En esta segunda parte de la conversación, Ik’Balam habla de su formación y de sus influencias musicales y literarias.

Este torito que traigo, / lo traigo desde Xalapa…

En el DF todavía no he tenido la oportunidad de concretar proyectos con muchos amigos que están allá, pero siento que es una ciudad por la que tenemos que pasar ya que hay una concentración de músicos en ciertas áreas del país, por ejemplo, me sorprende que en Xalapa haya tantas posibilidades para los músicos, como JazzUV, los encuentros, los festivales, las clases maestras, las presentaciones de discos, la Orquesta Sinfónica de Xalapa, como tener acceso a una sala como Tlaqná, siendo estudiante, por 30 pesos, no es nada y lo que puedes aprender es una súper experiencia.
A mí me da mucho gusto haber tenido la oportunidad de estar en una ciudad así y estar a la par en dos movimientos muy importantes ahora como el son jarocho y todo lo que ha crecido alrededor de JazzUV. Creo que es igual que los que estuvieron, en su momento, en Nueva York o en París o en Japón o en esos lugares importantes que tanto vemos y queremos estar ahí. Creo que aquí tenemos todo eso sin tanta contaminación, sin costos tan elevados. Tener esas oportunidades hizo que decidiera quedarme y seguir esa convicción que tenía de estudiar en una academia con un instrumento tradicional, porque si hubiera querido, me hubiera ido y hubiera terminado en otro lado tocando otra cosa o dedicándome quizá a algo periférico a la música o a las artes.

Una poca de chamba y otra cosita

De mi trayectoria, lo primero que recuerdo no fue en la música sino en un performance de teatro por el Día Mundial del Agua, vino una compañía holandesa que se llama The Lunatics y traían ese performance que se llama Lunagua. Estuve con ellos en la USBI y en Chapultepec, en México. Eso fue en el 2005, incluso antes de agarrar una jarana, y estuvo padre conocer cómo se organiza ese tipo de espectáculos y luego vi que muchas partes de la producción sí tienen que ver con la organización de un concierto.
En la secundaria fue la grabación del disco Vuela Voladora, esa fue la primera vez que entré a un estudio de grabación y me acuerdo que me gustó mucho. Luego estuve en varios grupos intermitentes y participé en algunas grabaciones que iban a ser parte de otras grabaciones más grandes pero se quedaron solamente en YouTube.
Más recientemente acompañé dos veces a Sara Robledo en el proyecto Roble de Agua en el Lunario y en Chapultepec. También estuve un tiempo con Macuiles el año pasado. Con Ramón, el año pasado acompañamos a los poetas Francisco Hernández y Mardonio Carballo en el homenaje que se le hizo a Francisco Hernández en la Feria del Libro. Francisco Hernández tiene un seudónimo que es Mardonio Sinta con el que tiene unos versos impresionantes, también me gusta mucho esa parte de la lírica de Veracruz, todo el potencial que tienen las cuartetas, las sextetas, las décimas, las coplas.
He participado en los ensambles de JazzUV, en preparatorios tuvimos la fortuna de grabar con Aleph dos piezas, que están en YouTube, y nos presentamos en un congreso de etnomusicología de la UV. También están las interacciones que permite la escuela como poder tocar con Tim Mayer o en las jam del festival, donde se suben artistas como Zaccai Curtis y otros artistas muy renombrados.
Últimamente fui a Tulum y estuve compartiendo con un grupo de son jarocho que se llama Mogo Mogo, me gustó mucho ir a esa parte del país y ver la diversidad de músicos que hay, hay rock, hay flamenco, hay jazz, hay son jarocho, hay salsa, hay cumbia, hay música balcánica, es un lugar muy chiquito pero ahí está todo ese potencial de músicos.

