Dragon Ball ha tenido grandes juegos a lo largo de los años y recientemente con Dragon Ball Xenoverse y su sistema de peleas en 3D que lucían increíbles, llenos de fan service, una historia entretenida y con una gran variedad y disponibilidad de personajes de la serie, al final el juego se sentía que podría ser algo mucho más completo.
Pero esto cambió apenas el año pasado, cuando Arc System Works una compañía enfocada en juegos de peleas 2D con grandes títulos y franquicias en sus manos como BlazBlue o Guilty Gear; anunciaba en conjunto con Bandai Namco que desarrollaría un nuevo título de peleas, esta vez tomando la franquicia de Dragon Ball y, desde una primera instancia logrando grandes elogios y creando demasiada expectativa del juego, ya que desde que se reveló apenas en junio del 2017 durante E3, el juego fue del agrado de fanáticos y prensa, sin duda parecía ser el juego de peleas que siempre habíamos querido, pero ¿lo es?
Dragon Ball FighterZ cambia radicalmente a lo que nos habíamos acostumbrado durante los últimos años en cuanto a títulos de pelea se refiere, teniendo juegos como el propio Dragon Ball Xenoverse, Injustice, Mortal Kombat X, Street Fighter V, Tekken 7 o el tan criticado y fracasado Marvel vs Capcom: Infinite; todos tienen algo en común y es el estilo gráfico, enfocado en modelos 3D con un escenario 2D (a excepción de Xenoverse).
El juego es fiel a Dragon Ball en todos sus aspectos, tan es así que los movimientos de nuestros personajes están recreados a la perfección y en ciertas situaciones, dependiendo de los enfrentamientos las escenas que algún día vimos en la serie animada también forman parte de esta fidelidad al momento de realizar una ataque especial o final; por ejemplo: Trunks vs Frieza, Gohan vs Cell o Lord Beerus vs Goku. Esto hace que el juego sea disfrutado en todo momento. Además, tenemos una gran selección de personajes, un tanto corta en un inicio, pero bastante competitiva, con Goku, Vegeta, Gohan, Androide 17, Cell, Frieza, Lord Beerus hasta personaje más reciente como Goku Black y Hit, algo que sin duda incrementará con el tiempo.
En el juego iniciaremos en un lobby donde tendrán un avatar (a tu elección y personalización) de un personaje de Dragon Ball, básicamente será tu identidad mientras estés conectado; en este lobby podremos “convivir” con otros jugadores, así como tener acceso a la sala de peleas locales, a las peleas en línea, al modoarcade, al modo historia, a la sala de entrenamientos y a la tienda del juego donde encontrarás complementos para tus personajes y tu avatar.
El modo historia siendo sinceros es algo tedioso, aunque podríamos verla como una pequeña introducción y especie de tutorial para tus inicios dentro del juego, que deja mucho qué desear en comparación con la saga de Xenoverse; tomaremos el control de nuestros personajes favoritos de la serie y lucharemos contra clones malignos de esos mismos personajes, una y otra vez durante varios capítulos para derrotar al mal que acecha la Tierra.
El modo arcade, por su parte es mucho más divertido, ya que nos ayudará a desarrollar mejor nuestra estrategia de combate y familiarización con los personajes; enfrentaremos equipos de tres oponentes a lo largo de diferentes escenarios y donde tu desempeño en el combate te hará llegar a la cima o no tanto, ya que dependerá mucho la calificación que obtengas al final del combate para saber contra qué rivales te enfrentarás. De igual forma, al pasar estos tres escenarios en el modo arcade, se desbloqueará una nueva dificultad que hará aún mayor el desafío.
Y claro, tenemos el modo de peleas en línea y de manera local, que es el mayor atractivo del juego y es que bien puedes juntarte con los amigos y armar las batallas en modo local o puedes pasar directamente al modo en línea para probar tus habilidades contra los jugadores del mundo.
Dragon Ball FighterZ es sin duda uno de los mejores juegos de la franquicia y, apenas en el mes de enero uno de los grandes juegos del 2018.
Con información de Sin Embargo