En el arranque de las campañas por la gubernatura, la nota la dieron cuatro botargas marca MAYL que se hicieron presentes en el paseo de Los Lagos, poco antes de que el candidato de Morena, Cuitláhuac García y la velocista Ana Gabriela Guevara, comenzaran su “Carrera por la transformación de Veracruz”.
Las botargas con la figura del ex presidente de Venezuela Hugo Chávez, causaron tanta sorpresa que incluso los corredores se tomaron selfies, hasta que apareció Atanasio García, padre de Cuitláhuac y las corrió al grito de ¡hijos de Yunes!
De este arranque de campaña no hay mucho que decir, sólo que algunos asistentes se sintieron defraudados, no por las botargas, sino porque les dijeron que asistiría Andrés Manuel López Obrador.
Por Dios ¿qué les pasa? Con el infarto que sufrió hace cinco años y querer verlo correr…
Será hasta este lunes cuando el tabasqueño acompañe a su muchacho a una gira por Córdoba, Orizaba y Zongolica. Después le dará su bendición y buenas vibras para que no se desbarranque de las encuestas.
Miguel Ángel Yunes Márquez comenzó su campaña recordando a Fidel Herrera y Javier Duarte con la frase: “Seré el mejor gobernador en la historia de Veracruz” que utilizaron en su momento esos dos quemadísimos personajes.
Rodeado de la plana mayor de panismo veracruzano, el joven aspirante dijo que recorrerá los 212 municipios de la entidad llevando sus propuestas con alegría “porque siempre será mucho mejor transmitir esperanza y optimismo que el pesimismo de esos que todo lo ven mal”.
Pues vaya que tendrá que echarle mucha alegría y optimismo a su discurso, ya que mientras en el país el secuestro disminuyó un 17%, en Veracruz ha crecido un 550% durante el gobierno de su papá.
Mucho tendrá que sudar para contrarrestar el “pesimismo de esos que todo lo ven mal”, que no son otros que ocho millones de veracruzanos, temerosos por tanta violencia e iracundos con el titular del Ejecutivo estatal.
En Boca del Río el joven junior dijo: “Quiero mejor educación para los niños, mejores hospitales, mejor seguridad y que los veracruzanos vivan felices”.
Y no faltó quien recordara que eso mismo dijo su señor padre hace dos años cuando anduvo en campaña.
Por su parte, Pepe Yunes no se anduvo por las ramas y sin decir agua va fustigó acremente el gobierno de Miguel Ángel Yunes.
Sin mencionarlo por su nombre (cosa que no hizo falta) el peroteño le echó en cara que a pesar de los recursos sin precedentes que Veracruz ha recibido de la Federación, no pueda con el paquete de la inseguridad y la violencia.
Con conocimiento de causa y en cuatro palabras, mató el discurso triunfalista del panista al asegurar: “No ha hecho nada”. Y al dirigirse a los veracruzanos les pidió en primera persona: “Quiero ser Gobernador de Veracruz para ocuparme de la seguridad de tu familia. Por eso, vengo con humildad a pedirte tu voto”.
En el deportivo “Las Ánimas” de su natal Perote, Pepe se vio a sus anchas y su discurso fue directo al corazón de sus oyentes que saben que no es retórico ni mentiroso como Fidel, acomplejado y farsante como Duarte, ni falaz y autoritario como Yunes Linares.
“Será un excelente evento si llegan los cinco mil seguidores que esperamos”, me dijo la víspera uno de los organizadores del programa en Perote. Pero por poco se va de espaldas cuando le dieron la cifra… ¡cerca de 18 mil!
Es Pepe quien preocupa a los Migueles padre e hijo. No sólo por sus propuestas sino por algo más. Saben que habrá voto de castigo para el PAN y el grueso de ese voto se canalizará hacia el peroteño.
Saben además que a partir de este domingo no podrán seguir cuchareando las encuestas, porque eso simplemente nadie lo creerá.
En síntesis, saben que el sueño de empoderarse ocho años en la gubernatura se puede diluir en el curso de dos meses.
Miriam Judith González Sheridan por su parte, comenzó su campaña en su natal Minatitlán platicando con obreros de la refinería y con amas de casa en uno de los mercados locales.
Con casi nulas posibilidades de alcanzar la victoria, pasará a la historia como la segunda mujer en aparecer en las boletas para la gubernatura y eso será todo. Pero tendrá material de sobra para contarle largo y tendido a sus nietos sobre su aventura.