Prefacio

Y mientras Miguel Ángel Yunes presume, orondo, que “lo índices de inseguridad han disminuido en las últimas cinco semanas”, la entidad veracruzana vuelve a ser noticia a nivel internacional. *** El portal español El País narró la pasada semana: “Los cuerpos desmembrados de cinco personas han sido abandonados en la madrugada de este viernes en el oriental Estado mexicano de Veracruz, han informado autoridades policiales. Los restos humanos y sus cabezas han aparecido sobre un taxi en una carretera del municipio de Tlacotalpan, en la región centro-sur de Veracruz”. *** La versión de este medio de comunicación (que debe ser otro beneficiado por el dinero de Duarte, según la lógica de Yunes Linares) explica que en los primeros 11 meses de 2017, en Veracruz se denunciaron 180 secuestros y se cometieron mil 778 asesinatos. Con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, El País asegura que Veracruz ocupó el pasado año la segunda posición en cuanto a secuestro y la tercera en homicidio. *** Pero lo reportado por el periódico español sucedió el pasado viernes. La madrugada de este domingo fueron localizados los cuerpos de dos hombres, desmembrados y embolsados, dentro de un vehículo pintado como taxi, pero sin número y sin placas. En el sitio fueron colocados, además, dos cartulinas con mensajes. Los hechos ocurrieron en la calle Dante Delgado, colonia Insurgentes Norte, de Minatitlán. *** Contradiciendo lo que él mismo presumía (la disminución de los índices de seguridad) este domingo el gobernador de Veracruz anunció la llegada de la Policía Militar a la zona sur, en especial a Coatzacoalcos y Minatitlán. *** Debe ser que los mandan de vacaciones, pues si estamos tan bien como presume el gobernador, nada tendrían que estar haciendo por estos lares.

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Son tiempos de precampaña, tiempos en los que, los que aspiran a presidir este país, en teoría primero tienen que convencer a los militantes de los partidos que los postulan.

Y esto es sólo teoría, pues en todos los casos se trata de precandidatos únicos.

Pero incluso desde estos momentos, desde los llamados “rounds de estudio”, ya los candidatos y sus estrategas mostraron su juego.

Andrés Manuel López Obrador (Morena, PT y PES), lo mismo que José Antonio Meade (PRI, PVEM, Panal), han decidido asumir que la competencia es entre ellos; han dedicado sus discursos a exhibir las debilidades del otro, y ambos han ignorado de forma ostensible al aspirante del Frente que integran el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano, a Ricardo Anaya.

El estado de Veracruz fue el mejor laboratorio para discernir sobre las líneas de acción planteadas por cada candidato. Los tres aspirantes a la Presidencia coincidieron en tierras veracruzanas y mostraron buena parte de su juego.

Andrés Manuel López Obrador marcha a la cabeza en cualquier encuesta que se quiera consultar y, contrario a lo que dictaría el sentido común, en lugar de concentrarse en divulgar sus propuestas de gobierno, en lugar de reafirmar las alianzas para consolidad su posición, ha optado por hacerle frente al candidato de la alianza PRI, Verde y Panal, que en la mayoría de las mediciones aparece en la tercera posición.

Durante su visita al municipio de Acultzingo, López Obrador hizo especial énfasis en una postura difundida en la cuenta twitter del PRI Nacional, por José Antonio Meade: “No podemos aceptar a quien propone sacar al criminal de la cárcel para llevarlo a la calle y así generar mayor intranquilidad en el país. Tenemos que estar claros de que la calle es para el ciudadano y la cárcel es para el delincuente”.

Sin embargo, en un discurso emitido en días pasados por Meade, éste confundió la expresión y ofreció que la calle sería para los delincuentes y la cárcel para los ciudadanos.

La pifia fue retomada por Andrés Manuel:

– Creo yo que la mejor propuesta en materia de seguridad es la de Meade ¿Saben por qué la de Meade? Porque los delincuentes a la calle y los ciudadanos a la cárcel. Me llama mucho la atención, no supieron de eso, pero los medios no dicen nada, Meade hizo una muy buena propuesta.

Mientras tanto, el candidato del PRI, Verde y Nueva Alianza aprovechó su estancia en Veracruz para hablar de Javier Duarte y de su “traición” a los priistas. Dijo que no es el exgobernador de Veracruz lo que define a los militantes de ese partido y dio su concepción de lo que es corrupción:

– Corrupción es Andrés Manuel López Obrador que viene aquí a defender los narcos y corruptos (…) Corrupción es el que esconde en su declaración patrimonial sus bienes. Corrupción es quién es grabado recibiendo dinero y pretende regresar a la Cámara de Diputados.

Y mientras Meade y López Obrador se enfrascaban en su duelo particular, el otro, el panista, enfilaba sus baterías contra Javier Duarte, en un evidente afán de recoger algo del “voto del enojo” de los veracruzanos, que tan útil le resultó a Miguel Ángel Yunes Linares en el 2016.

– Ahí está el gobierno de Javier Duarte, dudo mucho que los veracruzanos quieran regresar a ese pasado oscuro de corrupción.

Así está planteada la batalla. Dos contendientes tratando de quedarse solos en el ring, y un tercero haciendo hasta lo imposible por subirse a la contienda, que no le hagan el vacío que sufrió hace seis años su compañera de partido, Josefina Vázquez Mota.

Esto es, sin embargo, apenas el inicio. Muchas circunstancias habrán de influir para la definición del derrotero que habrá de tomar este proceso electoral.

Todos los candidatos que ya se encuentran en precampaña, tanto los que aspiran a la Presidencia como los que pretenden ser gobernadores en sus estados, están en el mejor momento para hacer los ajustes que se requieran en sus equipos de campaña, en sus discursos, y en sus estrategias de proselitismo.

Una vez que la contienda dé inicio formalmente, ya poco se podrá corregir, y cada uno jugará con las cartas que haya elegido.

El elector ya no les compra los discursos lacrimógenos, o los cargados de odio. Quieren resultados y para ello habrán de analizar con detalle las propuestas y los antecedentes de cada contendiente.

Ojalá no se vuelvan a equivocar en Veracruz.

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Epílogo

Pepe Yunes inició este domingo su precampaña, en un evento multitudinario en el que estuvo acompañado por el candidato del PRI a la Presidencia, su amigo José Antonio Meade. Un par de propuestas sólidas por parte del partido tricolor. Candidatos sin mácula, sin escándalos de corrupción o abuso de poder, con autoridad moral para hablar de lo que México y Veracruz necesitan. *** Miguel Ángel Yunes Márquez, mientras tanto, muestra que su discurso de campaña será muy similar al que utilizó su padre en el 2016: “La culpa de todo la tiene Javier Duarte”. Hasta de las omisiones y los errores de su padre, la culpa la tiene el exgobernador. ¿Habrá quién se la compre?

 

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