Fracasando en mi búsqueda de una frase acá perrona de Pitol para verme intelectual

–Chopenjawer

La noticia que conmocionó desde la mañana de este jueves fue el sentido fallecimiento del escritor, diplomático y traductor Sergio Pitol.

Y es que si bien no era veracruzano de origen (nació en Puebla; nadie es perfecto), el multipremiado autor decidió vivir sus últimos días en Xalapa, en donde se le veía comprando periódicos, tomando café o simplemente caminando con amigos.

Quien no se haya topado a Sergio Pitol por las calles de la capital veracruzana, se perdió de una de las anécdotas más importantes de su vida.

Tan apreciado hasta para los que no conocemos su obra, pero a sabiendas de su importancia para la literatura mexicana, lo mínimo era saludarle con una sonrisa y decirle «Maestro, un gusto verlo». (Confieso que una vez por la flojera de no cargar la pila del celular, se me agotó justo en el momento que lo tuve de frente en una cafetería en Coatepec).

En Xalapa tuvo muchos alumnos en sus cátedras en la Facultad de Letras. Luego invitaba a grupos a su casa donde se realizaban tertulias y les mostraba su amplio acervo de libros, fotografías, recuerdos y su colección de películas en todos los idiomas… ¡Chingao, qué envidia!

En los últimos años, gente cercana a él comentaba de su salud deteriorada. Que todo empezó con palabras que cambiaba sin sentido, pero que no alarmaban en lo absoluto para pensar que su salud se marchitaba. Luego fueron oraciones completas sin lógica, pero sin perder todavía la lucidez y la movilidad en el cuerpo. Posteriormente, ya era imposible comunicarse con él y no había señales claras de si todavía su mente estaba intacta. Con el tiempo, su enfermedad agudizó. Afasia, le dicen.

En los últimos años poco salía de su residencia amarilla; quienes lo llegaron a visitar decían que fumaba a escondidas. A Pitol, ya desde entonces, lo extrañaban Xalapa y sus amigos más cercanos.

Quienes se quisieron colgar del tema fueron los de la Universidad Veracruzana, pero la familia los bateó y por una sencilla razón: la UV, hasta su muerte y alegando la disputa legal, no le dio apoyo médico y aparte retuvieron sus pagos y regalías… ¿Con qué cara se presentaron?

Y surgen más dudas: ¿cuándo va liberar las regalías a sus herederos la UV? ¿Por qué hasta ahora no han designado sede para albergar la biblioteca de Pitol? ¿Es cierto el rumor de que por tanta negligencia, los herederos contemplan la idea de donar a la UNAM la biblioteca de Sergio en lugar de dejarla en Xalapa?

Por cierto, qué mal se vio la manera en que sacaron el cuerpo del ilustre: envuelto en una sábana y en una camilla de esas que usan para el Servicio Médico Forense. Un trato verdaderamente indigno.

Corazón de izquierda

Era muy conocida la filiación de izquierda de Sergio Pitol. Su presencia en actos encabezados por Andrés Manuel López Obrador así lo confirmaron.

El portal Nación321 recogió algunos de sus testimonios a favor del tabasqueño: «La ola de gobiernos de izquierda en toda América Latina, aunque muy diversas, es el resultado de una serie de políticas neoliberales que han hecho a los ricos más ricos y a los pobres más pobres, por eso celebro que en México, un político de izquierda como Andrés Manuel López Obrador, sea el favorito indiscutible en las encuestas. Sus rivales han hecho cosas espantosas, ignominiosas».

Otro que vale la pena compartir: «Temo que asesinen a Andrés Manuel López Obrador. Como asesinaron a Colosio. Sé que va a ser muy largo el camino».

De hecho, el tabasqueño, junto a Ricardo Anaya y a José Antonio Meade, fueron de los que dedicaron mensajes a Pitol por su fallecimiento. Hasta las 22.00 horas, la esposa de Felipe Calderón y candidata independiente, Margarita Zavala, ni una flor le dedicó. El presidente Enrique Peña Nieto por la noche le dedicó un tuit.

Otro que tampoco se dignó a escribir una condolencia fue el gobernador de Veracruz.

NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: Nos comentan desde la Ciudad de los Treinta Caballeros sobre el tema de la renuncia del presidente del PAN municipal: «En Córdoba el hilo se reventó por lo más delgado, los platos rotos los pagó un pobre cabrón que ni invitado estaba a la cena; no quiero ser malpensado pero creo que aprovecharon para descabezar uno de los pocos bastiones que le quedaban a Víctor Serralde, en cuyo establo juega Iván»… O sea, Cascarita y su Chiquito peleándose hasta con sus aliados… Ahí la llevan…

OTRA NOTA: ¿Será que el Congreso se preste a la destitución de un alcalde como en el caso de Minatitlán? No es por defender a Don Nico, pues comentan que ya le da por hacer berrinche y salirse de las sesiones, pero que tampoco se dude de la perversidad para desmontar uno de los bastiones de Morena.

LA ÚLTIMA PORQUE HAY QUE DAR EL ROL: Que en Medellín de Bravo de plano está tan ojete la inseguridad, que los taxistas ya no dan servicio después de las 8 de la noche… Hablamos de territorio del gober Cascarita, donde tiene su feudo y le creyeron sus mentirotas de que la inseguridad la iba a arreglar en seis meses.

@pablojair