El miércoles 2 de agosto del año pasado, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares pidió el apoyo de los medios de comunicación para reconocer el esfuerzo que vienen haciendo las instituciones en el combate a la delincuencia, pues recriminó que resulta más sencillo descalificarlas.
El mandatario panista reprochó entonces que las denostaciones resultan más sencillas que tomar un arma y combatir delincuentes.
“Es mucho más sencillo destruir con un comentario, con una expresión, con una pluma, lo que hacemos las instituciones públicas en beneficio de la seguridad; es muy sencillo tomar una computadora y escribir o subir a la red un comentario negativo en contra de la policía.
“Es mucho más sencillo eso que tomar un arma, un radio, subirse a una patrulla, irse a la carretera, comer donde se pueda, comer si se puede y enfrentar a una delincuencia que tiene armas, que tiene poder y que no tiene corazón y no tiene conciencia”, manifestó, para posteriormente reclamar que el señalamiento grosero y la crítica por la falta de eficiencia son temas de todos los días, pero jamás llega el reconocimiento de que los elementos de seguridad dan la vida para que Veracruz cambie.
“No pido un reconocimiento para el gobernador, el gobernador asume que es su responsabilidad y la enfrenta con todo y hacemos todo lo posible por resolver este grave problema que es la primer demanda de los veracruzanos…”, reiteró, remarcando que las instituciones se enfrentan a delincuentes del más alto riesgo, que no tienen límites, para quienes no hay normas ni leyes.
A casi ocho meses de ese reproche, la proclama de Yunes Linares ha perdido validez no sólo por la presunta ejecución extrajudicial de las jovencitas Nefertiti y Grecia Camacho Martínez a manos de policías estatales en Río Blanco la semana anterior –aunque la versión oficial de la Fiscalía General del Estado insiste en que las hermanas de 14 y 16 años de edad eran “delincuentes” y murieron en el fuego cruzado con las fuerzas del orden, no obstante la difusión de imágenes que sugieren lo contrario–, sino porque además, en su edición de este viernes, el diario Reforma reveló que según la carpeta de investigación FED/SEIDO/UEIDMSTAB/0000612/2017, de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, de la PGR, el secretario yunista de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marie, protegía a Guadalupe Hernández Hervis, (a) “La Jefa”, operadora de secuestros y narcomenudeo de Los Zetas en la entidad, la cual tenía la función de “notificadora” y “enlace de ese cártel” con el titular de la SSP.
En septiembre pasado, cuando Téllez Marie acudió a declarar a la PGR como imputado, el jefe policiaco de Yunes alegó que Hernández Hervis era su informante, pero la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada no prevé esa figura de informantes para corporaciones policiacas estatales. Además, trascendió que el secretario de Seguridad Pública tiene una larga relación de amistad con la mamá y un hermano de “La Jefa”.
Téllez Marié, ‘inamovible’
Pero por lo que se ve, dígase lo que se diga, el secretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marie, sigue teniendo calidad de “inamovible” para el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
Y así parece explicarlo el senador priista Héctor Yunes Landa, quien en un texto difundido esta noche expone que “desde el jueves pasado, los tres municipios donde este domingo se celebraron elecciones extraordinarias –Sayula de Alemán, Camarón de Tejeda y Emiliano Zapata– vivieron diversos episodios de violencia que tenían el mismo propósito: generar un ambiente de temor que inhibiera la participación de los ciudadanos en la jornada.”
El ex candidato del Revolucionario Institucional a la gubernatura afirma que “la intervención de grupos de choque simpatizantes de los candidatos del Gobernador, así como la indiferencia de elementos de Seguridad Pública durante las constantes agresiones que se presentaron en contra de los candidatos de otras fuerzas políticas –particularmente del PRI y sus grupos de apoyo-, confirman lo que todos sabemos: la violencia es una estrategia de Yunes Linares para ganar las elecciones.”
