Un Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Ministro Arturo Zaldivar, quien es ya conocido por su postura moderna y de vanguardia en la defensa de derechos humanos y pro-persona en temas sociales polémicos, señaló la semana pasada que México vive una crisis humanitaria en desaparición forzada de personas. Me parece que el hecho que una Ministro de la calidad de Zaldivar, haga esta reflexión, nos manda un mensaje como sociedad de la gravísima problemática que estamos viviendo.
El Ministro Zaldivar señala que “vivimos en un país en el que miles de familias sufren el dolor y la desesperación de no conocer el paradero de algún ser querido”…. “que muchas de esas personas -no sabemos a ciencia cierta cuántas- han sido desaparecidas con la intervención directa o indirecta de agentes estatales”… “La ola de desapariciones en nuestro país es de una magnitud sin precedentes”. (Milenio, 06/03/2018 http://m.milenio.com/firmas/arturo_zaldivar/desaparicion-forzada-crisis-humanitaria-mexico-secuestro_18_1134066629.html ).
El Comité Contra la Desaparición Forzada (CED) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en su Informe de 2017 señala: “observó con grave preocupación que, hasta la fecha, no había recibido ninguna respuesta a su última solicitud en virtud del artículo 33 de la Convención”. “El Comité lamentó la falta de respuesta del Estado parte a sus reiteradas solicitudes de una visita en virtud del artículo 33, párrafo 1, de la Convención… El Comité tomó nota de la falta de cumplimiento por parte de México de la mencionada disposición de la Convención.” (https://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/G17/116/04/PDF/G1711604.pdf?OpenElement ).
En las Observaciones finales que hace el CED en 2016 al Informe presentado por México, se señala que: “el Estado parte debería redoblar sus esfuerzos con miras a la búsqueda, localización y liberación de las personas desaparecidas y, en caso de fallecimiento, para la búsqueda, respeto y restitución de sus restos”.
Por otro lado, la organización Amnistía Internacional, en su Informe 2017 sobre la situación de los Derechos Humanos, apunta en lo que corresponde a México que “Las investigaciones de los casos de personas desaparecidas seguían adoleciendo
de irregularidades y las autoridades normalmente no iniciaban de inmediato la búsqueda de las víctimas y que persistía la impunidad de estos delitos. (Informe AI 2017-2018).
Recientemente entró en vigor la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, cuyo análisis ya hemos hecho en esta misma columna (https://formato7.com/2018/01/19/ley-de-desaparicion-de-personas-para-enfrentar-la-nada/). En este momento tanto el Gobierno Federal como los de las entidades federativas están en proceso de implementar todos los aspectos señalados por esta Ley. Sin embargo, por parte de las organizaciones de la sociedad civil y de los colectivos de víctimas de desaparición, hay gran preocupación por la vigilancia y observación que debe darse al desarrollo e implementación de la Ley.
En Veracruz en las últimas semanas y meses se han anunciado importantes logros en detenciones y vinculaciones a procesos por desaparición forzada de ex policías y mandos de la Secretaría de Seguridad Pública. Me parece que es buena señal y demuestra un trabajo que se está haciendo en lo que respecta a investigaciones criminales y procuración de justicia. Sin embargo, la Ley General va mucho más allá. Están todos los temas de búsqueda de personas desaparecidas, los aspectos de atención a las víctimas, y todo lo que tienen que ver con las bases de datos y de registros.
En ese sentido la implementación de la Ley General en el estado de Veracruz, independientemente que pueda existir una ley estatal en la material, tiene muchos restos, y las organizaciones de víctimas y de la sociedad civil, pueden ejercer un papel importante de vigilancia y seguimiento, desde la creación de un Observatorio ciudadano. Quizá la Universidad Veracruzana también podría apoyar en este esfuerzo, involucrando a investigadores de diferentes áreas y especialidades, ya que de acuerdo a lo que señala la Ley General, se trata de equipos de expertos multidisciplinarios donde estarían involucrados arqueólogos, antropólogos físicos, trabajadores sociales, psicólogos, abogados, peritos médicos y forenses, etc.
Tal vez una de las cosas que deben quedar claras en este tema es que se trata de graves violaciones de derechos humanos, cuando se presume o demuestra que hay servidores públicos involucrados o el mismo Estado. Por eso es muy importante también que las comisiones Nacional y Estatal de Derechos Humanos, estén pendientes para que vayan observando y actuando en las diferentes tareas de la Ley, y en particular de la actuación de la Fiscalía Especializada, cuando se acusa y se presume que hay servidores públicos involucrados en desapariciones, ya que las víctimas no son solamente de delitos, sino también de violaciones a sus derechos humanos.
En el tema de desapariciones forzadas la actuación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos es doble, porque debe dar seguimiento (en algunos casos de oficio) y resolver sobre violaciones a derechos humanos y atender a las víctimas de dichas violaciones, pero al mismo tiempo vigilar y resolver sobre actuaciones de las mismas autoridades involucradas que están actuando en la implementación de la Ley, desde la Comisión Estatal de Búsqueda hasta la Fiscalía Especializada.
Finalmente, la gran incógnita hasta el momento sigue siendo cómo se atenderán a las víctimas. No existe un discurso, una política pública, recursos presupuestales, personal especializado y experto, ni un análisis y estrategia en el gobierno estatal de Veracruz para atender a las víctimas.
Así, por un lado, la crisis humanitaria que anuncia y señala el Ministro Arturo Zaldivar, y por otro, los llamados urgente de organismo y organizaciones internacionales, deben ser ya tomados en cuenta muy seriamente. La Ley General de Desaparición Forzada adolece de una estrategia. Se necesitará la participación de expertos profesionales en diversas material, el papel de los arqueólogos y antropólogos físicos es crucial, pero también el de acompañantes psicosociales de las víctimas.
En Veracruz hay diversas voces institucionales queriendo hacer algo, una diputada que le interesa el tema pero que no sabe; un Fiscal que hace un buen trabajo de investigación y procuración, pero que se pelea con las víctimas; una Comisión de Búsqueda que no se sabe en qué rincón de Palacio de Gobierno quedó arrinconada; unos servicios periciales que andan en la luna más recóndita; una Comisión de Víctimas sin presupuesto ni personal; policías estatales que no conocen sus facultades ni protocolos; un Gobernador que no conoce ni reconoce a las víctimas.
Hoy terminé de leer una novela extraordinaria: Los Ejércitos del colombiano Evelio Rosero. Con una narrativa que revive la desesperación y la emocionalidad de un pueblo y de sus víctimas desamparadas por todos, y un relato lleno de los horrores no sólo de la guerra, sino de la indiferencia: «… allá estás, allá te encontró la guerra, allá te encontraré yo, y para allá me voy, repitiéndolo con toda esa fuera y terquedad como una luz en la mitad de la niebla que los hombres llaman esperanza.»