Apenas el 2 de marzo pasado el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares enfiló sus baterías contra el alcalde xalapeño, Hipólito Rodríguez, por haber tomado la decisión de enviar a capacitar a quienes integrarán la policía municipal a la academia de Puebla, teniendo a tiro de piedra la Academia de Policía de El Lencero, que administra la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), una dependencia por cierto que ha dado de baja a 1 mil 300 elementos sin que sepamos oficialmente si ha contratado a quienes los suplan o va a nadar de muertito para que sean los ayuntamientos quienes se hagan cargo de sumarlos a las tareas preventivas.

En esa ocasión, Yunes Linares no solo elogió a la academia de El Lencero (un centro verdaderamente tenebroso, en cuyos linderos se halló un cementerio clandestino y donde se hacía el intercambio de varios jóvenes acusados de apoyar al narcotráfico entre diversas fuerzas policiacas para después ser condenados a morir en ejecuciones extrajudiciales), sino que puso precio a lo que gastaría un ayuntamiento al que no ha dejado de molestar por el simple hecho de encabezarlo Morena. Según el ‘experto’, el ayuntamiento capitalino tendría que erogar 14 millones de pesos más.

“Respeto la decisión del presidente municipal, pero me parece que no tiene ningún sentido porque en Xalapa está una de las mejores academias de policías del país, acreditada por el Sistema Nacional de Seguridad Pública”, dijo en esa ocasión.

Pero los desencuentros entre el panista y los alcaldes de Morena en el tema de seguridad pública parece que nunca tendrán sosiego. Es cierto que es responsabilidad de ambas partes pero claramente el panista trata de que los ayuntamientos de Morena, entre ellos el de Xalapa, paguen la alta factura del crecimiento de la violencia criminal en Veracruz, mediante la obstaculización en el proceso de transición de la policía.

Y es que este lunes, una vez que el alcalde de Xalapa decidió contratar la capacitación de su policía en las instalaciones localizadas en el vecino municipio de Emiliano Zapata, Hipólito dijo que el jueves pasado los directivos de la academia de manera irresponsable impidieron el acceso a sus instalaciones del alcalde capitalino y su comitiva, a pesar de contar con un acuerdo con el director, como parte del proceso de creación de la Policía Municipal de Xalapa.

“Acudimos el jueves pasado a una cita que puntualmente se hizo y no fuimos recibidos, ese es el mensaje; de nuestro lado no quedó, de nuestro lado hubo la voluntad, me acompañó el regidor Juan Gabriel Fernández y el director de Seguridad Ciudadana, Julio César Amaya (…) No fuimos recibidos de la manera apropiada, no se nos permitió entrar a las instalaciones, se nos dijo que no tenían permiso para recibirnos”.

¿Era un simple juego la batalla verbal de Yunes contra Hipólito por haber despreciado a la academia local de policía o es que los asuntos internos de la SSP de plano viven un periodo de verdadero caos, al grado de que no se avisó a los responsables de la Academia el arribo de los funcionarios municipales?

Por lo pronto, Hipólito ha confirmado que sus policías serán capacitados en la capital poblana, mientras que los directivos de la SSP y de la Academia de El Lencero deberán plantearse seriamente a qué intereses sirven.

A Héctor Yunes, ya nadie le tiene respeto

Hace tiempo que el senador Héctor Yunes Landa, flamante coordinador estatal de la campaña del candidato presidencial José Antonio Meade, ha perdido la sensibilidad para conocer quiénes son leales al PRI y quiénes deben ser enviados directamente al rancho de Andrés Manuel López Obrador en su natal Tabasco.

Las traiciones, burlas y engaños que le han prodigado varios de sus antiguos seguidores parecen no tener límites; aunque les llame, estos aprovechan sus comunicaciones para aparentar un valor del que carecen y cobrar cara su adhesión al candidato de la coalición “Por Veracruz al Frente”, Miguel Ángel Yunes Márquez.

Aunque la desbandada de varios militantes debía aprovecharse para deshacerse de basura, Héctor Yunes sigue tratando de convencer a los traidores de permanecer en el PRI, aunque no aporten maldita la cosa al candidato al gobierno estatal, Pepe Yunes.

Por ejemplo, la semana pasada Marco Antonio del Ángel, dirigente del Movimiento de los 400 Pueblos y actual vocero estatal del PRI, amenazó a Héctor Yunes con tomar las instalaciones del PRI e irse a Morena si no le daban una plurinominal. Por supuesto, falta ver si toma esa decisión y si lo aceptan en Morena, aunque por lo que hemos visto es posible que hasta capilla le construyan.

Otro a quien Héctor llamó es Teodoro Mondragón, exalcalde de Vega de Alatorre, quien lo visitó en el CDE del PRI para recibir el apoyo a su proyecto, que no recibió, pese a lo cual hizo creer al senador que trabajaría por el candidato del PRI. Sin embargo, ya se reunió con (y se unió a) Miguel Ángel Yunes Márquez, tres días después de la llamada, ignorando la súplica del choleño.

Aunque sin la menor importancia, añadimos aquí al exregidor del PRI, Sergio Lira, quien fungiera como vocero del dueño de la franquicia de los Tiburones Rojos, Fidel Kuri Grajales, cuando fue candidato a la alcaldía de Veracruz, y quien parece que hará lo mismo que su exjefe, aunque no irá a Morena sino al PAN.

Sergio Lira, quien es posición de Sergio Pazos y Enrique Guzmán (de Mariscos Villa Rica), en su afán de seguir viviendo del erario y sostener su minúsculo coto de poder, ya se reunió con el diputado local panista Juan Manuel de Unanue Abascal, presidente de la comisión de Vigilancia del Congreso local, en el Café de La Parroquia, en Costa de Oro, para ofrecerle sus servicios y los supuestos votos que supuestamente controla para asegurar su reelección.

Así las cosas en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río y en algunas otras partes de la entidad: cuando piensan que el barco del PRI se hunde, salen corriendo como ratas.

 

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