Gustavo Madero, quien mediante un comunicado emitido el sábado 16 de junio de 2012 consideró que la decisión de incorporar al ex director de la Policía Nacional de Colombia podría violar la Constitución mexicana ya que su participación representa “una clara injerencia de este personaje en la vida política nacional”.

En su comunicado, Madero señalaba que “Peña debe leer más libros, pero también la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para que se entere de lo que postula el artículo 32 de la Carta Magna: ‘En tiempos de paz, ningún extranjero podrá servir en el Ejército ni en las Fuerzas de Policía o Seguridad Pública”, puntualizó entonces el dirigente del partido blanquiazul, subrayando que para asumir esa tarea  “se requiere ser mexicano por nacimiento”.

Asimismo, el presidente del CEN del PAN criticó al candidato del PRI por optar por un policía colombiano como asesor en el tema de combate a la delincuencia organizada, y estimó que con esa decisión Peña  “manifiesta menosprecio hacia el esfuerzo, profesionalismo, entrega y lealtad de las Fuerzas Armadas mexicanas”.

Es de extrañar, agregó, que se “pretenda recurrir a asesores externos para combatir al crimen organizado, cuando son  los gobernadores de su propio partido quienes lo han dejado crecer e instalarse con toda libertad en las entidades que gobiernan”, puntualizó Madero.

El anuncio de contratar al ex alcalde neoyorkino como asesor lo hizo Yunes Márquez este lunes en conferencia de prensa durante la exposición de su “Plan de Seguridad Veracruz”, que ha resultado ser prácticamente un refrito de las propuestas que en 2016 presentó su papá también como candidato a gobernador, el cual prometió igualmente la instalación de 10 mil cámaras de seguridad y el apoyo de drones y aviones no tripulados así como la presencia permanente del Ejército, de la Marina Armada de México, de la Policía Federal y de la Gendarmería Nacional, e incrementar el número de elementos de la Fuerza Civil del estado.

A Chikiyunes nada más le faltó ofrecer que abatiría en 50 por ciento los índices criminales en los primeros seis meses de su gobierno, tal como lo prometió su padre en la campaña de 2016 y que –según declaró en otra ocasión el propio primogénito– solamente los “ingenuos” se la creyeron.

Por cierto, Yunes Márquez está prometiendo anticipadamente el apoyo de todas las fuerzas federales, lo que en su momento dependerá de la aprobación del Presidente de la República, ya que constitucionalmente es el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas.

Y es que si como hasta ahora indican todas las encuestas, Andrés Manuel López Obrador, de MORENA, finalmente gana la elección presidencial de julio entrante, ¿habría buena disposición y gran coordinación entre el tabasqueño y el hijo de Yunes Linares si resultara triunfador también en los próximos comicios? ¿AMLO olvidará, por ejemplo, los agravios de los que este domingo y lunes fueron objeto él y su candidato a gobernador Cuitláhuac García Jiménez en los actos de campaña en Xalapa y Córdoba?