La paz, 7 feb (Xinhua) — El gobierno de Bolivia declaró hoy miércoles estado de emergencia por las intensas lluvias que han provocado inundaciones, pérdida de cultivos y muerte de animales, así como daños a viviendas y a infraestructura de comunicaciones.
El presidente boliviano, Evo Morales, anunció en conferencia de prensa la declaratoria de emergencia, luego de una reunión de gabinete en Palacio Quemado (palacio de gobierno) en La Paz, para que gobierno central, gobernaciones y municipios asuman acciones para enfrentar la situación.
«Me permito informarles que el gabinete ha aprobado la declaratoria de estado de emergencia para atender a las familias por inundaciones en municipios de toda Bolivia», sostuvo el mandatario.
Morales detalló que la medida «permite mover recursos económicos para las familias afectadas por inundaciones».
La ciudad de Tiquipaya en el departamento de Cochabamba (centro) amaneció este miércoles en medio de una destrucción sin precedentes provocada por deslizamientos luego de una lluvia torrencial.
Los vecinos, despiertos toda la noche, esperaron la luz del día para buscar a familiares y pertenencias en las calles de Tiquipaya, donde los estragos son evidentes en avenidas y viviendas.
Los equipos de rescate trabajan también sin pausa en busca de personas reportadas como desaparecidas, después del deslizamiento de lodo, escombros y ramas.
A su vez, el viceministro de Defensa Civil, Carlos Bru, se refirió también en La Paz a la situación actual en diferentes regiones bolivianas como consecuencia de las persistentes lluvias.
«Lo más difícil se concentra en el Chapare (Cochabamba), en Beni (norte) y en gran parte de Pando (noroeste). Los ríos han estado en crecidas constante, y si esto se desata (desborda), la posibilidad de inundaciones es prácticamente inminente», advirtió.
En la zona sur del país sudamericano el panorama también es preocupante ante la continuidad del temporal, que por el momento ha afectado las ciudades de Tupiza, Villamontes y Yacuiba.
En Tupiza se dio la situación más crítica con la crecida del río del mismo nombre que arrasó al menos 45 viviendas y dejó decenas de familias damnificadas.
Por el momento no hay datos sobre daños a la ganadería, aunque unas 30.000 cabezas de ganado fueron trasladadas a zonas altas, según reportes de puestos de control carretero.
El viceministro de Defensa Civil comentó que el gobierno pondrá a disposición el presupuesto que sea necesario para la atención de eventualidades climáticas.
Subrayó que cada gobernación y municipio tiene su propio presupuesto para atención de emergencias.
Las previsiones para el resto de esta semana son de lluvias moderadas para gran parte de Bolivia, lo que representa potenciales riesgos de inundación y desborde de ríos en Beni, así como en Pando.