La plaza estaba de bote en bote, la gente loca de la emoción. En el ring luchaban dos de los rudos, ídolos de la ambición: el cavernario y Blue Demon. Y la gente comenzaba a gritar; se sentía enardecida sin cesar…
Los mexicanos –y por supuesto los veracruzanos- tenemos la clase y la cultura política que nos merecemos. Mientras el estado se cae a pedazos, el gobernador “Blue Demon”, quien dice que tiene harto trabajo, se prepara para luchar máscara contra cabellera en contra del Cavernario López Obrador, teniendo como escenario la plaza Lerdo de Xalapa.
Por supuesto, todo se trata de un circo mediático que en nada resuelve los graves problemas del estado. Así que a falta de soluciones, circo para la banda. Es obvio que López Obrador no estará este domingo en Xalapa, porque lo que tenía que hacer ya lo hizo: escupir otra de sus frases célebres en el rostro del mandatario estatal, enredándolo a él y su costoso reloj con la imagen de la abundancia duartista y la excéntrica Karime. AMLO ya no necesita venir; ya le dejó la víbora chillando al Gobernador.
Por eso es que la tarde de este martes, circuló con singular alegría un video grabado con teléfono celular donde Yunes Linares anuncia la cartelera del próximo domingo, la cual seguramente presumirá que ganó por default. Lo interesante será conocer las pruebas que asegura presentará sobre la riqueza del tabasqueño y el modus operandi de cómo sus amanuenses –entre ellos el candidato Cuitláhuac García-, recibían dinero público de manos de Javier Duarte.
Promesas o amenazas de este calibre ya las ha hecho en el pasado. Aquélla frase de que cimbraría a México el día que tomara posesión como gobernador aún lo persigue. Por eso la banda escuchó con escepticismo su locuaz mensaje vespertino para invitar a los fanáticos del pancracio.
Hagamos de cuenta que no dijo aquello de que son tiempos electorales y que los candidatos por su naturaleza debían criticar al gobierno. Que él no era candidato sino Gobernador y que por tanto, su trabajo era gobernar para los veracruzanos. Que no se metería en el proceso. La promesa le duró menos de un suspiro.
Si no fuera por el contexto del monólogo, diríamos que ayer por la tarde nuestro ínclito mandatario usó el más puro caló jarocho para referirse al sexagenario líder de Morena. “¡No le saques, loco!”; “¡Yo si trabajo, loco!”… sólo faltó recomendarle “¡pero te peinas, loco!”.
Por lo pronto, en su enésimo encontronazo con López Obrador, Miguel Ángel Yunes Linares ofreció que este miércoles adelantaría alguna de la información que hará pública el próximo domingo en un debate que no habrá.
Como en las telenovelas, nos dio un adelanto del capítulo de hoy. Si no respondió a López Obrador ayer mismo fue porque tenía mucho trabajo, según dijo; eso infiere que hoy no tendrá tanto y gozará tiempo suficiente para agarrar piedras y defenderse.
Entre las perlas que obsequió ayer, dijo algo que, en efecto, muchos mexicanos se cuestionan de López Obrador: es un político que no ha tenido un cargo público desde que dejó el Gobierno del Distrito Federal hace 12 años –Yunes lo acusa que desde hace 18 es un vividor, lo que sería el primer dislate-, pero que vive cómodamente y puede recorrer el país sin problema económico alguno.
Dijo además que en este eterno periplo, López Obrador “recorre los pueblos para decir mentiras y ofender a todo el mundo”. Ahí sí, ni como negarle. “Es un vividor del sistema que sólo sabe agraviar y destruir”, dijo el Blue Demon al anunciar la cartelera dominical.
Y aún hay más. Ofreció que demostrará que Javier Duarte lo mantenía y le proveía de recursos públicos para sus campañas políticas. Que el tabasqueño no es más que un “corrupto vividor” que utiliza prestanombres, lo que le permite poseer ranchos en los estados de Chiapas y Tabasco. “Mañana le voy a responder y a demostrar que es un vividor”. Habrá que saber el cómo.
La virulenta respuesta de Miguel Ángel Yunes, además de que tiene varios propósitos –agraciarse con el gobierno federal y Ricardo Anaya mediante el ataque directo al pre candidato de Morena, empujar la candidatura de su hijo que no levanta y distraer de la nueva ola de violencia que recorre el estado-, es resultado de la víbora que le dejó chillando López Obrador.
Con una buena dosis de veneno, el Peje habría dicho este fin de semana dos cosas que prendieron el orgullo del mandatario estatal: que la violencia estaba desatada porque había acuerdos de la delincuencia organizada con el gobierno de Yunes –cosa que tampoco ha demostrado-, y que Miyuli y su reloj eran como Karime en aquello del karma de la abundancia. Hoy debe estar destornillado de la risa.
Pobre Veracruz. ¡Ya nos cargó el payaso!
Las del estribo:
- Nunca hubo luna de miel. Acaso, formas políticas tensas y muy poco creíbles. En su monólogo, Yunes Linares dijo ayer que exhibirá a López Obrador en Xalapa, una ciudad gobernada por Morena, lo que hace suponer que las cortesías se acabaron para el presidente municipal de nuestra capital.
- Cynthia Lobato apostó todo su proyecto político a Miguel Ángel Yunes; su inclusión en la lista plurinominal –a pesar de ser candidata de mayoría relativa- hizo suponer que sería un personaje estratégico en el Congreso local. Pesó más la abyección y la ignorancia. Sin embargo, su desempeño legislativo ha sido digno; tiene más trabajo e iniciativas que muchos diputados panistas juntos; hoy tiene un futuro incierto como consecuencia de su sensatez y su carácter autónomo. Cosas de la política.