Acostumbrados al estilo reactivo del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, muchos se quedaron esperando que el mandatario veracruzano le respondiera de inmediato y en su característico tono virulento al secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, quien al referirse este miércoles al incidente del precandidato presidencial del PAN-PRD-MC, Ricardo Anaya Cortés, con un agente del CISEN durante la última gira del panista por el sur de Veracruz, el titular de la SEGOB puntualizó que la decisión de darle seguimiento a las actividades de Anaya el 11 de febrero se había tomado en el seno del Grupo de Coordinación Veracruz.
“Al terminar la reunión del grupo de coordinación local (…) en acuerdo con el delegado del CISEN se consideró oportuno darle seguimiento al cierre de campañas”, precisó Navarrete ante los medios de comunicación.
“Se elaboró previamente una orden de operación para planear la cobertura sin interaccionar con el precandidato porque así se acordó con todos los actores involucrados en la reunión señalada particularmente con autoridades del gobierno local de Veracruz”, dijo el funcionario federal, quien cuestionó que el incidente en el que Anaya encara al agente se haya hecho público hasta el martes, dos días después de ocurrido.
Si Navarrete expuso que “no se trata, lo dejo aquí muy claro, ni de un asunto de espionaje clandestino, de un asunto ilegal que no tenga fundamento legal, y menos aún que no esté dentro de un protocolo donde se analizan todos los temas de seguridad en los estados a través de grupos de coordinación”, ¿por qué entonces Yunes Linares no evitó este desafortunado incidente informando oportunamente a su precandidato presidencial, máxime que era acompañado por su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez, aspirante del PAN-PRD-MC a la gubernatura?.
Lo cierto es que por este lamentable acontecimiento ya fue suspendido el subdelegado estatal y concentrados todos los involucrados –a los que hasta podrían fincárseles responsabilidades de carácter administrativo–, pues Navarrete Prida detalló un par de irregularidades que indirectamente dejan mal parado también al representante de la Secretaría de Gobernación en la entidad, Alejandro Montano Guzmán, ya que, apuntó, no se le informó al equipo del precandidato presidencial sobre dicho seguimiento y tampoco se le comunicó a la SEGOB sobre el incidente en una carretera de Veracruz, ocurrido el domingo 11 de febrero, denunciado por Anaya.
“Los trabajadores aducen que se entendía que el equipo de campaña estaba enterado y que era un acompañamiento visible, con vehículos oficiales y plenamente identificado, sin embargo, para efecto de la normatividad federal, es una presunta irregularidad porque se debió informar”, comentó el ex procurador mexiquense y sucesor del hidalguense Miguel Ángel Osorio Chong en la SEGOB.
“A pesar de que hay comunicación permanente entre la Secretaría de Gobernación con partido políticos (…) para ver temas de seguridad en procesos electorales, tampoco se le comunicó a esta institución, Secretaría de Gobernación, que este incidente haya acontecido”, indicó Navarrete Prida.
Resulta extraño, por no decir sospechoso, que Yunes Linares no haya mediado a tiempo para evitar este encontronazo de su precandidato presidencial con el nuevo operador político del presidente Enrique Peña Nieto. ¿Será acaso porque ya no despacha en Bucareli su gran cuatacho Osorio Chong, a quien entre otras deudas políticas le debe la liberación de su hijo Fernando Yunes Márquez, cuando el mero día de la elección de gobernador, en junio de 2016, el entonces senador en funciones y actual alcalde del puerto de Veracruz fue retenido por la policía estatal en Coatzacoalcos a bordo de una camioneta con presuntas maletas de dinero para la operación electoral?
Infiernito en Minatitlán
A pesar de que 11 de los 12 regidores de Minatitlán le propusieron al alcalde Nicolás Reyes Álvarez que se reconsiderara la renuncia del licenciado Rafael Castillo Zugasti como secretario del Ayuntamiento –el cual muy digna y justificadamente decidió dimitir ante la intromisión de terceras personas que entorpecen las sesiones y la conciliación de acuerdos entre los legítimos miembros del Cabildo–, el munícipe morenista no quiso dar marcha atrás, lo que obviamente motivó que se le activara otro infiernito más, como si no tuviera ya suficiente con la desgastante confrontación que mantiene con el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares por el asunto de las despensas y leches caducadas, lo que derivó en una denuncia penal presentada por la Secretaría de Protección Civil ante la Fiscalía General del Estado.
La noche de este miércoles, en conferencia de prensa, nueve de los ediles manifestaron su inconformidad ya que argumentaron que con esta mala decisión del alcalde se retrasarán los trabajos del Cabildo cuyas sesiones ya se habían regularizado.
Castillo Zugasti es el segundo secretario del Ayuntamiento de Minatitlán que renuncia en los primeros 45 días de la presente administración municipal, lo que evidentemente pone en entredicho el oficio político del gobernante de MORENA pese a su experiencia de ex líder sindical.