El diario Reforma, uno de los más influyentes de la Ciudad de México, publicó este sábado que el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete, se había reunido en la semana con gobernadores del PAN y del PRD, y que “en la SEGOB llamó la atención que no le reclamaran por la forma en la que la PGR y el SAT han tundido a Ricardo Anaya.”
Según esta versión periodística, “el tema del uso de instituciones públicas para perseguir al aspirante a Los Pinos surgió sólo en la reunión con los perredistas, donde Miguel Ángel Mancera urgió a Navarrete a definir la situación jurídica de Anaya para no generar mayor inestabilidad en el país.”
“La duda es por qué los demás, especialmente los blanquiazules, se quedaron callados cuando tenían la oportunidad de defender a su abanderado. Porque sería impensable que su silencio se deba a que el titular de la SEGOB les prometió recursos para las tareas de seguridad en sus entidades… ¿o sí?”, concluía el mordaz comentario.
Coincidentemente, este viernes el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares entregó a las corporaciones policiacas las primeras 31 patrullas de un total de 150 que Petróleos Mexicanos donará al gobierno del estado a través de su Programa de Apoyo a la Comunidad y Medio Ambiente (PACMA).
En dicha ceremonia, el mandatario estatal del PAN hizo un reconocimiento al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y a las Fuerzas Armadas por su compromiso con Veracruz para abatir los índices de inseguridad.
Ahí, el empresario Juan Carlos Stivalet Collinot expresó que “hemos visto cómo el señor Gobernador se ha comprometido con el Presidente de la República y ha logrado muchas cosas que no nos imaginábamos…”
¿Y Anaya? ¡Que se rasque con sus propias uñas! Este domingo, en un mensaje a medios, el candidato presidencial de la coalición “Por México al Frente”, pidió al Ejecutivo Federal que saque las manos del proceso electoral. Acompañado de los líderes del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, Anaya acusó a Peña de haber emprendido un “brutal” ataque en su contra para intentar sacarlo de la elección presidencial. “Señor Presidente, le digo con respeto, serenidad y firmeza, así no, saque las manos del proceso electoral y deje que el pueblo de México elija en completa libertad”, exigió el panista queretano.
¿Por qué Yunes no ha salido en defensa del ex dirigente nacional del PAN, quien pese a las denuncias penales que en contra del veracruzano fueron presentadas ante la PGR por presunto enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, lo hizo diputado federal plurinominal en 2015 y candidato a la gubernatura en 2016?
Porque Yunes en Veracruz está haciendo exactamente lo mismo que Anaya le reclama al gobierno federal y al PRI: usar de manera facciosa e imparcial a instituciones autónomas como la Fiscalía General del Estado y el ORFIS para “apretar” a ex funcionarios duartistas, a ex alcaldes priistas y a ediles de MORENA para favorecer la repudiada candidatura de su primogénito.
Veracruz, prioridad priísta
Por cierto, de las nueve gubernaturas que estarán en juego también en la elección de julio próximo, la de Veracruz tiene un interés más que especial para el PRI y para su candidato presidencial José Antonio Meade, dada la relevancia del padrón electoral del estado y la estrecha relación de amistad que le une desde hace años al ex secretario de Hacienda con el abanderado priista Pepe Yunes Zorrilla.
Ello parece explicar por qué Meade, de común acuerdo con su ex condiscípulo del ITAM, le encomendó a la experimentada ex dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel, la coordinación de su campaña presidencial en la tercera circunscripción plurinominal, y que le recomendara también poner especial atención y cuidado a la entidad veracruzana para recuperar la gubernatura; misión que la política tlaxcalteca le ha asignado a uno de los operadores electorales que mejores resultados ha entregado al partido tricolor en los estados de Hidalgo, Durango y San Luis Potosí, estos dos últimos gobernados por la oposición: al cenecista hidalguense José Antonio Rojo García de Alba, recién designado delegado del Revolucionario Institucional en la entidad.
Este sábado, en una encerrona con ex dirigentes priistas veracruzanos, la ex lideresa de la CNC y ex embajadora de México en Brasil les dejó muy claro que no hay pretexto para superar el reto de ganar ambas elecciones: la de Presidente de la República y la de gobernador de Veracruz, pues les enfatizó que tienen a los mejores candidatos.
Sin embargo, habrá que ver de qué más se valen para imponerse al aparato del gobierno del estado en poder del PAN, cuyo Jefe del Poder Ejecutivo no está escatimando recursos para heredarle la gubernatura a su hijo primogénito, aunque primero tendrán que emparejarse con el candidato de MORENA, quien por ahora encabeza las encuestas gracias al arrastre popular de su candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
Pero la campaña más intensa comenzará a partir de abril. Ya se verá cuál de los tres candidatos representa el mejor proyecto de gobierno, convence más al electorado y resulta menos vulnerable para resistir los embates de sus adversarios y las críticas de la opinión pública.