El pasado 1 de febrero comenté en este espacio, aunque de manera breve, el problema que tiene la comuna de Alvarado con el impuesto predial. Y es que en ese sentido, el Ayuntamiento tuvo un arranque realmente complicado.
Alvarado es el único municipio que empezó con retraso el cobro del impuesto predial. Fue hasta tres semanas después de que entró en funciones, que finalmente se anunció que ya se podía cobrar ese gravamen.
El tema no es menor. Además de que es el principal instrumento para la recaudación de ingresos propios, el pago del impuesto predial tiene un impacto directo en los proyectos de desarrollos inmobiliarios.
Hoy por hoy, es hacia el municipio de Alvarado donde se extiende el crecimiento residencial de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río. Pero empresarios inmobiliarios y notarios públicos de la zona explicaron que, si no se cumple con el pago del impuesto predial, no se puede avanzar en temas tan importantes como el traslado de dominio.
En los primeros días del presente año, el Ayuntamiento que preside Bogar Ruiz Rosas informó en su portal de internet que “por causas ajenas” a esa administración, no habían podido iniciar con el cobro del predial. “Estamos trabajando para reanudar el servicio en los próximos días”, mencionaba el comunicado.
Los desarrolladores inmobiliarios de aquella región han señalado que, además de las complicaciones que han enfrentado por el tardío inicio de esta recaudación, se han topado con la actitud agresiva de supuestos “gestores municipales”, que no son otra cosa que “coyotes”, quienes exigen sumas escandalosas para agilizar cualquier trámite.
Varios inversionistas han señalado a Gerardo Cano Enríquez, Martín Erasmo Román Almeida y a Álvaro Matiano Ruiz (quien fuera director de Obras Públicas en la administración municipal de Sara Luis Herrera Cano, que purga una condena por homicidio) como los que pretenden extorsionarlos, amenazándolos con obstaculizar las gestiones ante el Ayuntamiento, si no se hacen los trámites por su conducto.
En Alvarado se encuentra la zona de mayor potencial inmobiliario de la entidad, conocida como “La Riviera Veracruzana”. Los terrenos en ese corredor tienen una cotización muy alta, pero los potenciales inversionistas enfrentan cada vez más obstáculos al intentar cumplir con la normatividad del municipio.¿
En el inicio del programa de cobro del impuesto predial se presentaron múltiples quejas por cálculos erróneos por parte de los servidores públicos, además de que aquellos que deben realizar trámites de traslado de dominio, deben viajar más de una hora, hasta la cabecera municipal, donde se ubica la única oficina para atender esos temas.
Poco a poco el alcalde Bogar Ruiz ha ido conociendo estos temas, pues el círculo más cercano de sus colaboradores impide que empresarios, inversionistas y notarios le expongan sus quejas.
Ante las complicaciones que hoy enfrentan para regularizar su situación, tanto habitantes de la Riviera Veracruzana, como fraccionadores y notarios de la zona están considerado revivir aquella añeja demanda de que toda esa área sea desincorporada del municipio de Alvarado y se integre al de Boca del Río.
Aguas… Si las autoridades de Alvarado no se aplican a solucionar estos problemas, aquella vieja pesadilla podría volverse realidad. Y el golpe para las arcas de ese municipio sería brutal.