La movilidad estudiantil no es una ocurrencia o un evento coyuntural, sino un proceso que debe insertarse en las actividades de planeación de los programas educativos, planteó Héctor Rangel Ramírez, titular de la Coordinación de Movilidad adscrita a la Dirección General de Relaciones Internacionales (DGRI) de la Universidad Veracruzana (UV).
Es por ello que quienes deseen cursar parte de su programa educativo en una institución ─nacional o internacional─ diferente a esta casa de estudio deben organizarse con antelación, incluso desde el primer semestre, ya que entre los principales requisitos está el acreditar la competencia en una lengua extranjera, desarrollar actividades extracurriculares y tener un buen desempeño académico.
Y es que además de ser una experiencia que enriquecerá su formación, la movilidad representa un plus para los universitarios que desean laborar fuera de la entidad o del país, ya que los empleadores valoran cada vez más las competencias globales que puedan tener los candidatos a ocupar algún puesto o a desarrollar determinadas funciones.
En entrevista para Universo, Rangel Ramírez explicó que desde su creación, la Coordinación de Movilidad ha mantenido un presupuesto para otorgar apoyos económicos a los estudiantes que buscan realizar una experiencia de movilidad, tanto nacional como internacional.
Puntualizó que la propuesta inicial fue denominarla coordinación de becas para la movilidad, pero de inmediato se hizo el cambio con la justificación de que “la naturaleza de nuestra actividad no es esencialmente la entrega de becas sino la gestión administrativa de la movilidad”.
En cuanto al concepto de beca, aclaró que éste es más amplio, se entiende como una manutención e implica que una institución, un gobierno o una fundación están apoyando de manera completa la actividad; sin embargo, en la actualidad la UV no tiene la capacidad financiera de promover una beca.
“Entonces lo transformamos al concepto de apoyo económico, como aparece en todos los documentos oficiales, en particular en la convocatoria que se emite para los universitarios, con el propósito de no generar expectativas en los alumnos que puedan ser malinterpretados.”
Detalló que se ha mantenido un presupuesto de cuatro millones de pesos durante varios periodos rectorales que proviene del fondo ordinario y se canalizan a través de la DGRI, “pero esta cantidad se evapora porque sirven para movilidad tanto nacional como internacional”, reconoció.
Entre los elementos positivos que se han sumado en pasados años está la adhesión a diversos consorcios e instancias que han permitido obtener recursos por el doble y por el triple de dicha cantidad cada año.
“En nuestros informes de labores señalamos que estamos entre uno y medio y dos pesos extra por cada peso que aporta la UV, lo que ha posibilitado apoyar al doble de estudiantes”, recalcó Héctor Rangel.
Como características de los apoyos económicos, precisó que son organizados por la convocatoria del Programa de Movilidad de la UV (Promuv), la cual ha mejorado en cada emisión.
El proceso de selección abarca dos fases: la evaluación académica y la evaluación del estatus socioeconómico de los estudiantes, de tal forma que en la primera se valora la propuesta académica del postulante para realizar una estancia fuera de la UV a través de los convenios existentes, se examina su desempeño académico, que no sólo considera el promedio escolar sino también si realiza actividades de investigación o extracurriculares, así como el contenido de materias que propone cursar.
Asimismo se evalúa si es pertinente, si está avalado por su consejo técnico, si piensa asistir a una institución de prestigio; todos éstos son factores académicos que nos permiten constatar si es una buena propuesta y busca asistir a un lugar donde su perfil profesional pueda ser fortalecido.
“Esta evaluación la realiza un comité que formamos cada semestre con la participación de profesores y académicos de todas las áreas académicas y regiones de la Universidad para dotarlo de transparencia; anteriormente se efectuaba solamente en Xalapa, pero poco a poco nos hemos dado a la tarea de descentralizar el proceso de selección, de tal manera que semestralmente se realiza en una región distinta”, detalló Héctor Rangel.
El estudiante tiene que presentarse a una entrevista o entregar una serie de documentos para la evaluación, pero los alumnos de otras regiones manifestaban su incapacidad para trasladarse a la capital, entonces comenzaron a valerse del sistema de videoconferencias y al día de hoy no están obligados a asistir a la sesión de evaluación, puede ser por videoconferencia o con la entrega de un video personal donde explique sus motivos.
