Tommaso Gravante, investigador del Laboratorio de Análisis de Organizaciones y Movimientos Sociales (LAOMS) del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM, es uno de los cinco ganadores de la Séptima Competencia Mundial para Jóvenes Sociólogos (Seventh Worldwide Competition for Junior Sociologists), organizada por The International Sociological Association (ISA).
El certamen es realizado cada cuatro años en víspera del Congreso Mundial de Sociología, que en esta ocasión se realizará en julio próximo en Toronto, Canadá. El concurso recibió más de 300 investigaciones inéditas de jóvenes investigadores en sociología de todos los continentes.
El jurado, presidido por la titular de la ISA, Margaret Abraham, distinguió a la investigación “Desaparición forzada y trauma cultural en México. La construcción de una nueva narrativa social a partir del Movimiento de Ayotzinapa”, de Tommaso Gravante, como la primera ganadora en Lengua Española, y la primera proveniente de una universidad hispanohablante, pública y latinoamericana.
“Mi primera reacción fue de incredulidad, pero después lo asumes con mucha satisfacción porque no solamente es un trabajo personal, sino una labor colectiva de la UNAM; además, te percatas de que determinados procesos que parten desde la gente común tienen un alto impacto no sólo en la academia nacional, sino en la internacional”, dijo el universitario.
De este lado del ‘charco’ hay investigaciones de calidad, y la UNAM, está cerca de los grandes como las universidades de Oxford y Cambridge, consideró.
La investigación
Tommaso Gravante destacó el enfoque con el que abordó su investigación, “quizá fue eso en lo que se fijó el jurado, en cómo me acerqué a la problemática de la desaparición forzada en el movimiento de Ayotzinapa, en preguntarme por qué tanta gente común se había movilizado en este evento, sobre todo el primer año; me la jugué un poco al intentar hacer una investigación desde otro corte”.
Todo parte de la pregunta ¿qué pasó con la desaparición de los 43 para que se generara una amplia movilización ciudadana?, y de la hipótesis de que la sociedad mexicana de manera general había valorado los hechos como un trabajo colectivo.
Fue un trabajo de campo con más de 70 entrevistas a participantes en marchas y protestas de octubre de 2014 a septiembre de 2015. “Entre los resultados más relevantes está el proceso de humanización que se dio a las víctimas, ya no eran números, sino caras, nombres, apellidos y familias, y este proceso permitió construir un circulo entre la población urbana en la Ciudad de México y la componente rural, que era de estudiantes estigmatizados”.
Pizza de frijoles
“Empecé muy tarde la universidad, tuve una familia muy pobre. Vengo de Apulia, del sur de Italia, uno de los lugares más pobres, donde no hay trabajo, sino condiciones precarias. No pertenezco a la clase media italiana, soy huérfano, pero tengo familia en México, muchos amigos en Oaxaca que ya me consideran mexicano. Me debo aquí, a la UNAM, al país que me acogió”, compartió.
Incorporado hace unos meses para cursar el posdoctorado en el CEIICH, Tommaso estudió un doctorado en Política en la Universidad Pablo de Olavide, España; su trabajo recepcional fue sobre el movimiento social de Oaxaca en 2006, ahí abrevó el conocimiento de la cocina del Istmo.
“La cocina mexicana me atrapó. Hago tamales sin manteca, guacamole, pozole, y aprendí a hacer tortillas, tlayudas, con un colectivo de mujeres que participaron en la insurgencia; me enseñaron a ‘guisar mexicano’, pero hicimos un intercambio y ellas aprendieron a hacer pizza, las hicimos con ingredientes diferentes, pero la que más nos gustó fue la de frijoles”, concluyó.