Bajo la custodia de militares y con la presencia solo de una tía y una prima, el expolicía rebelde Oscar Pérez fue enterrado el domingo en la cima de una colina de un cementerio del este de la capital venezolana en medio de protestas de otros familiares a quienes les impidieron estar en la inhumación.
Decidieron arbitrariamente realizar el entierro controlado sin permitir velarlo y mucho menos permitir trasladarlo con su familia”, señaló en su cuenta de Twitter Danahis Vivas, viuda del expolicía, al criticar el proceso que siguieron las autoridades para la inhumación de Pérez.
El exoficial murió el lunes junto con otros seis miembros de su grupo y acompañantes, en una operación de las fuerzas de seguridad que se realizó en la barriada pobre de El Junquito, al oeste de Caracas, donde estaban escondidos.
(¡)Venezuela! Oración por Oscar Pérez! Acompáñenlo en Oración como él habría querido. Eso no nos lo pueden quitar”, agregó Vivas, quien se encuentra fuera del país junto a sus hijos.
Venezuela! Oración por Oscar Pérez! Acompáñenlo en Oración como él habría querido. Eso no nos lo pueden quitar. Decidieron arbitrariamente realizar el entierro controlado sin permitir velarlo y mucho menos permitir trasladarlo con su familia. Dios lo tenga en su Gloria!!! Amén
— Dana Vivas (@danavivasVzla) 21 de enero de 2018
Aura Pérez, tía del expolicía, confirmó que ella y su hija fueron los únicos familiares a los que los militares permitieron el ingresar al cementerio para ver por última vez a Pérez poco antes de enterrarlo.
Pérez dijo al portal de noticias Te lo cuento News que el entierro de su sobrino se demoró “esperando esa oportunidad que llegara su mamá o su papá”, algo que nunca se dio.
Decenas de guardias nacionales tomaron desde la madrugada la entrada del llamado ‘Cementerio del Este’, donde se concentraron algunos familiares del expolicía, manifestantes, periodistas y fotógrafos a los que se les impidió el acceso al lugar por más de una hora.
Tras el entierro, se abrió la entrada al camposanto y se les permitió a todos los familiares llegar hasta la tumba del expolicía, que fue identificada con un pequeño ladrillo blanco que tenía escrito su nombre.
Una mujer, vestida con una camisa negra, colocó entre llantos una bandera venezolana sobre la tumba. De inmediato otros los asistentes pusieron ramos y floreros de arcilla con rosas, crisantemos, girasoles y flores del paraíso y algunos papeles con escritos hechos a mano.
Durante la mañana más de una veintena de personas, algunas con banderas venezolanas, se acercaron hasta la tumba y volaron una cometa, que tenía escrita la palabra “libertad”, para rendir tributo al expolicía.
Podrán matar nuestro cuerpo, verdad, pero el mensaje, si, el ideal, la libertad, la justicia, sobre todo el anhelo de paz jamás podrán quitárnoslo”, dijo un sacerdote que se acercó hasta la tumba para oficiar una misa en memoria de Pérez.
Denuncian irregularidades
El director de la organización humanitaria local Foro Penal, Alfredo Romero, dijo al portal de noticias Te lo cuento News que en el caso de Pérez hay presuntas irregularidades, como el intento de desaparecer las evidencias y la demolición de la casa donde fue abatido el expolicía y los miembros de su grupo.
Dijo que su organización exigirá una investigación adecuada para determinar si “hubo o no una ejecución, si efectivamente hubo un homicidio intencional”.
Amnistía Internacional y otras organizaciones humanitarias han condenado la operación en la que murió Pérez y sus seis compañeros y han denunciado que las siete personas habrían muerto en una «ejecución extrajudicial», a pesar de haber anunciado su rendición tras ser descubiertos por las autoridades.
La inhumación de Pérez se da un día después del entierro de seis de los integrantes y acompañantes del grupo rebelde, que se dio en medio de protestas de familiares y manifestantes, quienes rechazaron que las autoridades realizaran unas exequias controladas.
Los entierros coincidieron con la divulgación de las actas de defunción de los siete miembros del grupo, en las que se señala que Pérez y otros cinco miembros de su organización fallecieron por disparos en la cabeza.
Según la autopsia de Pérez, difundida por medios locales, la causa de la defunción fue un «traumatismo craneoencefálico severo (…) herida por arma de fuego disparado a la cabeza».
Tras la difusión de las autopsias, la presidenta de la comisión parlamentaria que investiga el caso, la diputada opositora Delsa Solórzano, dijo que «hay un patrón que anuncia la posibilidad de un ajusticiamiento”.
Pérez se dio a conocer a mediados del año pasado tras atacar las sedes del Ministerio de Relaciones Interiores y el Tribunal Supremo de Justicia desde un helicóptero, que robó a la policía judicial.
Seis meses después, el expolicía -quien envió varios mensajes a través de las redes sociales para llamar a un levantamiento contra el gobierno- y algunos miembros de su grupo asaltaron a un comando de la Guardia Nacional a las afueras de la capital, y robaron unos 26 fusiles.
Después de eso, el presidente Nicolás Maduro ordenó a las fuerzas de seguridad intensificar la búsqueda y captura del grupo de Pérez, que se concretó a inicios de semana.
Con información de AP