¿Fue la elección municipal extraordinaria de Camarón de Tejeda, Sayula de Alemán y Emiliano Zapata el termómetro para medir lo que se podría esperar en la sucesión de Veracruz?. Es difícil saberlo, sobre todo porque, por ejemplo, Morena no compitió por los tres ayuntamientos; fue sólo por uno, el importante en términos demográficos, territoriales y políticos, Emiliano Zapata, donde simplemente aplastó a sus adversarios.
De los municipios en disputa, el de Emiliano Zapata era el más importante por estar conurbado con la capital del estado y, sobre todo, porque concentra más votos que Sayula de Alemán y Camarón de Tejeda juntos.
En este lugar, Morena había ganado la contienda de 2017; ese triunfo, apretado por cierto, fue impugnado por Acción Nacional. Las autoridades resolvieron repetir la elección y el blanquiazul reforzó con todo a su candidato, Daniel Baizabal. Conrado Báez, candidato del PRI en 2017, se sumó al panista y ni con eso pudieron ganar. En tanto, el PRI determinó enviar como abanderado al ex alcalde Fernando Retureta, integrante de una familia que ya ha gobernado Emiliano Zapata y que goza de una fuerte presencia en ese municipio; ni así. El PRI se fue al tercero y Morena refrendó el triunfo del año pasado con un mayor porcentaje de votos.
Jorge Mier casi llegó al 44 por ciento de la votación total, cerca de 9 mil 500 sufragios; PAN-PRD se quedaron a 12 puntos, con poco más de 6 mil 800 votos; y el PRI no llegó ni a 15 puntos porcentuales. Fue, en pocas palabras, una paliza la que se observó en Emiliano Zapata.
Quienes vivieron relativamente de cerca esa contienda advierten que el candidato panista simplemente se confió; desde antes de comenzar la campaña, nos dicen, Baizabal ya se veía como ganador y ese exceso de confianza, que se mezcló con una mala estrategia de campaña, terminó por pasarle factura.
Sin embargo, para la alianza PAN-PRD no todo fue malas noticias en la elección extraordinaria. Al menos esos dos partidos rescataron Camarón de Tejeda, con una ventaja de 441 votos sobre el Revolucionario Institucional; y Sayula de Alemán, donde superaron a los priistas por mil 869 sufragios.
Morena no se complicó: sólo postuló candidato a un ayuntamiento, Emiliano Zapata, y ganó dicho municipio de forma contundente.
Precisamente por ese motivo, los porcentajes totales resultan engañosos; sumando a los tres municipios, PAN-PRD se ubicó en 42.6, con 17 mil 489 votos; la coalición PRI-Verde registró 27.7 y 11 mil 386 sufragios; en tanto que Morena-PES-PT, compitiendo sólo en un municipio, obtuvo 23 por ciento y 9 mil 452 votos.
Si el partido que postula a Cuitláhuac García como candidato a gobernador hubiera participado en las contiendas por Camarón de Tejeda y Sayula de Alemán, aun perdiendo y quedando tercero habría quedado en una posición muy cercana al PAN, incluso arriba del blanquiazul.
El PRI, por su parte, fue reducido a su mínima expresión; en Sayula y Camarón resultó relativamente competitivo, pero en esos lugares no participó Morena. En el municipio donde se registró una elección de cuatro contendientes, como será la de gobernador del estado, el tricolor quedó en un lejano tercer lugar, con poco más de 14 por ciento.
¿Reflejará la elección municipal extraordinaria lo que podría esperarse en la sucesión veracruzana? No necesariamente; lo cierto es que en la contienda importante –de esas tres–, en la que tenía que ganar, el PAN perdió a pesar de los apoyos que se habrían canalizado a esa campaña; en tanto que el PRI no fue realmente competitivo en ninguno de los tres municipios en disputa.
Así las cosas, más que un buen termómetro, el resultado de la extraordinaria de este domingo 18 de marzo es una buena oportunidad para que tanto PAN-PRD como PRI-Verde y sus respectivos candidatos hagan un análisis a conciencia, un ejercicio de autocrítica, y probablemente un replanteamiento de la estrategia. @luisromero85