Y añade que “ese fue el modus operandi del Gobernador de Veracruz durante el pasado proceso electoral municipal, quien ha convertido al PAN y a sus aliados en una especie de brazo armado en materia electoral”, y que “durante la última semana, el gobierno estatal puso en marcha su operativo para ganar con el tolete lo que sabía que no podría ganar con los votos.”
“No puede haber democracia en un estado donde el gobierno interviene financiando programas sociales, imponiendo candidatos y ejerciendo la violencia oficial en contra de sus opositores; la administración estatal ha metido las manos en este proceso de manera ilegal, lo que es un muy mal augurio para la elección presidencial y de Gobernador que se avecina”, advirtió Yunes Landa , quien refirió también que “lo que sucedió el jueves en Sayula –donde resultó lesionado el regidor priista del actual Concejo municipal, Fidel García Clemente, luego de un enfrentamiento en el que hubo golpes y disparos de arma de fuego– fue una clara evidencia de la intervención oficial en el proceso electoral.” A pesar de estos hechos, dijo, “la noche del sábado también fue agredida la joven Gladys Vanessa Tadeo, miembro de la Red de Jóvenes priista en ese municipio”.
El representante popular en la Cámara alta del Congreso de la Unión acusó que “en ningún caso la policía intervino”, atribuyéndolo “tal vez porque los responsables de las agresiones fueron Freddy Ayala, candidato del PAN/PRD/MC a la alcaldía de Sayula de Alemán y sus simpatizantes, según la información recopilada hasta ahora, y que será presentada a la Fiscalía General del Estado.”
En cuanto al caso de Camarón de Tejeda, Yunes Landa señaló que “un grupo de vehículos con placas de otros estados se dedicaron a recorrer el municipio para amedrentar a militantes priistas; en ese lugar se detuvieron en cada vivienda identificada de apoyo del PRI o PVEM para amenazar a sus habitantes”.
Y con fina ironía reconoce que “donde los elementos policiacos sí intervinieron fue en el municipio de Emiliano Zapata, luego de que un grupo de jóvenes priistas acudieron a verificar un operativo para el reparto de despensas por parte del candidato del Gobernador; a diferencia de las agresiones registradas en Sayula, esta vez los jóvenes fueron intervenidos por Seguridad Pública y remitidos al cuartel de San José en Xalapa”.
“La actuación parcial de la Fuerza Civil en estos casos, ignorando el llamado de auxilio de los ciudadanos, confirmó que tenían la instrucción de prestar servicio a los intereses del Gobernador”, sostuvo el senador del PRI, quien expresó que “desde el primer momento expusimos la necesidad de blindar esta elección con la intervención de las fuerzas federales ante la facciosa intervención de la policía estatal, quien siempre estuvo al servicio de los panistas-perredistas, amedrentando a los candidatos y militantes de otros partidos” y que “los hechos ahí están”.
Retador, Yunes Landa remarcó que “por supuesto que a los priistas no nos amedrenta la actitud violenta e ilegal de un Gobernador que carece del apoyo de la gente”, pues “los veracruzanos ya conocieron al verdadero Miguel Ángel Yunes”, pero alertando, a la vez, que “muchas regiones del estado siguen incendiadas a causa de la incapacidad y la actuación violenta de la policía”.
Para el también coordinador de la campaña presidencial de José Antonio Meade en Veracruz, “las elecciones extraordinarias del día de ayer, independientemente del resultado ‘oficial’ de ellas, representan una nueva derrota en su desempeño como Gobernador de nuestro estado”.
Y es que aunque los resultados preliminares le daban anoche el triunfo en los municipios de Sayula de Alemán y Camarón a la coalición PAN-PRD impulsada por Yunes Linares, en Emiliano Zapata –cuyo padrón electoral es mayor, además de que es cabecera distrital local y está conurbado a Xalapa, gobernada actualmente por MORENA–, las tendencias electorales parecían favorecer al partido lopezobradorista.