Hace cuarenta días, a mediados de febrero, el presidente Enrique Peña Nieto encabezó una reunión privada con los integrantes de su Gabinete legal y ampliado, para evaluar y dar seguimiento a los avances en el cumplimiento de los distintos programas del gobierno federal.
Según la versión oficial, durante este encuentro en Los Pinos, Peña reiteró la instrucción a los funcionarios de cumplir y hacer cumplir a todos los servidores públicos de las diversas dependencias federales los ordenamientos legales ante el proceso electoral que está en marcha.
Sin embargo, trascendió que en esa reunión, a Veracruz –la tercera entidad con el mayor padrón electoral del país, y uno de los nueve estados en los que el 1 de julio próximo será electo gobernador–, le habrían dedicado el Jefe del Ejecutivo federal y algunos de sus colaboradores más de dos horas para revisar la serie de compromisos cumplidos y el avance de otros proyectos que aún tiene pendientes la Federación a menos de nueve meses de que concluya la administración del priista mexiquense.
A partir de dicha reunión, se habría agendado que Peña visitara el pasado martes 13 de marzo las instalaciones de DICONSA en Perote para inaugurar una bodega granelera. Esta decisión se tomó como un espaldarazo al candidato del PRI a la gubernatura, Pepe Yunes Zorrilla, por ser nativo de ese municipio. Empero el Presidente no tenía planeado tocar el tema electoral, el cual tuvo que abordar “de ladito” obligado por el imprudente discurso del gobernador Miguel Ángel Yunes.
El objetivo esencial de Peña era destacar lo que hasta ahora ha hecho y continuará haciendo su administración en materia económica y de desarrollo social.
El Presidente destacó los grandes proyectos que asegurarán mayor inversión productiva y mejores oportunidades de empleo para las nuevas generaciones que están egresando de carreras técnicas de educación superior.
Mencionó especialmente la ampliación del puerto de Veracruz, en la que se invierten 30 mil millones de pesos en esta primera etapa y cuya capacidad crecerá cinco veces más.
“Se estima que en este Puerto de Veracruz se van a generar más de 140 mil empleos directos, y varios más indirectos. Son de las grandes obras que, en su primera etapa, va a entregar este Gobierno. Junto con ello está, también, la declaratoria de Zona Económica en Coatzacoalcos, para impulsar con incentivos fiscales la atracción de más inversión que se traduzca en generación de empleo”, indicó.
Y resaltó que en el sector energético, 40 por ciento de los campos que se han licitado para lograr la participación del sector privado se encuentran en nuestra entidad, y que “de tener éxito, asegurará una inversión en los próximos años de casi 70 mil millones de dólares”. Esa, dijo, “es la relevancia que tiene la Reforma Energética que hemos impulsado”.
Pero la impertinencia de Yunes restó impacto mediático al mensaje presidencial. Este jueves Peña estará en Misantla. ¿Volverá a caer en la trampa del panista?
Pepe: a remontar el marcador
Por cierto, la nueva visita que el presidente Enrique Peña Nieto hará a la entidad este jueves seguramente inyectará ánimo al priismo veracruzano que desde hace más de un año quedó en la orfandad política con la pérdida de la gubernatura en 2016.
El PRI, en alianza con el PVEM, ha postulado a un extraordinario candidato como Pepe Yunes Zorrilla, con el que buscará remontar las preferencias electorales en los próximos tres meses de campaña apostando a su honestidad e intachable trayectoria pública y a su probado oficio político como gestor de recursos federales en apoyo de ayuntamientos y productores veracruzanos, lo que comparativamente lo colocan muy por arriba del otro par de contendientes.
Sin embargo, el senador con licencia oriundo de Perote arrancará en el tercer lugar de las preferencias del electorado debido al descrédito de su partido por los abusos de los últimos gobiernos priistas; pero tampoco se trata de algo imposible de remontar. Recuérdese, por ejemplo, cómo en la sucesión presidencial de 2006 el panista Felipe Calderón inició también en la tercera posición, y finalmente terminó ganando los comicios por medio punto porcentual, superando a Roberto Madrazo, del PRI, y aprovechando los errores del abanderado puntero Andrés Manuel López Obrador, de la alianza PRD-PT-Convergencia, quien al principio le llegó a sacar 20 puntos de ventaja al tabasqueño del partido tricolor, su más cercano adversario.
Pepe Yunes sabe a lo que se enfrentará y hasta dónde puede llegar una vez que en las campañas el electorado tenga la oportunidad de analizar y contrastar las trayectorias y los programas de trabajo de cada aspirante a la gubernatura.
Por eso, al acudir este miércoles 21 ante el OPLE a registrar su candidatura, Yunes Zorrilla dijo confiar plenamente en que las autoridades electorales, tanto administrativas como jurisdiccionales, “no permitirán, en su trabajo honorable y profesional, ninguna regresión antidemocrática en Veracruz ligada a la coacción del voto, al uso indebido de los activos institucionales en favor de algún partido ni la utilización de los recursos públicos”.
El mensaje del priista peroteño, obviamente, es una clara referencia al uso indebido del aparato y recursos oficiales que la administración estatal del PAN-PRD viene haciendo en apoyo de la candidatura del primogénito del gobernador.
Y es que casualmente ayer, hasta los representantes del OPLE tuvieron que pedir expresamente a las autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública que bloquearan la calle Benito Juárez, donde se ubica la sede del órgano electoral, para darle al contingente que acompañó al abanderado priista a su registro las mismas facilidades que el pasado lunes habían recibido las decenas de simpatizantes del candidato del frente PAN-PRD-MC, Miguel Ángel Yunes Márquez.
Habrá que ver hasta dónde logran garantizar “piso parejo”.