En Martínez de la Torre, el ayuntamiento local prácticamente comienza de cero: las anteriores autoridades dejaron un caos en las finanzas; irregularidades en la obra pública; y un palacio en condiciones lamentables. No es una historia aislada, es el común denominador de casi todo cambio de administración en Veracruz.
Hace cuatro años, cuando el ex alcalde Rolando Olivares Ahumada asumió el cargo, recibió recursos disponibles por casi 300 mil pesos, muy poco pero suficientes para los primeros gastos; el 31 de diciembre del año pasado, el ex edil martinense entregó las arcas con 200 pesos (en ese lugar se dice en tono de broma que es muy probable que no se llevaron ese dinero porque no lo vieron).
El parque vehicular está destrozado y algunos camiones recolectores de basura no se encontraban en condiciones de operar.
De las oficinas de presidencia municipal se llevaron hasta las cortinas; los nuevos inquilinos de Palacio apuntan que incluso con las pilas de los controles del aire acondicionado cargaron.
La obra pública es asunto aparte: construcciones pagadas y no terminadas; obras no validadas y un rosario de irregularidades.
En ese lugar, las quejas no terminan: la actual administración, por ejemplo, recibió el recinto ferial prácticamente en ruinas, dado que desde hace seis meses dicho lugar no recibió mantenimiento.
Por si fuera poco, el servicio de recolección de basura fue suspendido desde el 15 de diciembre del año pasado, lo que habla de la indolencia y la desidia con que trabajó la pasada administración. Sólo durante los primeros cuatro días del actual ayuntamiento, el área de limpia pública levantó de las calles de esa cabecera unas 500 toneladas de desechos.
Algo parecido, en cuanto a la irresponsabilidad de las anteriores autoridades, se observa en el tema de la seguridad pública. Rolando Olivares comenzó su administración con 150 elementos de la Policía Preventiva Municipal; y entregó la corporación con 70 personas en nómina, insuficientes por supuesto para cubrir la demanda de vigilancia de una población de más de 110 mil habitantes.
El alcalde del lugar, José de la Torre Sánchez, en su tercer periodo al frente del Ayuntamiento, ha declarado que destinarán recursos para tener otra vez, al menos, 150 elementos. De igual manera, apunta que el municipio adquirirá 18 patrullas para reforzar la seguridad en la cabecera y sus colonias, en las comunidades y zonas rurales.
En el tema de la obra pública destaca el anuncio del ayuntamiento en el sentido de que la población beneficiada con los trabajos realizados con el presupuesto municipal no tendrá que pagar un solo peso.
En Martínez de la Torre no sólo hay un cambio de administración y de partido en el ayuntamiento; hay un intento por hacer las cosas de forma diferente.
Así las cosas, si el alcalde De la Torre Sánchez logra en el corto plazo generar una percepción social favorable a su administración, será muy complicado que el PRI o Morena logren una victoria en las elecciones del presente año en ese distrito.
En cuanto al ex alcalde Rolando Olivares, ha trascendido que las irregularidades detectadas, básicamente obras inconclusas y finiquitadas o al menos pagadas en más de 90 por ciento, serán turnadas al Órgano de Fiscalización Superior del Estado, de tal manera que este año podríamos verle de manera frecuente entre los ex presidentes municipales en problemas de auditorías. Así están las cosas en la capital mundial del limón persa. @luisromero85