Mal, muy mal le está pintando este inicio de semana a Miguel Ángel Yunes Márquez; iba en caballo de hacienda en las encuestas y nomás de repente… ¡sopas! Cuitláhuac García ya se le emparejó y Pepe Yunes está a 11 puntos y no en la abismal distancia que tenía en recientes sondeos.
SDP noticias dio a conocer la encuesta de los nueve estados donde habrá elecciones para gobernador y en el caso de Veracruz, el joven junior tiene el 31.2% de las preferencias, Cuitláhuac García tiene 30.5% y José Yunes Zorrilla el 19.6%.
La diferencia entre Cuitláhuac y Yunes Márquez es de apenas 0.7%, mientras que Yunes Zorrilla subió casi seis puntos.
Estas son pésimas noticias para el joven candidato que más que apoyarse en su pobre precampaña, se ha apoyado en la que realiza a su favor y de manera paralela el gobernador.
Pocos negarán que tres de cada cinco puntos porcentuales que tiene Yunes hijo se los debe a su papá. Y mientras el gobernador no afloje, su vástago seguirá en la cima.
El problema es que la inseguridad no baja y eso le pega a la candidatura de MAYM. Este fin de semana hubo más de quince ejecuciones, cinco de ellas en Boca del Río, cinco en Tuxpan, dos en Jáltipan y otras tantas en Sayula y Córdoba.
La inseguridad, tema central de Yunes Linares cuando anduvo en campaña y asunto de vital importancia para los veracruzanos, está lejos de solucionarse. Y el hecho de que Yunes Márquez afirme que gracias a su papá Veracruz es un estado seguro cuando la percepción es diametralmente opuesta, es uno de los motivos que le han restado puntos.
Por otra parte, en precampaña el joven Yunes presumió de haber dejado un superávit de 300 millones de pesos en Boca del Río de donde fue alcalde, pero resulta que mintió. No sólo no existe ese superávit, sino que tampoco aparece el estado financiero del último trimestre del 2017.
El Ayuntamiento de Boca del Río, tiene registros financieros hasta el 30 de septiembre de ese año y no existe ningún superávit de 300 millones de pesos.
Lo que sí hay son cuentas por pagar por más de 227 millones de pesos que el ahora candidato a la gubernatura dejó a su sucesor y a los boquenses.
Atrapado en la maroma, Yunes Márquez minimizó el problema y dijo que hay ayuntamientos que deben más que el de Boca del Río. Pero ese no es el punto, sino que al igual que su padre, el joven candidato está recurriendo a la mentira para tratar de ganar adeptos.
Este adeudo formidable para un municipio de poco más de 150 mil habitantes, aún no se ha visto reflejado en las encuestas, pero es seguro que de ahí se agarrarán sus adversarios (entre otras cosas) para bajarlo de la nube.
Las campañas para gobernador aún no empiezan, pero las encuestas se están moviendo desde principios de este año y en ellas Yunes Márquez siempre llevó una ventaja envidiable.
Eso al parecer se acabó.
Cuitláhuac García es un candidato hecho a la sombra de Andrés Manuel López Obrador que tratará de sacarle todo el jugo posible a la popularidad de su jefe. José Yunes Zorrilla es un senador de la República con 20 años de experiencia política que ha dicho en reiteradas ocasiones que está compitiendo para ganar y no se conformará con menos.
Yunes Márquez por su parte, es un candidato nervioso porque la lumbre de las encuestas le está llegando a los aparejos. Y si se quema ¡aguas!, porque puede perder sin remedio.