Más de mil zopilotes acechan los desechos tirados en el relleno sanitario de “El Tronconal”, que por casi 20 años estuvo en manos de la empresa Proactiva y que durante varias administraciones municipales fue defendido como un ejemplo de manejo de residuos.

Las promesas para el mejoramiento del acceso, la construcción de barreras para evitar la filtración de lixiviados (aguas contaminadas de los residuos) a los mantos freáticos, y la entrega de recursos para programas ambientales, fueron incumplidas por al menos cuatro administraciones municipales.

Aunque el relleno comenzó a operar desde 1998, fue durante 2003 (en el Gobierno municipal de Reynaldo Escobar Pérez) que los conflictos por el mal manejo de la empresa se agudizaron.

Proactiva llevaba ocho años operando el relleno, y en 2006 el entonces alcalde Ricardo Ahued Bardahuil advirtió que al relleno únicamente le quedaban cuatro años de vida útil y que su Gobierno buscaba alternativas para la ubicación de un nuevo depósito, lo cual no se concretó.

En medio de los señalamientos contra Proactiva, en 2010 la empresa Grupo Action Waste & Recycling Systems (AWRS), presentó el proyecto de instalación de una planta separadora de basura en Xalapa.

La inversión requería 90 millones de pesos para la construcción de la nave industrial y tardaría 10 meses en concluirse una vez que el Congreso local aprobara el proyecto.

Parte de este proponía que el Ayuntamiento entregara en comodato un área de 10 mil metros cuadrados junto al relleno sanitario, con lo cual el volumen de basura se vería reducido en un 25 por ciento y se ampliaría la vida útil del relleno sanitario.

La acumulación de basura sin un tratamiento adecuado dio lugar a que durante la administración del alcalde David Velasco Chedraui se compraran 12 hectáreas más de un terreno aledaño para ampliar la capacidad del relleno.

Como “premio” a Proactiva, que para entonces era señalada por los ejidatarios como la responsable de la contaminación en arroyos de la zona, el Ayuntamiento le otorgó 10 años más de concesión para trabajar.

El contrato fue modificado para que Proactiva mantuviera el control del relleno hasta 2018, a pesar de que los empleados de Limpia Pública del Ayuntamiento se manifestaron en diversas ocasiones por irregularidades en su funcionamiento.

Incluso, los habitantes de la congregación El Tronconal reportaron la presencia de enfermedades cutáneas y gastrointestinales por la contaminación generada en la zona, y aunque el Ayuntamiento se comprometió a realizar un análisis de la operación, tardó siete meses (en lugar de los 40 días propuestos) para entregar el dictamen.

Tras los análisis, se determinó que no había contaminación, aunque la entonces directora de Limpia Pública municipal, Verónica Rodríguez Ávila, reconoció que la planta tratadora de lixiviados era “obsoleta y demasiado pequeña para manejar los residuos”.

Ya durante la administración de la alcaldesa Elízabeth Morales García (2011-2013) el Ayuntamiento se comprometió a mejorar el camino La Pesma, que lleva al relleno sanitario, a pesar de que el contrato establecía que la encargada de hacerlo era la empresa.

En ese tiempo se anunció que los recursos para la pavimentación de la zona serían del orden federal y que a esto se sumarían 3 millones de pesos de recursos municipales.

En 2014, durante la administración municipal de Américo Zúñiga Martínez, la empresa solicitó al Ayuntamiento la ampliación de la concesión de la operación del relleno por 25 años más.

El municipio erogaba 24 millones de pesos por año para el pago por el servicio concesionado.

Debido a las quejas contra el manejo del relleno, en 2015 la Procuraduría Estatal del Medio Ambiente, a cargo de Dalos Ulises Rodríguez Vargas, realizó una inspección en el lugar y determinó que los residuos sólidos se manejaban adecuadamente.

Pese a las críticas que se acumularon con los años, a finales del año pasado, el alcalde Américo Zúñiga Martínez aprobó junto con los miembros de su Cabildo extender la concesión del relleno sanitario por 15 años más, luego de que el Congreso local avalara la solicitud del Ayuntamiento.

Desatendiendo las observaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que alertó sobre la ineficacia de ampliar la vida útil del relleno, el Cabildo aprobó cuatro meses antes del término del contrato, la ampliación del mismo.

Durante el proceso de cambio de administración, el alcalde electo Hipólito Rodríguez Herrero solicitó un amparo para echar abajo el acuerdo; sin embargo, le fue negado.