Despacito, muy despacito…

Yo me dado cuenta que en mi generación, no solo en la musical sino en la generación joven del país, está muy presente lo inmediato pero yo nunca dije ya quiero tal cosa, ya quiero estar en este lugar con el requinto, ya quiero estar tocando con tal persona, ya quiero que sea tal cosa, más bien decía este momento es estudiar tanto tiempo, ahorita tiene que ser eso y me dio resultado, afortunadamente, esa actitud hizo que no me agobiara por querer salir antes de tiempo o por querer estar en un lugar en el que quizá no tendría que estar antes. Eso se lo atribuyo al entorno en que crecí, el rancho de mis papás está en el bosque, hay macadamias, hay cítricos, hay frutas, la mitad es bosque, pasa un arroyo, creo que estar en contacto con tantos símbolos del son jarocho, como la fauna, la flora, poder ver mapaches, escuchar las oropéndolas, todo eso me dio un centro para estudiar y para componer que hubiera sido difícil encontrar en otro lado.
Otra cosa, cuando encuentro un disco que me gusta mucho, a veces estoy un año escuchándolo, en parte porque en el rancho la conexión a Internet es malísima y abrir el correo o cargar el YouTube o meterte Spotify es una hazaña increíble, entonces, si tenías una hora para escuchar música o hacer algo, ya se te fue más de la mitad en tratar de cargar algo, entonces, cuando encuentro un disco y lo tengo en la computadora porque alguien me lo pasó, lo puedo estar escuchando un año, por ejemplo, cuando encontré My Favorite Things, de Coltrane, lo estuve escuchando un año y transcribí lo que me llamaba la atención, pero también hice una transcripción emocional.
Otro disco de trío que estuve escuchando un año es Gently Disturbed, de Avishai Cohen con Shai Maestro y Mark Guiliana, y el último disco que estuve escuchando un año es Amén, de Daniel Zamir, es un disco a cuarteto [Daniel Zamir, saxofón soprano. Omri Mor, piano. Omer Avital, bajo. Daniel Friedman, batería] de 2006. Ese me lo recomendó Ilán [Bar-Lavi], hace un año lo vi y me dijo tienes que escuchar ese disco porque de ahí salió todo: la manera de concebir ese tipo de ritmos y alineaciones, es un referente muy importante, lo encontré en YouTube, luego alguien me lo pasó y desde que lo puse me voló la cabeza, es lo que he estado escuchando, a la par de lo que tengo que escuchar por la escuela y situaciones similares.
A veces no tengo tanto tiempo para buscar música y, más bien, lo que me gusta, lo súper digiero, recuerdo un tip que nos dio Jason Palmer en un festival: un disco a trío hay que escucharlo cuatro veces, una vez poniéndole atención al bajo, una vez a la batería, una vez al piano y una vez a todos. Eso también ha sido parte de mi proceso, Aldemar [Valentín] nos ha dicho tú puedes tener toneladas de gigas de música pero tienes que elegir qué escuchar, y yo he sido así.

Yo no soy licenciado, por fin seré, por fin seré

Hay momentos en los que uno duda si está bien que esté en la escuela, porque a veces aprendes más en cinco minutos porque estuviste concentrado que por haber ido una semana a la escuela o aprendes más en una plática informal con un maestro muy bueno que habiendo pasado un semestre en alguna materia, pero dejando de lado eso, creo que el programa de JazzUV y todas las cosas a las que tuve acceso, me dieron muchas herramientas que sí puedo aplicar en mi trabajo. Recomiendo a JazzUV porque sí es una muy buena opción como escuela de música y si quieres ser muy específico, de jazz, toda esta plantilla de maestros que tuve la oportunidad de ver en salones, más los de los festivales, me terminó de corroborar el panorama con el que entré a la carrera: el de la universalidad de la música.
Ahorita estoy en octavo semestre de la Licenciatura en Estudios de Jazz, termino en junio. Decidí hacer un trabajo escrito en donde voy a poner todo lo que encontré de las herramientas que me enseñaron en la carrera y cómo se pueden aplicar en el requinto. Decidí dejar algo escrito, más que un testimonio audiovisual, de mi paso por JazzUV porque a mí ahorita se me abrió el camino así y quizá le pueda servir a quien venga después, y le puede servir, incluso, a la misma carrera. Ya lo estoy redactando y ahí estoy plasmando el recuento del requinto tradicional y todo lo que aprendí de la parte musical: modos, acordes, técnica de la mano derecha. Ya está tomando forma, no lo pensé como un método, no sé si vaya a terminar así, más bien trato de plasmar todo lo que vi en instrumento para concluir la carrera.

