Una nueva área verde se perdió en la escasa mancha de bosque de niebla que sobrevive en los alrededores de Xalapa, ahora en la zona norte, en los alrededores de la ex hacienda Lucas Martín.

Una constructora inició los trabajos de introducción de líneas de luz eléctrica, tuberías de agua y drenaje en un predio localizado a un costado del fraccionamiento Lucas Martín.

Entre los vecinos hay preocupación porque su tranquilidad se verá alterada con la llegada de 60 familias a esa zona, sin embargo ante lo inevitable, pues la constructora cuenta con los permisos de las autoridades, solo piden que haya respeto y cordialidad en la convivencia.

Francisco Rafael Vázquez Ávila, presidente del Comité de Cuenca del Río Sedeño, expresa que las máquinas trabajan sobre lo que alguna vez fue un cerro con bosque mesófilo de montaña que debió preservarse y ahora, por ser propiedad privada, se cubrirá de cemento y les quieren abrir una calle hacia su fraccionamiento.

Relata que desde los años 90 en que llegaron a vivir en esta zona, los vecinos han trabajado duro para cuidar el medio ambiente y gracias a su esfuerzo crearon el Área Natural Protegida Quetzalapan-Sedeño, de 5.5 kilómetros de largo y que corre diez metros a ambos lados del río Sedeño, lugar que se convirtió en un paseo de gran belleza, ideal para practicar ejercicio y para recreación.

Además existen vestigios naturales de gran importancia, como un árbol de haya que calculan en 250 años de vida: “Es digamos un ícono, un símbolo que muestra el tipo de vegetación en esta zona, de bosque de niebla… el movimiento de tierra está hasta este límite”.

Asimismo se cuenta todavía con los restos de los potreros de la ex Hacienda Lucas Martín, construida en 1569.

“No hay que olvidar que la hacienda fue la primera merced de indios de la Nueva España, tiene sus siglos de antigüedad y su historia y viendo la inminente amenaza del movimiento de las máquinas”.

La vida sigue en el fraccionamiento Lucas Martín de Xalapa, donde están a unas cuantas semanas de que el tránsito cambie, la construcción de la unidad habitacional es irreversible y solo piden que se respete el entorno natural.

“Ahorita estarían entiendo yo en un tris de que esa calle se abra, esa sería la situación, no tiene uno mucha sustancia de dónde agarrarse para que no ocurra eso, y a lo que aspiramos nosotros es a una vecindad respetuosa”.

AVC/Noticias