Washington, 15 feb (Xinhua) — Un tiroteo masivo cobró el miércoles la vida de al menos 17 personas en la secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, en el estado de Florida de Estados Unidos, informó la policía local.
El sospechoso, capturado poco después del tiroteo, fue identificado como Nikolas Cruz, de 19 años de edad, un estudiante que había sido expulsado de la escuela. En el lugar se halló un rile semiautomático AR-15.
Durante una entrevista con la cadena de televisión estadounidense MSNBC, el ex jefe del departamento de la Policía de la Ciudad de Nueva York Bill Bratton, dijo que la frecuencia de tiroteos escolares es «sorprendente», pero que se ha convertido en «la nueva normalidad».
La ex congresista Gabrielle Giffords, quien sobrevivió a un tiroteo en 2011, dijo en un comunicado que el mortal tiroteo escolar en Florida debe «provocar temor en todos los estadounidenses».
Giffords también opinó que una epidemia de violencia armada continúa día tras día y que además el tiroteo más reciente debe suscitar una nueva determinación en el Congreso «para hallar el valor para aprobar las leyes que necesitamos a fin de proteger a los niños».
POLÍTICAS DE CONTROL DE ARMAS SIGUEN ESTANCADAS
Después del tiroteo en la escuela de Florida, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, escribió en un tuit sus oraciones y condolencias por las víctimas, como lo ha hecho en los tiroteos masivos previos en una iglesia de Texas en noviembre y en un concierto en Las Vegas en octubre.
El representante Seth Moulton de Massachusetts citó lo escrito por el presidente y en otro tuit lo instó a «hacer algo» respecto a la violencia con armas.
No obstante, la Casa Blanca, en su propuesta de presupuesto recién anunciada para el año 2019 recortará millones de dólares al Sistema Nacional de Verificación Instantánea de Antecedentes Penales, un sistema del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) para ayudar a los comerciantes de armas a verificar si un posible comprador está calificado para poseer un arma.
Asimismo, a principios de 2017, con tan sólo un mes en el cargo, Trump revocó la normativa del ex presidente Barack Obama sobre control de armas, que imponía límites en las compras de armas a la gente que recibía cheques de Seguridad Social por enfermedades mentales y para quienes no parecían aptos para manejar sus propios asuntos financieros.
El mes pasado, en una entrevista exclusiva con el comentarista político británico Piers Morgan, Trump se describió a sí mismo como una «persona de la Segunda Enmienda» y dijo que cree que la gente necesita armas para su propia seguridad.
La Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos preserva el derecho de la gente a poseer y portar armas, un documento legal en vigor durante dos siglos.
TIROTEOS SE VUELVEN «NUEVA NORMALIDAD»
Estados Unidos ha sido alterado por problemas crecientes en la seguridad pública en los años recientes, los que involucran crímenes de odio y violencia con armas.
Además de los tiroteos frecuentes, el surgimiento de nacionalistas blancos y supremacistas ha provocado el temor del resurgimiento de los crímenes de odio, en especial luego del incidente de Charlottesville de agosto de 2017, el cual generó protestas nacionales contra la supremacía blanca y los neofascistas.
Neonazis, miembros del Klan y supremacistas blancos fuertemente armados reunidos en Charlottesville diseminaron odio e incitaron a la violencia para proteger su llamado «derecho a portar armas».
De acuerdo con Everytown for Gun Safety, una organización estadounidense no lucrativa que defiende el control de armas, el ataque de Florida se convirtió en el decimoctavo tiroteo escolar en los últimos 45 días en el país en 2018; sólo en ocho de estos incidentes no hubo víctimas.
La cifra de muertos en el ataque más reciente lo convertiría en el tercer tiroteo escolar más mortal en la historia reciente de Estados Unidos, sólo después del ataque en el Tecnológico de Virginia en 2007 y el incidente en la escuela primaria Sandy Hook en 2012, que dejaron 33 y 28 muertos, respectivamente.