Durante su viaje, que también le llevará a Jamaica, el secretario de Estado «abogará por una mayor atención regional a la crisis en Venezuela», agregó Nauert.
Tillerson iniciará su periplo el 1 de febrero en Austin, Estados Unidos, donde dará un discurso en la Universidad de Texas sobre las prioridades de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental y desde allí se desplazará a Ciudad de México.
En la capital de México, el secretario de Estado se reunirá con el presidente del país, Enrique Peña Nieto, y su colega mexicano, Luis Videgaray, entre otros, para abordar las relaciones bilaterales y las prioridades de ambas naciones en la región y el mundo.
El día 3, Tillerson volará a Bariloche, Argentina, , donde tratará el tema de los intercambios científicos y prácticas conservacionistas en el Parque Nacional Nahuel Haupi.
Después, viajará a Buenos Aires para entrevistarse con el presidente de Argentina, Mauricio Macri, y su homólogo argentino, Jorge Faurie, y revisar la agenda bilateral en materia de crecimiento económico y cooperación en seguridad.
Entre el 5 y el 6 de febrero, Tillerson estará en Lima, donde se reunirá con el presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, y la canciller Cayetana Aljovín para evaluar la relación bilateral y la agenda regional, incluidos los preparativos para una «exitosa Cumbre de las Américas», que acogerá el país en abril.
El mismo día 6, el titular estadounidense de Exteriores viajará a Bogotá, donde se reunirá con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y la canciller María Ángela Holguín.
En la capital colombiana, Tillerson tratará «asuntos de importancia, incluido el apoyo de EE.UU. a los esfuerzos de Colombia para atajar el aumento de cultivos de coca y la producción de cocaína, asuntos económicos y la creciente población de refugiados».
El secretario de Estado pondrá fin a su gira en Kingston, donde se reunirá con el primer ministro jamaicano, Andrew Holness, y la canciller Kamina Johnson-Smith para analizar cuestiones como la relación bilateral y la seguridad regional.
Se trata de la primera gira latinoamericana de Tillerson y llega poco después de cumplirse un año de su llegada a la jefatura diplomática de EE.UU. de la mano del presidente Donald Trump.
La visita de más alto nivel del Gobierno de Trump a la región ha sido hasta ahora la del vicepresidente Mike Pence, en agosto, cuando visitó Panamá, Colombia, Argentina y Chile.
Ese viaje, como previsiblemente ocurrirá con el de Tillerson, estuvo marcado por la crisis venezolana y, sobre todo, por las polémicas declaraciones de Trump justo antes de su partida, cuando dijo que no descartaba la «opción militar» en el país petrolero.
El tema de la crisis política y social en Venezuela está presente en todas las conversaciones de Trump y su equipo con los Gobiernos latinoamericanos desde su victoria electoral en noviembre de 2016.
Esa crisis planeará también sobre la Cumbre de las Américas que acogerá Lima en abril de este año, una cita clave tras la histórica de Panamá de 2015, marcada por ser la primera a la que acudió Cuba.