En enero de 2014 imaginé la crónica, hecha por Vicente Leñero, de un concierto para piano jazz, guitarra flamenca, batería, tres poetas y orquesta. La batuta estaba a cargo de Luis Herrera de la Fuente, los concertinos eran Enrique Nery en el piano, Paco de Lucía en la guitarra y Tony Cárdenas en la batería. Juan Gelman, José Emilio Pacheco y Ramón Rodríguez aportaban la lírica. RTV había producido un programa especial conducido por Jorge Saldaña. Aunque no era fácil, podría haber sucedido pero a lo largo del año fueron cerrándose las posibilidades y para diciembre ya era irrealizable porque todos habían muerto.
Eso sucede todos los años, al inicio de este 2017, por ejemplo, era factible ver anunciado un homenaje celebratorio del cumpleaños 87 del poeta Derek Walcott (nació en Castries, Santa Lucía, el 23 de enero de 1930) en el que Al Jarreau y Mili Bermejo interpretaran algunos de sus poemas, unos musicalizados por Fernando Toussaint y otros por Dave Valentín, quienes, además, formarían parte de la banda. Al concluir el primer semestre del año, ya no era posible. El éxodo comenzó en febrero, el 12 partió Al Jarreau, el 21, Mili Bermejo y el 27, Fernando Toussaint. Así los despedimos en esta columna:

Se fue Al Jarreau, la voz de la sanación

Al Jarreau fue un misionero que hizo de la voz un instrumento de sanación y de entrega a la otredad, en una nota sin firma que se publicó en su página web el mismo día de su muerte, acaecida el pasado domingo 12 de febrero, se lee:
«Hace unos días, se me pidió que describiera a Al a alguien que sabía de su éxito, pero no lo conocía como persona. Respondí con esto: su segunda prioridad en la vida era la música. No había una tercera. Su primera prioridad, muy por delante de la otra, era sanar o reconfortar a cualquiera que lo necesitara. Ya fuera por dolor emocional o malestar físico o cualquier otra causa de sufrimiento, necesitaba poner nuestras mentes a gusto y nuestros corazones en reposo. Necesitaba ver una sonrisa cálida y afirmativa donde no la había habido antes. El canto era solo su herramienta para hacer que eso sucediera».
(…) Se fue exactamente un mes antes de cumplir los 77 años, nació el 12 de marzo de 1940, su hijo comentó que el día anterior a su muerte lo encontró cantándole Moonlighting, su primer gran éxito, a una enfermera. Cumplida su misión terrena, Al Jarreau seguirá cantándonos, apaciguándonos y sanando nuestros desasosiegos con esa voz que ahora es luz de luna.

Con el corazón abierto

« [El jazz] es una música provocadora,
requiere pensar. La música que la gente
escucha en general es una masa
comercial que no provoca nada y que duerme.
Pero cuando la gente no tiene prejuicios
y no sabe de jazz y te escucha,
lo hace con el corazón abierto»
Mili Bermejo

Música provocadora
que nos incita a pensar
fue para ti, Mili, hogar,
llamarada inspiradora
para ser predicadora
del canto puro y liberto.
En tu último concierto,
a una estrella te mudaste,
te fuiste, mas nos dejaste
con el corazón abierto.

Otra vez febrero │In memoriam, Fernando Toussaint

En el Festival de la Riviera Maya del año 2009, Fernando Aceves tomó una fotografía que hoy resulta icónica, posaron para él Herbie Hancock, Eugenio Toussaint, Fernando Toussaint y Enrique Nery. A ocho años de distancia, los tres mexicanos han partido: Eugenio Toussaint murió el 8 de febrero de 2011, tres años después, el 22 de febrero de 2014, Enrique Nery; tres años después, el pasado sábado 24 de febrero de 2017, Fernando Toussaint. Apenas unos días antes, el 21 de febrero, se silenció la voz de Mili Bermejo. ¿Qué pasa con febrero?, ¿tiene algo contra el jazz? A manera de homenaje, me lo pregunto en unas décimas.

¿Qué diablos tendrá febrero
contra la gente del jazz?,
¿se la lleva nada más
por un gusto chocarrero,
por un afán embustero,
porque anda de muy mal genio
o porque tiene un convenio
con algún ente nefando?
Hoy que te tocó, Fernando,
seguro estás con Eugenio

Seguro estás con Eugenio,
con Enrique y tantos más,
seguramente algún jazz
te esperaba en el proscenio
y con mucho swing e ingenio
fuiste para allá volando.
Seguro estás disfrutando
de una jam con esa banda
que toca tanda tras tanda;
seguro estás bien, Fernando

Seguro estás bien, Fernando
pues quien cumple su deber
jamás va a desaparecer
de la memoria y cuando
de esta vida esté marchando
llevará en su equipaje,
con orgullo, el mensaje
que le vino a dar al mundo.
Ve, Fernando, a lo profundo,
todo está bien, muy buen viaje.

 

En marzo partieron dos más, el 8 murió Dave Valentín y el 17, el poeta caribeño.

Dave Valentín, eterno aliento

Y cuando todo se acabe,
más vale que el recorrido
portentoso haya sido
y la despedida, suave.
Tú encontraste, Dave, la clave:
hacer del jazz instrumento
para que cada momento
sea de dicha desmedida,
hacer de la flauta, vida,
hacer de la vida, aliento.

Hacer de la vida aliento,
soplo de luz, incesante
venero, haz imaginante
que cuenta historias de viento.
Hacer del aire instrumento
y llevarlo hasta el confín
donde hay eterno festín,
dicha plena y mucha paz.
Hacer de la vida jazz,
eso hiciste, Valentín.

 

El concierto podría haberse llamado Amor después del amor por tener como tema central el poema homónimo del homenajeado

Amor después del amor

(Derek Walcott)

Llegará el día
en que, con júbilo,
te recibas a ti mismo que llegas
hasta tu puerta, ante tu propio espejo,
y uno al otro sonriendo se den la bienvenida
y se digan: siéntate. Come.
Volverás a querer al extraño que has sido.
Saca el vino. Y el pan. Tu corazón, devuélvelo
a sí mismo, al extraño que te ha amado
toda la vida, al que ignoraste
por otro, al que te sabe de memoria.
Esas cartas de amor en las estanterías,
quítalas; y las fotos, las notas consternadas.
Corta tu propia imagen del espejo.
Y siéntate. Hoy hay fiesta en tu vida.

(Versión de Aurelio Asiain)

 

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