WASHINGTON, 22 ene (Xinhua) — Un nuevo método de detección del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) desarrollado por químicos de Stanford combina la conveniencia de la prueba de saliva con la confiabilidad de las pruebas sanguíneas, mostró hoy un estudio.
Hasta ahora, la forma más normal de detectar el VIH es analizar los anticuerpos en una muestra de sangre. La prueba es mucho más adecuada que una búsqueda directa del virus, en parte porque los anticuerpos son relativamente abundantes en el torrente sanguíneo después de las primeras etapas de contagio. Lo malo es que pocas personas se hacen pruebas sanguíneas de forma voluntaria.
Pero las pruebas con fluidos orales tienen sus propios problemas. Aunque hay anticuerpos de VIH en la saliva, no hay muchos, especialmente en las primeras etapas.
Para el momento en el que las pruebas con fluidos orales detectan con certeza el VIH, dijo Carolyn Bertozzi, miembro de Stanford Bio-X que dirigió el estudio, «habrá esperado mucho tiempo», y el virus puede haberse propagado.
El nuevo método, reportado en Proceedings of the National Academy of Sciences, aprovecha una característica clave de los anticuerpos, cuyos dos brazos fácilmente echan el pestillo a un virus como el VIH.
Los científicos toman pedazos de VIH y los colocan junto con un fragmento de ADN. Después añaden los pedazos de VIH modificados en la muestra de saliva de las personas.
Si la muestra contiene anticuerpos de VIH, sus dos brazos agarran el VIH etiquetado, reuniendo las dos mitades de ADN en una tira continua. Una vez que el ADN está integrado, es fácil detectar el virus con técnicas estándar de laboratorio.
Todo eso se puede hacer sin solicitar una muestra de sangre o sin tanta tecnología para procesar las muestras tomadas. «Emplea poca tecnología», dijo Bertozzi.
Bertozzi también dijo que los mismos principios podrían ser útiles para detectar alergias o contagios de tifoidea y tuberculosis.