En una entrevista concedida hace un año a un programa de televisión por internet  –la que, por cierto, pidió que no se transmitiera porque todavía no era formalmente candidato de MORENA a la alcaldía de Xalapa y temía ser sancionado por el Órgano Público Local Electoral por actos anticipados de campaña–, el académico Hipólito Rodríguez Herrero fue cuestionado sobre la diferencia entre la teoría política y la realpolitik, pues precisamente se le preguntó que en caso de que presidiera el ayuntamiento capitalino cómo iba a evitar el chantaje de los 11 sindicatos de empleados municipales, sobre todo el de los trabajadores de Limpia Pública, cuyos líderes, para preservar sus prebendas y jugosos negocios discrecionales, habían presionado a los últimos cuatro alcaldes de extracción priista al inicio de cada administración municipal.

Este miércoles, el investigador del CIESAS Golfo y docente de la Universidad Veracruzana comprobó que no es lo mismo dar cátedra y tratar prepotentemente a los alumnos que lidiar con el personal del ayuntamiento encargado de recoger a diario los cientos de toneladas de  desechos sólidos de la ciudad.

Rodríguez Herrero apenas está por concluir el segundo mes de su gestión y ya comenzó a decepcionar a muchos electores que votaron por él. Y es que a diferencia de la administración anterior que encabezó el actual dirigente estatal del PRI, Américo Zúñiga Martínez, el munícipe morenista no ha podido bajar recursos federales extraordinarios y tampoco se ha propuesto convocar a la iniciativa privada para que continúen financiando la pavimentación de calles y avenidas como lo hizo el ex alcalde del tricolor, quien para este tipo de obras contó con el apoyo del Grupo Chedraui, entre otros empresarios.

Hipólito bien podría recurrir a los buenos oficios de su nuevo correligionario, el ex alcalde  ex priista Ricardo Ahued, para buscar el respaldo de los hombres de dinero de Xalapa, pues actualmente la capital luce sucia y varias de sus principales arterias están llenas de baches.

La irritación de los xalapeños ha ido creciendo porque, por ejemplo, este año han tenido que pagar de impuesto predial cantidades mucho más elevadas que las que se cobran en otros municipios como el puerto de Veracruz, sin que esos recursos excedentes se reflejen en mejores servicios urbanos en la ciudad. Igual sucede con las tarifas de consumo de agua potable, reajustadas al alza por los nuevos administradores de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento, quienes además recibieron fuertes críticas por la manera prepotente como llegaron a despedir a empleados de la anterior administración priista.

Similares reproches recibió Rodríguez Herrero por la forma en que justificó la designación de los principales funcionarios municipales, algunos de los cuales no residían en Xalapa ni son nativos de la entidad. Para colmo, han cometido una serie de yerros administrativos que han puesto en duda su cacareado perfil profesional.

En más de 50 días, el alcalde morenista no ha podido hacer siquiera un bosquejo de lo que será su plan de desarrollo municipal; su administración se muestra errática, ocurrente y sin rumbo.

Además su principal bandera, el de la austeridad, quedó en entredicho desde a mediados de enero pasado, cuando el subdirector municipal de Turismo, Luis Eduardo Ross Martínez, se aventó la puntada de viajar hasta Madrid, España, a “promover” a Xalapa en la Feria Internacional del Turismo 2018.

Con estos ediles y los polémicos candidatos plurinominales a senadores y diputados federales que postulará MORENA, ¡a ver cuántos votos pierden López Obrador y Cuitláhuac García para la Presidencia de la República y la gubernatura de Veracruz!

Y, para acabarla de regar, el alcalde Rodríguez Herrero pretextó posteriormente que tardó tres horas en atender a los trabajadores de Limpia Pública porque, según él, había “provocadores e infiltrados”, mientras que García Jiménez, sin elementos de prueba, se atrevió a insinuar que el gobernador Miguel Ángel Yunes pudo estar detrás de la manifestación de los empleados municipales que enardecidos reclamaban pagos pendientes y mejores condiciones para realizar su labor.

¡Ah qué par de académicos y aprendices de políticos! ¿Y así como “gobiernan” el municipio, quieren que se vote por MORENA para hacerlo también con el estado y el país?