María Yaneli Ameca Alducin, egresada del Doctorado en Inteligencia Artificial del Centro de Investigación en Inteligencia Artificial (CIIA) de la Universidad Veracruzana (UV), fue aceptada en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y ahora realiza su estancia posdoctoral en la Universidad Adelaide, Australia.
Para ella no ha habido obstáculos de género ni social ni económico que la detengan. Incluso uno de sus profesores solicitó destacar la capacidad que María Yaneli tuvo para obtener su estancia posdoctoral e ingresar al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) inmediatamente después de concluir sus estudios de doctorado.
“Lo logró inmediatamente saliendo del doctorado, con sólo la productividad que tuvo a lo largo del posgrado pudo ingresar al Área VII del SNI, una de las más complicadas por los altos índices de exigencia”, señaló Efrén Mezura Montes, profesor del programa educativo de posgrado, en el que María Yaneli fue miembro de la primera generación 2012-2016.
El científico mencionó que Nicandro Cruz Ramírez, investigador del CIIA, dirigió la tesis doctoral de María Yaneli, y él fue el co-director, la cual se enmarcó en el área de computación evolutiva.
Explicó que la computación evolutiva trata de emular de manera burda la evolución natural en la computadora, “no evolucionan seres vivos sino soluciones a problemas complejos. Es la computadora la que nos provee de soluciones de forma automatizada”.
Profesores de calidad
María Yaneli, egresada de la Licenciatura en Informática de esta casa de estudios, de la cual se tituló vía Examen General para la Acreditación de la Licenciatura (EGAL) de Ceneval, donde obtuvo calificaciones sobresalientes.
Narró que mientras cursaba ésta, trabajó como desarrolladora de software en una empresa dedicada a generar exámenes en línea de matemáticas para el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA). Posteriormente, cursó la Maestría en Computación Aplicada en el Laboratorio Nacional de Informática Avanzada (Lania), donde conoció a Efrén Mezura, “desde ese momento pensé que sería mi asesor de tesis”.
Antes de concluir el posgrado, recordó que se acercó al académico para darle a conocer su inquietud de estudiar un doctorado en el extranjero. “Me respondió que buscar un director de tesis es como un compromiso a casamiento, tienes que conocer bien al investigador pues de lo contrario habrá un mal matrimonio”.
Tiempo después se enteró que la UV daría a conocer la convocatoria del Doctorado en Inteligencia Artificial, así que pidió a Nicandro Cruz y Efrén Mezura que la aceptaran como tesista. Así se inició en el área de la inteligencia artificial.
“Me decidí por el doctorado de la UV por la calidad de sus profesores. Pese a que me gustaba mucho el tema que desarrollé en mi tesis de maestría –fue cáncer de mama–, sentí la inquietud de involucrarme en optimización, área abordada por Efrén Mezura, así que cambié de tema.”
Lo más complicado a lo largo de su formación en el posgrado fue la cuestión económica, pero sólo durante el primer semestre porque después fue becada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), dado que el doctorado ingresó al Programa Nacional de Posgrados de Calidad.
“Cuando estudias un posgrado es como todo, lo amas, lo odias, decides que quieres dejarlo y luego tomarlo otra vez.”
En general, dijo que la formación que recibió fue de muy buena calidad, debido a que la mayoría de los profesores realizaron estancias en el extranjero y tienen colaboraciones internacionales con especialistas de renombre.
Una de las actividades que consideró de gran valía para la formación de los estudiantes del posgrado es que cada una o dos semanas presentaban en inglés avances de sus tesis, además las preguntas y respuestas también eran en el mismo idioma.
“Era una manera de prepararnos para defender nuestros trabajos en conferencias o eventos llevados a cabo en el extranjero.”
Asimismo, mencionó que un requisito principal para obtener su titulación no sólo era presentar la tesis, sino terminar y publicar un artículo en una revista indexada. “Me llevó un año cumplirlo, entre escribirlo, someterlo a revisión y que fuera aceptado; a la par realizaba otros trabajos”.
Cabe destacar que María Yaneli elaboró entre seis y siete publicaciones a lo largo del doctorado, lo cual no fue un trabajo fácil, pero lo logró con el apoyo de los académicos Efrén Mezura y Nicandro Cruz.
“Gracias a esto es que pude solicitar mi ingreso al SNI, afortunadamente fui aceptada y ahora soy candidata. Me gradué en enero de 2017 y a finales de septiembre me avisaron que había sido aceptada en el Área VII, la de ingeniería, la cual tiene los indicadores más altos y exigentes.”
A través de Skype, María Yaneli dijo que son pocas las mujeres que se deciden por esta carrera; por ejemplo, en Australia las jóvenes representan el 17 por ciento del total de la población estudiantil
Logros obtenidos
María Yaneli comentó que cuando empezó a trabajar en su tesis de doctorado se trataba de un tema muy nuevo, había poca información, así que les tomó casi un año saber cómo funcionaría.
