A lo largo de cincuenta años de exploración los científicos han averiguado que en el pasado, el hoy seco y frío planeta Marte, estuvo cubierto por océanos de agua. Los investigadores consideran que el clima de este mundo se enfrió, y que por eso hoy el agua está congelada en los polos y en el subsuelo de la tercera parte del planeta. De hecho, bastó con que las patas de la sonda Phoenix, de la NASA, rascaran la superficie en 2008, para que el agua helada saliera a la luz bajo el polvo. Sea como sea, saber si hay o no agua líquida en abundancia es muy importante para averiguar si este mundo puede albergar vida marciana o dar de beber a futuros exploradores.
Un estudio publicado este jueves en la revista Science ha analizado el hielo marciano que se esconde en el subsuelo a través de ocho fracturas en la superficie. Los científicos, dirigidos por Colin M. Dundas, del Servicio Geológico de EE.UU. (USGS), han concluido que en las planicies de Utopía y Arcadia hay capas de hielo de hasta 170 metros de grosor de hielo casi puro. Además, sus análisis muestran que este hielo está a poca profundidad, y que por eso es posible llegar a él para extraer agua o para reconstruir el clima de Marte.
Actualmente se sospecha que la tercera parte de la superficie del planeta está cubierta por hielo de agua. Pero se desconoce cuál es su pureza, su profundidad y su estructura, porque los sensores de las sondas espaciales no pueden penetrar en las profundidades. Ahora, y gracias a los datos recogidos con la cámara de alta resolución (HiRISE) de la sonda espacial «Mars Reiconaissance Orbiter» (MRO), los geólogos planetarios han podido radiografiar las cicatrices heladas del planeta rojo para tratar de echar un vistazo a su interior. Los hallazgos permiten comprender mejor cuál es el estado del agua marciana congelada.
Hielo «al alcance de la mano»
«Las grietas de erosión de Marte revelan la estructura vertical de unos depósitos jóvenes y ricos en hielo», escriben los autores del estudio. Estas grandes acumulaciones de hielo pueden superar los 100 metros de grosor, pero en ocasiones apenas están enterrados por una capa de tan solo uno o dos metros de polvo y rocas marcianas.
Las fracturas estudiadas se produjeron a causa de la erosión. Siete de ellas se encuentran en el hemisferio sur del planeta y una octava está en el norte, cerca del cráter Milankovic. Precisamente la falta de cráteres en la zona indica, según los autores, que el hielo se ha formado hace poco tiempo. De hecho, la antigüedad de estas fracturas se remonta al millón de años, un suspiro en términos geológicos. Los investigadores han explicado que este hielo se formó a partir de nieve que luego se compactó y recristalizó. Parece ser que, con el paso del tiempo, la sublimación (la evaporación del hielo) y otros procesos, hicieron que el hielo se retirara. Esto, junto a cambios de temperatura, provocó la creación de fracturas y de una cierta textura en el agua helada.
Esta acumulación de agua en el subsuelo tiene interés para la búsqueda de vida extraterrestre. Si este hielo se funde y permite que haya agua líquida en poros o grietas, sería posible que Marte albergase formas de vida extraterrestres.
Uno de los avances más importantes en este sentido se produjo en 2015, cuando la sonda «MRO» detectó evidencias de agua líquida estacional en la superficie, cerca de las zonas ecuatoriales. Aparte de esto, se han encontrado en Marte huellas de agua del pasado, presentes en minerales hidratados e importantes acumulaciones de hielo. Futuras misiones, como ExoMars, de la Agencia Espacial Europea (ESA), y la Insight, de la NASA, explorarán con robots la superficie y aportarán más información sobre si es posible o no que Marte cobije vida.
Con información de El Mundo.es