Hasta donde lo consentía la invisible
mano del Destino, misterioso poder que
estaba por sobre los dioses mismos…
(Alfonso Reyes, La Ilíada).
En los primeros días de octubre del año pasado, la comunicóloga Brenda Coronado estaba de visita en Xalapa; decidió asumirse como «nini» por medio año, vino a visitar a su hermano, que es estudiante de JazzUV, y a conocer y disfrutar de una ciudad de la que tenía buenas referencias. Ignoraba, por supuesto, que don destino estaba acechándola, presto para dar el salto sobre ella y anotar en su biografía una de esas páginas absolutamente imprevisibles.
A finales de octubre, ya era la productora y conductora del programa Más Jazz, que se transmite por Radio Más, y estaba haciendo la cobertura, para Radio Más y Radio Universidad Veracruzana, del Octavo Festival Internacional JazzUV.
La semana pasada, bajo su producción salió al aire por primera vez Púrpura, el programa con perspectiva de género de Radio UV. ¿Qué cantidad de acontecimientos tuvieron que enmarañarse para que sucedieran tales cosas?, así me lo narró:
«Nací en Guadalajara, toda mi familia es de allá, cuando yo tenía ocho años, mi mamá, mi hermano y yo, después del divorcio de mis papás, nos mudamos a Colima. Fue el lugar ideal para nuestro crecimiento, es una ciudad de gente muy hermosa, muy similar a Xalapa solo que en caliente (risas), hay 30 grados de temperatura todo el año.
«En la Universidad de Colima, los bachilleratos son técnicos y hay que hacer servicio social, yo entré a hacer mi servicio social a Universo 94.9, que la radio de la Universidad de Colima, y ahí me enamoré completamente de la carrera de comunicación y decidí estudiarla. Duré cuatro años ahí, empecé reporteando y pasé por todas las áreas como becaria.
«Una de las experiencias más importantes de la universidad, además de haber estado en radio, fue haberme ido a España, donde también pude colaborar con una persona de radio en Andalucía. Eso fue muy importante para mi desarrollo profesional y para mi estilo de vida porque, una vez que viví en España, me di cuenta que me gusta mucho viajar y vivir en los lugares nuevos y me hice un poco adicta a esa experiencia de conocer la vida real de un lugar nuevo.
«Estudié la Licenciatura en Comunicación, cuando terminé la carrera, trabajé en comunicación social en la Secretaría de Comunicación, ahí hice un programa de radio que era de fomento a la lectura, tenía los reportajes del programa de televisión de la Secretaría y después me hice la fotógrafa del Secretario de Educación, entonces me hacía cargo de foto, video y notas de prensa, hacía las tres funciones. Era un trabajo muy demandante, empezaba a las siete de la mañana y terminaba a las dos de la madrugada y decidí que no era lo que quería para mi vida, a los 25 años, dedicarle todo el día a la chamba no se me hizo bonito y decidí renunciar.
«Me fui a vivir a Puerto Vallarta a lo jipi (risas), fui a ver qué pasaba. Ahí fui coordinadora de una escuela un tiempo, luego vendí celulares en un Iusacell (risas), luego fui recepcionista en un hotel, el Club Regina. Como me iba muy bien -tenía click con los huéspedes y siempre estaban contentos-, me mandaron al Club Regina Cancún
«En Cancún, duré seis meses como recepcionista y me di cuenta que no iba a haber crecimiento, empecé a buscar trabajo de otra cosa y volví a mi carrera pero en comunicación interna, entré a un corporativo que se llama Sunset, una cadena de seis o siete hoteles. Yo estaba en el área de sistemas y hacía todo lo que los ingenieros no querían hacer: hablar con los usuarios, con los gerentes de ventas, con los gerentes de los hoteles, etcétera, para ver cuáles eran sus necesidades respecto a los sistemas. Recababa todos los requerimientos, los pasaba con los ingenieros, una vez hecho el sistema, yo hacía todas las pruebas, lo comprobaba con los usuarios y cuando se aprobaba, hacía los manuales, los tutoriales y daba la capacitación.
«Me dediqué mucho a eso y también empecé a hacer cosas de recursos humanos: reclutamiento y otras actividades. Gracias a eso, después entré al área de recursos humanos de una empresa que se llama Encore, que se dedica a la renta y venta de equipo audiovisual para eventos, principalmente en las cadenas hoteleras. Ahí estaba como Jefa de Comunicación Interna y Cultura Organizacional, tenía que ver con el bienestar de los empleados y con la comunicación. Yo me encargaba de la parte de Latinoamérica, la empresa tenía empleados desde Baja California hasta Jamaica. Ahí estuve como un año más.
«Después tomé la mala decisión de aceptar un trabajo en Chevrolet como Jefa de Capacitación y me di cuenta que no era mi perfil y también me engañaron un poquito, renuncié a los tres meses y empecé a ser nini (risas).
«Decidí salirme de Cancún, me iba a ir a Colima con mi mamá pero, como mi hermano vive en Xalapa porque estudia en JazzUV -es saxofonista-, decidí venir a verlo antes de tomar cualquier decisión. Una amiga que conocí en Cancún es de Xalapa y ya se había regresado, yo tenía unos ahorros con los que pensaba darme un tiempo de descanso, hablé con ella y me dijo pues vente a Xalapa, es muy barato y tus ahorros te van a durar, vas a poder descansar y estar con tu hermano. Te va a gustar, hay muchas actividades culturales y te vas a distraer, va a estar bien bonito.
«Tomé la decisión, ella fue por mí, nos venimos manejando las dos, fue un viaje muy interesante de dos días y finalmente llegué a Xalapa».
(CONTINÚA)
SEGUNDA PARTE: Jazz y perspectiva de género, al aire
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