Apenas están por iniciar formalmente las campañas para la gubernatura, pero los adversarios y malquerientes del priista Pepe Yunes Zorrilla ya lo dan por aniquilado electoralmente.
Sin embargo, si el abanderado de la alianza PRI-PVEM no fuese realmente competitivo, ¿por qué entonces las autoridades estatales del PAN le negaron las instalaciones del World Trade Center de Boca del Río para su toma de protesta de este sábado –la que el priista tuvo que trasladar a la plaza de toros “La Concordia”, de Orizaba, que lució pletórica–, hasta donde la Fiscalía General del Estado le fue a montar un show con la sorpresiva aprehensión de un líder cafetalero al que le imputan el presunto homicidio doloso en agravio de un ex comandante policiaco de la región de Córdoba desaparecido a finales del sexenio antepasado?
Sin embargo, ninguna de las dos maniobras del gobierno panista parece haber disminuido la fuerza del político peroteño. Pese a todo, el priismo veracruzano confirmó que está vivo. La convención estatal de delegados del PRI demostró que sí hay unión entre la militancia tricolor y que están recuperando el ánimo para reponerse de los sendos embates electorales que padecieron en los últimos dos años.
Los mismos priistas veracruzanos están conscientes que las cosas no son como antes y que que hoy se enfrentan a un gobierno estatal que opera simultáneamente una campaña en varios frentes, desde lo propagandístico hasta la judicialización, la cooptación y el acoso político de sus adversarios; pero los del tricolor también deberán enfrentar el discurso populista de MORENA, un nuevo protagonista que igualmente merma la clientela electoral del otrora partido político hegemónico de México.
Aun así, el PRI en Veracruz ha asumido apuestas todavía más arriesgadas para conocer el genuino compromiso de la militancia por salir fortalecidos del proceso de selección del candidato a la gubernatura y el resultado superó las propias expectativas que inicialmente se tenían. La dirigencia estatal encabezada por Américo Zúñiga Martínez decidió con valentía a Orizaba como la sede de uno de los más importantes eventos en la agenda del priismo de este año: la nominación de su candidato a gobernador del estado.
Bien pudo haberse optado porque fuera Xalapa, Veracruz o Boca del Río la sede de este evento por facilidades incluso logísticas, sin embargo, el reto de haber puesto a Orizaba como epicentro político donde busca renacer el espíritu ganador del priismo en el estado, sí tuvo sus efectos positivos. Alrededor de 10 mil militantes de todo el estado dieron cobijo, respaldaron y celebraron la nominación de Pepe Yunes, en quien confían para lograr la proeza de recuperar el gobierno del estado. Los discursos del flamante candidato y del presidente del CEN del PRI coincidieron en llenar de confianza para motivar el activismo político de la militancia en Veracruz.
Y, en ese entorno, se volvió tendencia nacional en Twitter la etiqueta #PepeGobernador, además de las imágenes de un evento organizado, festivo, lucido y lucidor, así como la información esparcida que alguien soltó y que va siendo viral entre el priismo veracruzano y que ha hecho rememorar aquella encuesta publicada por el diario capitalino Reforma el 25 de abril de 2017 sobre las preferencias electorales en el Estado de México, donde se pronosticaba la derrota del PRI por más de 12 puntos, lo que finalmente se revirtió.
Hoy, Alfredo del Mazo Maza gobierna el bastión priista mexiquense y Pepe Yunes, con la fuerza de un priismo que se resiste a claudicar, se apresta a conseguirlo en Veracruz, estado clave para el proyecto presidencial de su partido por representar el cuarto padrón electoral del país.