Orizaba, Ver.- Amenazado por policías estatales, vinculado como supuesto enlace de Los Zetas en la región de Orizaba, despedido del periódico El Sol de Orizaba tras siete años de trabajo, sin ninguna justificación, el periodista Juan José Enríquez Ramírez, con más de dos décadas en los medios locales y estatales, enfrenta una situación de enorme vulnerabilidad, y acusa al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares de estar detrás de una escalada de amenazas y filtraciones que lo han perjudicado gravemente y tienen en vilo su seguridad personal y familiar.

La noche de este jueves publicó en su perfil en Facebook: “Hoy circula que me detuvieron y que trascendió desde el gobierno de estado. Si me llega a pasar algo, el único culpable de eso sería Miguel Ángel Yunes Linares y todos sus informantes que han pretendido acabar con mis 23 años en los medios.”

Su desgracia comenzó el domingo 11 de marzo, un día después de que se diera el enfrentamiento entre la policía estatal y presuntos delincuentes que habrían agredido a una patrulla en Río Blanco, y donde fueron abatidas las menores Nefertiti y Grecia, de 16 y 14 años de edad, aparentemente en ejecuciones extrajudiciales, supuestamente armadas. Juan José relata:

“El domingo, un día después de la muerte de las dos chavitas de Río Blanco, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares llevó una reunión de seguridad en Orizaba y yo le pregunté al final de la conferencia sobre la muerte de esas niñas, y la pregunta está grababa en la conferencia que dio.

“Le hice saber que en las redes sociales cuestionaban la actitud de los policías estatales y eso lo cuestionaba Jairo Guarneros, que sus policías habían matado a quemarropa a las niñas.

Juan José Enríquez con Ricardo Ravelo.

“Después de eso vinieron amenazas para mí y circuló un mensaje en WhatsApp donde me señalaban como enlace de los Zetas en la zona y eso me perjudicó mucho. No quise buscar protección con la CEAPP porque lo vi como tema político, pues sabemos cómo se las gasta el gobernador.”

En efecto, Miguel Ángel Yunes Linares ha señalado que varios periodistas han sido asesinados no por su labor informativa sino por ser integrantes o colaboradores de bandas criminales, en particular los Zetas, lo que ha querido mostrar como una atenuante e, incluso, una justificante de sus homicidios.

El famoso DobleJ es un periodista y fotógrafo tenaz, apasionado con la cobertura noticiosa y quien ha estado en los eventos de violencia que ocurren en la región. La última vez, sin embargo, fue amenazado por policías estatales:

“El miércoles de la balacera en Acultzingo, un policía de la Fuerza Civil me amenazó y, junto a dos compañeros de El Mundo y de Imagen del Golfo, nos quitaron las credenciales y nos tomaron foto y que nos largáramos de ese lugar, y que si publicábamos sería bajo nuestro riesgo y seguridad.”

Y precisa: “No debo nada, estoy limpio, el hecho que tenga amistad con funcionarios del gobierno y pidan que se convoque a ruedas de prensa con los colegas o que se dé algún apoyo económico no me hace líder ni enlace de algún grupo delictivo”.

Y agrega que las presiones desde el Gobierno del Estado han surtido efectos negativos en su vida profesional:

“Después de todo eso, me sorprendió que me despidieran del periódico donde trabajé siete años. Sospecho que después de esa cadena vino todo lo demás, porque en El Sol de Orizaba no me dieron argumentos ni justificación de mi despido.

“Soy locutor de profesión, reportero, jamás he hecho algo que me avergüence o ponga en dicho mi conducta. Maldigo la hora en que me atreví a preguntarle eso al gobernador, yo solo estaba haciendo mi trabajo, el de todos los reporteros, preguntar y preguntar.”

 

F7/Álvaro Belin Andrade