Veracruz, Ver.- El miedo a la inseguridad que se vive en el país ha provocado cambios en la vida de muchos jóvenes, según señalaron algunos de ellos.

Los estudiantes universitarios han tenido que tomar diversas previsiones para evitar formar parte de los problemas de seguridad que existen en el país.

Las familias, los amigos, maestros y la sociedad en general les han pedido que realicen acciones, ante la inseguridad que se vive en el estado y país pero además de la que en muchas ocasiones han sido víctimas los jóvenes.

“Hay varias cosas que en nuestra familia nos dicen y también siempre las autoridades también nos dicen por ejemplo no salir de noche, salir siempre acompañado, no tomar, siempre saber con quien salimos, ir bien resguardado, llevar en la mochila lo esencial”, contó Edson Báez, estudiante de la facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Veracruzana.

El temor de ellos, es justificado según la integrante del Colectivo Solecito de Veracruz, Lucía de los Ángeles Díaz Genao, quien dijo que la mayor parte de las desapariciones son en jóvenes.

Detalló que según el registro que tienen es que el 60 por ciento de los desaparecidos son de personas entre 20 y 25 años.

Algunas actividades en las que no debería haber mayor problema como estudiar hasta ciertas horas, cumpliendo con lo que marca su horario de clases se han convertido en un peligro.

“Aquí en el Campus Mocambo pues es irse temprano y la norma es que los profesores de las últimas horas de clase te den esa posibilidad de salir mucho más temprano, es decir que si tienes una clase de 7 a 9, máximo te quedes a las 8:30”, indicó Gustavo Vergara Cruz, estudiante de Ciencias de la Comunicación.

Además, las mujeres consideran que son aún más vulnerables que el resto de la población ya que deben cuidar de delincuencia organizada y común pero también de los ataques machistas.

“Todos en general tomamos medidas de seguridad, desde seguir a la calle, estar observando quien te sigue, acciones pequeñas pero que todos poco a poco hemos ido tomando porque nuestros padres nos dicen, porque vemos como están las noticias, más allá de eso pues cada vez que viajamos”, afirmó Jesica Blanco, estudiante en Ciencias de la Comunicación de la Universidad del Valle de México.

“Yo como mujer es más complicado, cuando tomo el transporte, cuando viajo, estarme reportando todo el tiempo con mi familia, donde voy, poner ubicación, etcétera”, añadió.

El recuento de casos

Los estudiantes de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Veracruzana ya vivieron un episodio de violencia cuando se compañera Génesis fue desaparecida junto a otros dos jóvenes.

Su cuerpo y los otros fueron encontrados en bolsas de basura en un terreno vecinal. Las movilizaciones y el llanto no fueron suficientes para la exigencia de justicia.

Fue el segundo caso en menos de un año en Veracruz.

Apenas en enero del 2016 el estado de Veracruz se conmocionó con la desaparición de cinco jóvenes a manos de la policía en el municipio de Tierra Blanca.

José Benítez de la O, Mario Arturo Orozco Sanchez, Alfredo González Díaz, Bernardo Benítez Arroniz y Susana Tapia Garibo fueron detenidos por una patrulla, lo que se dio a conocer por videos que provocaron que el caso diera la vuelta al mundo. Y nunca regresaron. Los restos de algunos fueron encontrados en el rancho El Limón.

Bastaron unos días más para que en ese mismo enero, otros policías pero ahora municipales desaparecieran a tres jóvenes en Papantla. Los policías fueron declarados culpables pero los jóvenes ya no regresaron a sus casas.

Pero esos no ha sido el único caso. Los 43 jóvenes desaparecidos en Iguala, Guerrero y que hasta el momento no han sido localizados.

Hace tan solo unos días, seis jóvenes desaparecieron en el transcurso entre Tlaxcala, Oaxaca y Veracruz. Sus vehículos fueron encontrados calcinados pero ellos siguen sin aparecer.

Ana Alicia Osorio/Avc