Esta semana arranca en Madrid la Feria Internacional de Turismo (FITUR) y en su jornada de inauguración, la Denominación de Origen Queso Manchego ofrecerá en la zona gastronómica del stand de Castilla-La Mancha una cata comentada del producto en el día de inauguración de la feria, el miércoles 17 de enero, dentro de una amplia muestra gastronómica regional.

Pero el queso manchego es noticia estos días por algo más. La actual negociación del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y México (TLCUEM) permanece bloqueado a causa, precisamente, de este alimento de origen castellano-manchego. Se debe al interés de Europa en blindar las denominaciones de origen y las indicaciones geográficas protegidas en estos tratados comerciales.

México elabora un queso “tipo manchego” pero que utiliza leche de vaca -en lugar de la leche de oveja manchega- cuya textura y propiedades poco tienen que ver con el ‘original’ que llegó a aquel país entre los siglos XV y XVI.

“Nosotros nos trajimos el maíz o la patata. Hubo un intercambio cultural y de personas con México durante siglos pero allí la cabaña de ovejas es prácticamente inexistente y lo hacen con leche de vaca”, explica Antonio Martínez Blasco, presidente de la Denominación de Origen (DO) Queso Manchego. “Es un fraude al consumidor y no se puede consentir que se denomine manchego o tipo manchego”, asegura.

“Han llamado queso tipo manchego a un queso de vaca para comercializarlo porque tiene fama mundial gracias a la labor exclusiva de las industrias manchegas y se han aprovechado”, comenta Rosa María Villarrubia, presidenta de la Federación de Lácteos de Castilla-La Mancha y miembro de la Asociación de la Pequeña Industria Láctea de España.

“Es una competencia directa y desleal en toda regla. Y es que no tiene nada que ver. El propietario de la marca es el Consejo Regulador y la Denominación de Origen”. Las diferencias entre ambos quesos son muchas, explica. “El mexicano es mucho más blando porque se elabora con leche de vaca. La de oveja es más compacta, tiene más grasa, más proteína y es muchísimo más rica. El producto resultante no tiene nada que ver”.

PRODUCTORES DE ESPAÑA PIDEN SOLUCIONAR PROBLEMA

La preocupación fundamental se central en la cercanía de México con Estados Unidos que, en la actualidad, es el principal país importador de un producto del que España exporta el 60 por ciento de su producción, confirma el presidente de la Denominación de Origen. “Hay que atajar el problema cuanto antes por las consecuencias que puede tener en el mercado, sobre todo el americano”, argumenta el presidente de la DO Queso Manchego.

En 2016 se exportaron 4.4 millones de kilos de queso manchego a EU y la previsión es que en 2017, se incremente en un ocho por ciento el valor de las exportaciones. “Probablemente, el queso es el producto agroalimentario más importante que se está exportando a EU, excluyendo el vino, del que se exporta más volumen, porque el queso es de más valor”, ha comentado del consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo.

La DO Queso Manchego espera, al menos, “un acuerdo de mínimos para ir poco a poco regularizando la situación. El problema no hay que esconderlo, debe estar sobre la mesa”. Rosa María Villarrubia califica de “injusto” lo que está ocurriendo. “No entendemos como Europa se puede poner a firmar convenios comerciales con un país que no respeta las denominaciones de origen de otros”. Antonio Martínez Blasco va aún más allá. “Hemos planteado a la Unión Europea establecer principios de reciprocidad. Si en México permitimos un tipo manchego, tipo parmesano… ¿Vamos a hacer aquí un ‘tipo tequila’? Eso sería también un fraude al consumidor”.

Los productores piden al Ministerio de Agricultura y a la Junta de Castilla-La Mancha que defiendan “a sus ganaderos y fabricantes. Tenemos un producto conocido en el mundo entero, de mucha calidad y nos deberían apoyar por el bien de todos. Hay que luchar para que no nos desprestigien el buen hacer”, reclama Rosa Villarrubia.

En Castilla-La Mancha hay unos 60 productores de queso manchego entre Ciudad Real, Toledo, Cuenca y Albacete. “Cuesta mucho dinero elaborarlo porque la leche es exclusiva de oveja manchega. La cabaña ganadera está muy repartida y en ocasiones no son rebaños grandes. La recogida de leche, a veces, se complica y la fabricación no puede ser muy grande porque no hay toda la que quisiéramos. Todo se hace con mucho esmero y cuidado”.

Cada queso está numerado. La trazabilidad del queso manchego es “enorme”, con un control que va “desde el origen de la leche, qué animales han sido ordeñados, hasta el cliente o consumidor al que ha llegado”, explica Villarrubia. Mientras, el consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, confía en que la negociación para el nuevo Tratado de Libre Comercio concluya de forma positiva. Y eso pasa por impedir que se utilice el nombre de “queso manchego”, según ha dicho en declaraciones a EFE.

LA UVA VALDEPAÑAS DE EU

El queso manchego no es el único producto castellano-manchego que se ha encontrado con este tipo de ‘competencia’. La Denominación de Origen Valdepeñas -vino en este caso- ha tenido que hacer frente al hecho de que hace 80 años ‘prestasen’ la variedad cencibel a los productores de California que terminaron por denominar a esta uva ‘Valdepeñas’ para reclamar posteriormente el uso del nombre genérico sin respetar los derechos de la Denominación de Origen, tal y como explicaba su presidente, Jesús Martín en una reciente entrevista con el diarioclm.es. Un escollo que, dice Martín, “está defendiendo muy bien la Unión Europea”.

Con información de Sin Embargo