A la fecha, la evaluación de candidatos se ha realizado en las cuatro regiones universitarias y todos los estudiantes son evaluados de la misma forma y con dicha valoración de los comités se fomenta la equidad entre los participantes.
La UV tiene espacios muy limitados en las universidades con las que tiene convenios pues las europeas o norteamericanas ofrecen hasta cuatro lugares como máximo, pero cuando hay mucha competencia el comité de selección tiene que deliberar y revisar minuciosamente las características del estudiante para decidir quién cuenta con las mejores posibilidades.
La evaluación académica parte de que todos los aspirantes son excelentes estudiantes pero no hay suficientes espacios.
Después de esta primera selección los universitarios son postulados a las universidades extranjeras, pero esto no implica que ya cuenten con el apoyo económico.
Una vez que existe el listado, aquéllos inscritos en él pueden solicitar un apoyo económico que dependerá de la disponibilidad presupuestal de la Universidad y el apoyo de las direcciones generales de las áreas académicas que gestionan los recursos necesarios, principalmente el Área de Humanidades, que desde hace cinco años colabora con parte de sus recursos extraordinarios, “prácticamente todos sus estudiantes son apoyados por la DGRI o por el área académica”.
El recurso se otorga a los estudiantes con mayores necesidades económicas, pero esto no quiere decir que sea determinante, también es una evaluación integral que se hace de la situación socioeconómica del alumno.
“Tenemos identificada una serie de programas y becas de organismos como la Unión Europea y las embajadas, así como instituciones bancarias que apoyan principalmente a estudiantes que buscan acudir a universidades con alto prestigio, donde no se habla español sino principalmente inglés, francés o alemán”.
No obstante, aclaró, son desaprovechados la mayoría de las veces porque los alumnos no cuentan con un perfil óptimo en una o varias lenguas extranjeras o no han realizado trabajos de investigación, un área que ha tenido un creciente interés en organismos y fundaciones.
Rangel Ramírez extendió una invitación a los estudiantes de nuevo ingreso para que comiencen a fortalecer sus competencias en lengua extranjera en los Centros de Idiomas. “En mi opinión, es el principal factor que impide a muchos estudiantes tener la oportunidad de realizar una estancia de movilidad con una buena fuente de financiamiento”.
Después de la competencia lingüística es necesaria la acreditación oficial o certificación, “que es vital para que la universidad destino los acepte” y este nivel de lenguas se establece desde el Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas (MCER), precisó.
Los recursos financieros de la UV son limitados y la situación limita incrementos presupuestales, no obstante se han obtenido recursos extraordinarios cuando se cuenta con el perfil adecuado
Destinos con alta demanda y solicitudes son las universidades extranjeras de habla hispana porque no tienen competencias de otra lengua, lo cual reduce las posibilidades exponencialmente. Espacios en Francia, Alemania, Italia y Noruega a veces quedan desiertos porque no hay estudiantes que cumplan con dicho criterio.
Hizo un llamado a los estudiantes de los primeros semestres y a las direcciones y secretarías de las facultades, así como a los tutores, porque en sus manos está la promoción de las oportunidades de movilidad desde que ingresan a la institución, ello para que puedan insertarlo de manera estratégica en su paso por la licenciatura.
Asimismo, reconoció que “muchas veces la movilidad nacional es considerada como una segunda opción pero contamos con excelentes universidades que ofertan interesantes becas, así como otras organizaciones como el banco Santander, que lleva una década brindando apoyos”.
La Coordinación de Movilidad efectuó un análisis de los años 2007 al 2011, los resultados arrojan que del 30 al 35 por ciento de los estudiantes que hicieron experiencia de movilidad trabajan en el extranjero y muy pocos siguen laborando en Veracruz.
Actualmente los empleadores consideran de gran valor las competencias globales o soft skills, es decir que tengan capacidades de trabajar en equipo y en ambientes diversos.
Finalmente, Rangel Ramírez expresó que la invitación a integrar los comités de evaluación está abierta para todos los académicos de las distintas regiones universitarias y áreas académicas que deseen participar, ya que con ello se enriquece la transparencia y gestión de la Coordinación de Movilidad y de la propia Universidad.
David Sandoval Rodríguez/Prensa UV