Decenas de víctimas mortales habría dejado un ataque con armas químicas en el último bastión insurgente de Guta Oriental, cerca de Damarco, han denunciado los equipos de rescate de los Cascos Blancos.
Los socorristas que operan en las zonas rebeldes de Siria han difundido imágenes en las redes sociales que muestran personas con supuestos síntomas de intoxicación por inhalación de gases, además de cadáveres apilados en la noche del sábado al domingo.
Al momento, no hay ninguna confirmación independiente del ataque con armamento prohibido.
Mientras que la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, vinculada a la ONU, está investigando la denuncia, según informa la BBC.
La agencia estatal de noticias siria SANA citó una «fuente oficial» que negó las acusaciones y dijo que los reportes eran un «intento flagrante de obstaculizar el avance del ejército» en lo que la agencia describió como un bastión «terrorista en colapso».
Con información de El País