Una vez en la administración, el Ayuntamiento pidió en reiteradas ocasiones que la empresa acudiera para subsanar las irregularidades en el manejo del relleno.

Entre los incumplimientos del convenio, el nuevo Gobierno logró establecer que Proactiva no mejoró el camino de acceso al relleno, ni dio mantenimiento al área de talleres.

Esto a pesar de que cada mes el Ayuntamiento pagaba 2 millones 200 mil pesos por el servicio. La empresa tampoco entregó el 1 por ciento de los recursos pagados (21 mil pesos mensuales) para programas de educación ambiental.

Incluso, el alcalde alertó que no se tiene registro de que estos recursos fuera pagado alguna vez, o que las pasadas administraciones exigieran el pago o interpusieran recursos legales para obtenerlos.

Ahora, Proactiva, antes llamada Mexicana del Medio Ambiente, fue absorbida por una empresa global denominada Veolia, que tiene presencia en distintos estados de la República.

Pero a pesar de ser una empresa que, según su portal de internet gestiona anualmente en el país 2.3 millones de toneladas de Residuos Sólidos, en Xalapa incumplió con la entrega de análisis de la calidad de agua a los que estaban obligados.

Más aún, actualmente existe basura expuesta desde hace 7 años, lo cual indica un deficiente tratamiento de la basura.

Tampoco drenó los lixiviados del bordo, y por el contrario uno de ellos colapsó y generó que dos de las cuatro lagunas de lixiviados se mezclaran.

El relleno actualmente tiene 956 mil 644 toneladas de basura en dos etapas, por lo cual ya llegó a limite de operación.

Proactiva tampoco ha mejorado desde hace casi dos décadas los pozos de biogás que evitan emisiones furtivas de estos gases de efecto invernadero.

“No hay control de gas de efecto invernadero; no hay programa de control de fauna nociva y al no haber cubrimiento de residuos, hay una existencia de mil 400 zopilotes en el lugar además de garzas y otras aves”, indicó el alcalde recientemente en entrevista.

Según el reporte, la empresa, que a largo de dos décadas logró más de 400 millones de pesos por los servicios prestados a Xalapa, no compró maquinaria nueva, ni hay constancia del cumpliendo de los trabajos de saneamiento, clausura y rehabilitación del predio.

Tampoco consta la entrega de la relación de maquinaria, equipo, instrumentos y accesorios para el cumplimiento de servicios; tampoco informó si impartía programas de capacitación a sus trabajadores, ni hay bitácora de inspecciones.

La gravedad del estado del relleno es tal que existen al menos 20 perros al interior del relleno sanitario, que los trabajadores de Limpia Pública han bautizado como “La Paloma”, “Mocho”, “Brisa”, entre otros.

Para el alcalde este relleno es un “tiiradero a cielo abierto” que costaba 2 millones de pesos al mes.

Denuncias en puerta

Aunque el Cabildo de Xalapa canceló el contrato con la empresa, el alcalde Hipólito Rodríguez Herero, dijo que el equipo jurídico del Ayuntamiento analiza la posibilidad de presentar denuncias penales por las irregularidades en el manejo del relleno.

No obstante, el alcalde aseguró que tras la decisión del Cabildo, la empresa Proactiva, inició a marchas forzadas la rehabilitación del camino al basurero.

Dijo que la medida fue tomada por la empresa para no perder el contrato con el Ayuntamiento.

«Después de que celebramos el Cabildo el día jueves, la empresa está entrando todos los días a reparar todo lo que denunciamos y es el efecto de querer limpiar nuestra casa, (…) ¿les dará tiempo en 24 horas de resolver lo no hecho en años? yo me pregunto: ¿arreglarán el camino en 48 horas? no creo que les dé tiempo».

Y es que consideró que en 48 horas; es decir, antes de la notificación de la cancelación del contrato, a la empresa no le dará tiempo de subsanar las 25 irregularidades detectadas.

“Mientras a Mérida Proactiva les cobra 1 millón de pesos al mes, en Xalapa la tarifa es de 2 millones de pesos la mensualidad; a pesar de que la Capital de Yucatán cuenta con un millón de habitantes, es decir, el doble de Xalapa”.

Por ello, no descartó que Proactiva haya dado “moches” a la anterior administración para lograr un contrato tan ventajoso para ellos y desfavorable para el municipio.

Perla Sandoval/Avc