En contraste con el mutismo de Miguel Ángel Yunes Linares y demás gobernadores panistas que no han salido a reclamar “por la forma en la que la PGR y el SAT han tundido a Ricardo Anaya”, el dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, sigue defendiendo con firmeza al candidato presidencial de la coalición Por México al Frente.
Esa muestra de lealtad habla bien del ex gobernador sustituto de Veracruz, pues Anaya fue bastante generoso con Dante y su partido no sólo a la hora de repartir las candidaturas frentistas de diputados federales y senadores sino que presuntamente le habría prometido también la Secretaría de Gobernación en caso de que ganaran la Presidencia de la República. Ello estaría motivando más a Delgado Rannauro para evitar la caída del panista queretano.
Yunes, en cambio, ha sido más cauto porque él sí sabe qué tan voraz es Anaya. En 2014, por ejemplo, fue filtrado un audio en el que se les escuchaba hablar de forma encriptada sobre “entregar números” e “incrementar porcentajes para entregar”.
Anaya puntualizaba que “yo acá necesito negociar que me autoricen. ¿Me explico? Porque el número que yo tengo acá es distinto”, a lo que Yunes le contestaba: “No, y si resulta más, es más”. En ese momento, el entonces presidente interino del PAN pide interrumpir la llamada: “Déjame escribirte dos cosas por mensaje y te vuelvo a marcar”. Cuando restablece la llamada agrega: “Te voy a poner dos cosas, no se va a entender si no se sabe de qué estamos hablando”. La conversación continúa y se centra en consideraciones sobre “el número” y si hay la necesidad de incrementarlo. Anaya indicaba: “el primer punto que te pongo allí, que es un número, es digamos la meta que acá está hablada. Segundo, yo te sugeriría que nos vayamos al número completo en el entendido de que, si por algo no es ahorita, puede ser un poquito después. Pero va a haber un segundo momento, quizá dentro de unos tres meses, entonces no va a ser gastado.” Yunes le aseguraba que “eso lo puedes tener pasado mañana”.
Casualmente, el 1 de diciembre de ese mismo año, 2014, la PGR detuvo por presunto lavado de dinero y espionaje a Juan Pablo Rangel Contreras, vinculado al PAN de Querétaro.
En un audio difundido en redes sociales, Rangel aceptaba que grababa a los funcionarios, entre ellos a Anaya, cuando lideraba al PAN queretano, y al gobernador priista José Calzada, actual titular de la SAGARPA.
En los referidos audios revelaba que recaudaba recursos para la campaña del blanquiazul a la alcaldía de Querétaro. “Tengo nombres y apellidos (de empresarios). Hoy hay 15 (millones de pesos)…”, presumía Rangel, quien en abril de 2016 fue nombrado director general del DIF estatal por el gobernador panista Francisco Domínguez Servién, cuya campaña, por cierto, fue asesorada por un consultor veracruzano que ahora está en el staff del candidato presidencial del PRI-PVEM-PANAL, José Antonio Meade.
Peña: significativa visita
Si no hay cambio de última hora, el presidente Enrique Peña Nieto visitaría el municipio de Perote el próximo martes 13.
Según ha trascendido, el Jefe del Ejecutivo federal no vendría a inaugurar una obra del gobierno panista de Miguel Ángel Yunes Linares –como se había anunciado que lo haría el pasado 19 de febrero con el Hospital Infantil de Veracruz, el cual tuvo que ser inaugurado nueve días después, el miércoles 28, solo por el mandatario estatal del PAN–, sino una granelera de Distribuidora Conasupo S.A. (Diconsa) en la zona de Totalco, en el municipio del que coincidentemente es nativo Pepe Yunes Zorrilla, actual candidato de la alianza PRI-PVEM a la gubernatura del estado.
Por supuesto que el senador priista con licencia, a diferencia de otro desesperado aspirante a la gubernatura, no incurrirá en la imprudencia de presentarse a este evento oficial, como tampoco se espera que el Presidente de la República le eche porras y pida a los asistentes que voten por él, pues precisamente este lunes Peña Nieto afirmó que no intervendrá en el proceso electoral y que su participación sólo se limitará a sufragar en su casilla el día de los comicios.
Así que como bien advierte el sabio dicho popular: “al buen entendedor, pocas palabras”.
Que cada quien saque sus propias conclusiones.