Todo el mundo conoce a Sonic, el simpático erizo de Sega, veloz como él sólo y siempre hambriento de anillos. Desde 1991 Sonic se ha convertido en uno de los personajes más populares del mundo de los videojuegos, y era sólo cuestión de tiempo de que formara parte del catálogo de juegos para Switch. Por un lado, tenemos Sonic Manía, una vuelta a la nostalgia de los primeros juegos del erizo, en 2D y gráficos pixelados, sin muchas sorpresas pero que trae de vuelta la jugabilidad y la diversión acumulados durante décadas. El segundo juego de Sega, Sonic Forces, intenta innovar mezclando diferentes modos de juego, entre 2D y 3D, con selección de personaje, pero sin demasiado éxito. Probablemente, inspirados por el éxito de Sonic Dash para móvil, Sonic Forces utiliza el 3D desde una visión trasera en algunas de las pantallas, para intercalar después el clásico 2D.
Sonic Forces, a pesar de las malas críticas, no es un mal juego, pero tampoco sobresale en el catálogo para Switch. Es un juego divertido y sencillo de jugar, con un alto nivel de rejugabilidad. Pero es, precisamente, en las pantallas en 3D justo donde empieza el juego, donde los controles no nos permiten disfrutar de la velocidad de Sonic y puede conducir a alguna frustración que otra.
Una de las caracterísiticas más positivas de Sonic Forces se encuentra en la selección de personaje, que equipados con diferentes poderes, hacen que cada pantalla se resuelva de una forma diferente. Algo que impulsa la rejugabilidad de cada uno de los retos a superar, ya que cada personaje aporta una nueva experiencia de juego.
Uno de los mayores problemas del Sonic Forces, además del de los controles, es lo corto que es. En prácticamente 4 horas habremos acabado con el modo campaña. Lo que puede resultar muy poco después de pagar los 25€ que cuesta el título. Evidentemente son 4 horas, sin una puntuación perfecta, que es donde radica la dificultad y el desafío de Sonic Forces, no en atravesar pantallas de forma consecutiva, sino de mejorar la puntuación y situar nuestro personaje a la cabeza de los rankings públicos.
Las pantallas de Sonic Forces no son todas de una calidad homogénea, hay algunas que rozan el nivel de obra maestra, acompañadas con una banda sonora excepcional, mientas que otras resultan un tanto repetitivas, pero, sobre todo, es el control de los personajes en 3D lo que más frustra del juego.
Sega ha hecho un gran trabajo recuperando uno de los personajes más míticos de los videojuegos e incorporándolo a nuevas plataformas como la Nintendo Switch, pero todavía le queda un largo recorrido para llegar al nivel de su mayor competidor, Mario, que ha conseguido sobrevivir a los años sin despeinarse el bigote.