Este martes y miércoles fueron aprehendidos el ex director de la Fuerza Civil y casi una veintena de agentes y ex agentes de la Secretaría de Seguridad Pública. ¿La acusación? Desaparición forzada.
Estas detenciones pueden ser la punta del iceberg que ayude a aclarar las más de 600 desapariciones que hubo en el sexenio de Javier Duarte. Es decir, la Fiscalía General del Estado se apuntó un éxito.
Alguien me preguntó si esto elevará los bonos del candidato del PAN a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Márquez, y la respuesta fue que sí. Los bonos del joven aspirante subieron como la espuma. Y más, después de que su papá saliera a darle todo el vuelo mediático a las detenciones.
¿Le alcanzarán al junior para llegar a la meta?
Ahí sí quién sabe.
En este país nada está escrito en política y así como se sube se suele bajar.
La detención de estos sujetos le dio más oxígeno a la campaña de Yunes Márquez, pero difícilmente conseguirá llegar a la gubernatura sólo con eso. A menos que los candidatos del Morena y el PRI no hicieran absolutamente nada, cosa que no va a suceder.
Yunes Márquez, me consta, ha llegado sobradito a sus mítines y eso a la larga le puede pesar.
Siguiendo el ejemplo de su papá, en lugar de proponer reta, ataca y ofende. Y es que decirles cobardes a quienes piden un Comisionado de Seguridad para Veracruz, no es precisamente un halago.
Tampoco es buena medida querer involucrar a la ciudadanía en la lucha contra la delincuencia. Su frase: “Los veracruzanos tenemos la capacidad de atender el tema” no cayó nada bien.
Pero bueno; son pequeñas licencias que se está dando el jovenazo.
Nomás que aguas con los revires.
Andrés Manuel López Obrador que toda su precampaña se la ha pasado en el recreo, sacó al cavernícola que lleva dentro y se le fue encima a Jesús Silva Herzog nomás porque no le gustó un artículo que escribió el analista político.
De acuerdo con los que saben, este arrebato le costará al tabasqueño al menos dos puntos en las encuestas.
En el caso de Yunes Márquez, no depende de él sino de personas cercanas subir o bajar en los sondeos.
Si bien su papá le dio un buen impulso con su anuncio sobre las detenciones, no siempre ha sido así.
Yunes Linares ha abierto muchos frentes; quizá demasiados.
Se ha peleado con periodistas, empresarios y alcaldes. Trae pleito casado con su primo hermano Héctor, con el candidato de Morena, Cuitláhuac García y con el mismo AMLO.
El asunto de la leche caduca está creciendo y para colmo, una de las carreteras que tanto ponderó, la Misantla-Banderilla, se rompió como el papel y sus enemigos se la están echando en cara.
Todas estas broncas son puntos que hay que restarle a la campaña de Yunes Márquez. Y si siguen así las cosas, se quedará en la orilla por mucho que el Gobernador le invierta dinero a su campaña.
Las aprehensiones de unos sujetos acusados de delitos de lesa humanidad que lo harán subir en las encuestas, también lo pueden desbarrancar.
Y es que si la Fiscalía de Jorge Winckler no arma bien las carpetas de investigación (como es su penosa costumbre), así como entraron a la cárcel, los presuntos maleantes saldrán de ella por errores en el debido proceso.
Y con esto los puntos que está ganando el joven Yunes por este hecho, habrán valido sorbete y los perderá, junto con la anhelada gubernatura.