Menos face y más book

Yo he leído desde chiquito porque las escuelas a las que me inscribieron mis papás me despertaron mucho el interés por leer. Un año en que en tuve particularmente tiempo para leer, leí como 15 libros. Leyendo te puedes dar cuenta de muchas cosas de las que quizá no podrías darte cuenta en la vida diaria.
Siento que deberían incluirse más lecturas sobre arte en general en JazzUV, yo leí un libro de Omar Gasca que se llama Sobre la formación artística, y me sorprendí de cuántas cosas del arte todavía no sé, de cómo se ve el arte desde otras disciplinas. Como mi papá es fotógrafo, se lleva con muchos artistas plásticos y platicaban esas cosas, pero quizá no les puse la suficiente atención cuando era más chico y ahora que me dedico más a eso digo ¿dónde estaba toda esa información?, son cosas que deberíamos saber desde que entramos a la carrera para saber de dónde partir.
Hay un libro que no sé porque no está en la bibliografía de JazzUV -y si está no recuerdo haberlo visto-, es de un clarinetista blanco que se creía negro, Mezz Mezzrow, ahí cuenta todo lo que hubo antes de Charlie Parker, tiene una cantidad de información impresionante que no había leído en otra parte, es algo interesante porque es alguien blanco, judío, que se asumió como negro y esa lectura creo que no está en la carrera.
Yo no me quedo con lo que leo sino que siempre le estoy compartiendo a mis compañeros para que si no tienen el tiempo de leerlo, que lo sepan, porque siento que es muy importante no solo pasarnos links y discos sino también las lecturas.
Un saxofonista americano con el que tocamos me compartió la biografía de Herbie Hancock, Possibilities, la leí y encontré un montón de maneras de pensar que yo ni me imaginaba. Volviendo a la inmediatez, uno ve a Herbie ya grabando con quien quiera, con Los Grammys que sean, tiene a su disposición lo que quiera hacer pero yo, por ejemplo, no tenía idea de que prácticamente se hubiera hundido por ser adicto al crack, porque uno piensa más eso con Coltrane, Bill Evans, Miles, esa generación, pero no piensas que Hancock hubiera pasado por eso porque lo ves como alguien súper iluminado. Saber eso se lo debo a haber leído.
Fui a la presentación del libro de Alex Mercado, me sorprende lo que escribe pero me sorprende más pensar en qué momento le llegaron todas esas ideas que no tienen que ver con la música, en qué momento le llegó la idea de escribir algo así y cómo pudo darse el tiempo para hacerlo, eso habla de que no es un músico completo sino que es una persona completa, de eso hablan mucho Wayne Shorter y Herbie Hancock en sus libros, dicen antes de ser un músico, soy un ser humano, y actúan consecuentemente con eso. Más que lo que hayan hecho en sus discos, más que los solos que hayan tocado, lo que más me ha pegado de cada músico que admiro, es la ideología.

Influencers

Entre los guitarristas que más me gustan está Grant Green, la primera vez que lo escuché, realmente me llegó, como dicen coloquialmente, y me gustan los tríos de Kurt Rosenwinkel, de Pat Metheny y lo que hace la nueva generación de músicos como Shai Maestro o Tigran Hamasyan, eso también me llama mucho la atención y esos son los parámetros por los que voy, no los trato de imitar pero escucho lo que están haciendo y digo es una buena posibilidad, no había pensado que se podía utilizar este recurso, ese registro está muy bueno para el piano y el contrabajo, o ahí se mezcla muy bien la guitarra con la batería, en fin, varios detalles que voy desglosando conforme voy escuchando.

(CONTINÚA)

PRIMERA PARTE: Vuela, viento jaguar
TERCERA PARTE: Este proyecto en la Atenas

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