Cabe recordar que el tema que optó en desarrollar fue del área de computación evolutiva, es decir, es la computadora la que provee de soluciones de forma automatizada.
Al año y medio de iniciado el proyecto le publicaron un artículo, el cual fue ranqueado en los primeros lugares y fue aceptado para ser presentado en una conferencia internacional realizada en Beijing, China; desafortunadamente no pudo asistir por falta de recursos económicos.
“Fue uno de los colegas de Efrén Mezura quien presentó este trabajo en dicho evento.”
Al mismo tiempo colaboraba con Nicandro Cruz, específicamente en minería de datos, la cual resultó ser una buena experiencia. Tiempo después se presentó la oportunidad de enviar un artículo a la Genetic and Evolutionary Computation Conference (GECCO, por sus siglas en inglés, es organizado en España), una de las conferencias donde es complicado publicar, sólo el 15 por ciento de las publicaciones son aceptadas y la de María Yaneli estuvo dentro de este porcentaje.
“El GECCO abre un programa para estudiantes de doctorado, llamado Graduate Student Workshop, donde envías tu artículo y si tu tema de tesis es novedoso, es aceptado para presentarlo y defenderlo. Es muy difícil que te acepten un artículo porque debe ser un tema nuevo.”
En este lapso, comentó, su tesis de maestría fue premiada con el primer lugar a nivel nacional por la Sociedad Mexicana de Inteligencia Artificial (SMIA).
Después de un tiempo, uno de sus compañeros del doctorado recibió un link en su correo electrónico, el cual invitaba a participar en concursar para obtener una estancia posdoctoral en la Universidad de Adelaide, Australia; se lo comunicó a María Yaneli, porque consideró que era una buena oportunidad.
“Apliqué para esta oportunidad, pero fui rechazada porque no había concluido mis estudios de posgrado y no tenía artículos publicados como primer autor. Esto no me hizo desistir, seguí aplicando para otras estancias en el extranjero, en Estados Unidos, Francia y Bélgica; estaba segura y enfocada en lograr esta meta.”
Dos meses antes de concluir sus estudios de doctorado, llegó un correo electrónico de la universidad australiana, preguntándole si continuaba interesada en la estancia y si podían entrevistarla vía Skype, ella respondió inmediatamente.
“Me realizaron la entrevista y acordaron que en una semana me avisarían el resultado, pero antes me preguntaron si estaba dispuesta a mudarme. Pasado el tiempo recibí la notificación de aceptación.”
Aseguró que si no hubiera recibido una educación de calidad y la experiencia académica que logró durante el posgrado, no habría podido obtener la estancia.
“Sin esta formación no hubiera sido posible ni pensar en tener esta oportunidad, incluso tener la confianza para trabajar en el extranjero.”
Cabe mencionar que en 2014 ganó el primer lugar a la mejor tesis de maestría que otorga la Sociedad Mexicana de Inteligencia Artificial, y en 2017 su tesis de doctorado obtuvo el tercer lugar por el mismo organismo.
Estancia en la Universidad Adelaide
María Yaneli Ameca comentó que la formación recibida, la experiencia académica y en especial sus artículos ranqueados en los primeros lugares en conferencias internacionales, le ayudaron a obtener la estancia posdoctoral en la Universidad Adelaide.
“En la institución continué con mi tema de tesis de doctorado y en seis meses sometí un artículo a revisión; también me solicitaron ser codirector de una tesista de doctorado, lo cual es muy difícil para un recién egresado de posgrado, con quien ya sacamos un paper y tenemos en puerta tres más.”
Aunque al inicio el principal obstáculo fue el idioma, ahora desarrolla proyectos para las industrias minera y energética.
De igual manera, dijo que le fue difícil tomar la decisión de mudarse, ya que es madre soltera. Contó que cuando inició sus estudios de maestría, su hijo tenía un mes de nacido. “Me ha acompañado a lo largo de todo mi trayecto y también ahora lo hace en esta etapa en Australia”.
Detalló que la estancia es por un año, por lo que concluirá en 2018, pero podría extenderse por más tiempo, ya que tiene proyectos en los que colabora con el sector industrial, “así que no regresaré este año”.
Por último, mencionó que todos los estudiantes del doctorado que ofrece el CIIA están preparados y tienen la oportunidad de hacer estancias en instituciones del extranjero, así que deben aprovechar todas las facilidades que la dependencia académica y la Universidad les brindan.
“Tomen todas las oportunidades, no tengan miedo de escribir y trabajar con académicos reconocidos a nivel internacional, porque es la oportunidad de hacer conexiones y colaboraciones que les abrirán las puertas a más trabajo académico.
”Mi comentario para las mujeres es que nada les impida desarrollarse profesionalmente; el género, la edad y las condiciones socioeconómicas, no son barreras para realizar sus metas.”
Paola cortés Pérez/Prensa UV