Lo primero que debe quedar claro es que no es un terminal para competir con las demás marcas. Ni para luchar en el campo de batalla de la fotografía, las grandes pantallas o las prestaciones más potentes. No se trata de eso, sino de ofrecer, en una sola pieza, toda la funcionalidad de un terminal Android y añadirle toda la seguridad y capacidad de trabajo de las Blackberry de siempre. Un equilibrio difícil, pero que la firma ha resuelto en modelos anteriores y culminado, con nota muy alta, en su nueva KeyOne.
Lo primero que llama la atención, por supuesto, es el teclado físico. Y aunque a primera vista las teclas pueden parecer muy pequeñas, lo cierto es que responden a la perfección y permiten toda una sere de atajos que, una vez dominados, aumentan la funcionalidad del terminal. El sensor de huellas, que lo tiene, está precisamente ahí, en el teclado, justo encima de la barra espaciadora, y funciona a la perfección.
La pantalla, del tipo IPS, es pequeña para lo que se puede ver hoy, apenas 4.5 pulgadas, y admite una resolución de 1.620 x 1.080 píxeles, con una densidad de 440 ppp. Nada mal para un terminal de estas características. Las cámaras, sin destacar demasiado, están en la media, cumplen bien con su función y permiten obtener fotografías «decentes» en la mayoría de las condiciones de luz. Incluyen HDR. En ambientes oscuros, flojean más que en muchos de los terminales que podemos encontrar hoy en el mercado. El senor principal tiene 12 megapíxeles, una apertura focal F2.0 y puede grabar vídeos en 4K. El de la cámara delantera se queda en 8 megapíxeles y graba vídeos en calidad Full HD.
En cuanto al procesador, Blackberry ha optado por un Qualcomm Snapdragon 625 de ocho núcleos y hasta 2 GHz de frecuencia, el mismo que montan muchos de los terminales de gama media este año. Junto a los 3 GB de RAM, la fluidez en el uso de aplicaciones está, pues, más que garantizada. La batería, de 3.505 mili amperios agyanta perfectamente casi dos días, algo que, en parte, hay que agradecer también al pequeño tamaño de la pantalla. Además, cuenta con un sistema de carga rápida.
Pero, como se ha dicho, donde realmente destaca la nueva Blackberry KeyOne es a la hora de ponerse a trabajar. La increíble versatilidad del teclado hace que escribir en el móvil deje de ser una tortura y se convierta, casi, en un placer. Tampoco ha renunciado la firma a su clásico «Hub», el centro integrado de todas nuestras comunicaciones personales, desde donde podemos ver, responder y gestionar, en una única pantalla, tanto los mensajes de texto como las llamadas, notificaciones o correos electrónicos. Desde la misma pantalla y con solo deslizar un dedo, tendremos también acceso a nuestra agenda. Sin duda, se trata del sistema mejor pensado y más eficiente para hacer fácil nuestro día a día, por complicado que sea.
Por lo que se refiere a la seguridad, la KeyOne incorpora la palicación propietaria de Blackberry DTEK, que nos mantiene informados en todo momento del estado de seguridad del terminal. Desde la misma aplicación, podemos gestionar los permisos de todas las aplicaciones y «blindar» nuestros datos más preciados incluso en un entorno, como es Android, en el que a menudo descargamos «apps» de terceros sin comprobar siquiera si reúnen las mínimas garantías. Muy recomendable, pues, si lo que buscamos en nuestro «smartphone» es una herramienta segura y especialmente pensada para trabajar. Su precio es de 500 euros.
Con información de ABC.es