Un equipo de científicos de distintas instituciones internacionales coordinado por investigadores de la firma biofarmacéutica islandesa deCODE Genetics ha conseguido recrear parcialmente el ADN de un varón que falleció en 1827.
Y ello, a partir del estudio de muestras tomadas a sus descendientes, ya que no contaban con restos del propio individuo. La peculiar historia de este hombre, sin embargo, es bien conocida en Islandia.
Se trataba de Hans Jonatan, un esclavo negro que había huido y, tras diversas peripecias, arribó a ese país nórdico, donde, en ese momento, no vivían personas de origen africano.
Jonatan había nacido en 1784 en la isla caribeña de Santa Cruz –también conocida como Saint Croix, en las actuales islas Vírgenes–, que la Compañía Danesa de las Indias Occdientales y Guinea había adquirido a Francia en 1733.
Su madre era una esclava encargada del servicio doméstico y, aunque la identidad de su padre no se conoce con certeza, el antropólogo Gísli Pálsson, de la Universidad de Islandia, planteó en una biografía aparecida en 2014 que se trataba de un blanco oriundo de Dinamarca que trabajaba como secretario de sus propietarios.
En todo caso, la plantación que estos administraban acabó convirtiéndose en un negocio ruinoso, así que se mudaron a Copenhague, junto con Jonatan. En 1802, este escapó, se unió a la Marina danesa y combatió en las guerras napoleónicas. Aun así, acabó siendo detenido, y cuando fue sentenciado a regresar a las Indias Occidentales, donde todavía persistía la esclavitud, volvió a fugarse, en este caso, a Islandia, donde viviría hasta el final de su vida. En su nuevo hogar contrajo matrimonio y tuvo varios hijos.
Detectives de la genética
Pues bien, en un estudio publicado en la revista Nature Genetics, los investigadores de la compañía deCODE y sus colaboradores describen cómo trabajaron con la información genética de sus herederos para tratar de reconstruir su ADN. La ingente base de datos genealógica con la que cuenta este país, y que incluye información de al menos un tercio de la población, facilitó su tarea. Los científicos identificaron así a 788 de sus descendientes.
Luego, estudiaron las pequeñas variaciones en la secuencia de ADN que afectan a una sola base –la adenina, timina, citosina o guanina–, lo que se denomina polimorfismo de un solo nucleótido, de 182 de ellos que aún viven –también secuenciaron el genoma completo de veinte–.
De esta forma, obtuvieron 674 fragmentos de cromosoma que podían relacionarse con la herencia genética de Jonatan. A partir de esta información, los científicos emplearon una herramienta informática para obtener el 38% de su ADN, una parte significativa del mismo si se tiene en cuenta que no contaron con tejidos originales. También averiguaron que su madre procedía de una zona situada entre Nigeria, Camerún y Benín.
Los expertos admiten que esto ha sido posible únicamente por las peculiaridades del caso, pero sugieren que su iniciativa podría tener diversas aplicaciones en el futuro, como, por ejemplo, ayudar a completar los árboles genealógicos.
Con información de Muy Interesante