Las precampañas son un acto protocolario que debería empezar suave, poco a poco ir subiendo de intensidad. Los precandidatos 2018 están echando la carne al asador desde ¡ya!, no han hecho nada paulatino, se han ido de forma directa y con toda la fuerza en medios, redes sociales, mítines… incluso, sus coordinadores de campañas aprovecharon bien el micrófono cuando lo han tenido para hablar de propuestas, y también para atacar al contrincante que lidera las encuestas: AMLO.

Andrés Manuel no es muy afecto a los medios por lo intolerante que es a la crítica, no es un secreto, en precampañas su estrategia ha sido otra, aunque en algunas ocasiones ha salido su verdadera personalidad, por ejemplo, su encuesta fake, los pleitos en redes sociales con Yunes Linares, los insultos a periodistas de gran talla, relacionándolos con “la mafia del poder”, y algunas incongruencias respecto al acabar con la corrupción, pero recibiendo a panistas y priístas, lo que han sobrado son chapulines en el partido Morena, aunque estos son detalles que se pueden arreglar al paso del tiempo.

Ricardo Anaya, no va tan mal en las encuestas, es una realidad que aún le falta llegar al tabasqueño, pero hay tiempo y no es imposible, aunque hay mucho trabajo por hacer, demostrando que no cuenta con todos esos millones que le han exhibido en medios de comunicación, su mal manejo en redes sociales, sus chistes sin sentido, ocupar su habilidad de orador para sobajar a sus contrincantes no le ha salido muy buena, y una de las ridiculeces que hasta hoy se lleva el primer lugar, es subirse a un poste diciendo que va a ganar la presidencia, ¿lo imaginan haciendo eso siendo presidente?Claro que no.

José Antonio Meade, muy opaco en toda su precampaña, no hay duda que él no tiene cola que le pisen, pero no era el único requisito que debió tomar en cuenta el PRI, las únicas veces que ha levantado fue cuando se equivocó igual que Enrique Peña Nieto con “resolvido”, cuando se ha defendido en redes sociales, sale a colación cada vez que se toca el tema del incremento de la gasolina, la inseguridad a cargo del partido que representa, el que no fuera militante, por mencionar algunas. Hasta ahorita es el tercero en las encuestas, y sí veo difícil que Meade se siente en la silla presidencial.

Algunos independientes estarán en la boleta, Margarita Zavala, el bronco… aunque a ellos sólo se les recuerda recolectando firmas, la investigación de firmas falsas que menciona Pedro Ferriz, quejas sobre la aplicación y no más. Han sido precampañas que se han llevado en medios de comunicación, en gira visitando estados, y sin duda, reflejada cada día en las redes sociales más para bullying, que para informar, así las cosas en México. Andrés Manuel, tranquilo, feliz; Ricardo Anaya, con mentiras, pero menos tenso por ser el segundo; Meade, empieza a preocuparse… ¡es tiempo de la guerra!

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